jueves, 10 de noviembre de 2011

Resumen temporada 2011

Bueno, ya va siendo hora de retomar el ritmo bloguero, ahora que ya vamos recuperando también el ritmo de los entrenos poquito a poco. Quedé pendiente de mostraros algunas imágenes del viaje a USA, pero eso lo dejaremos para otro momento, que se me van enfriando los recuerdos en la memoria y prefiero hacer el análisis de la temporada 2011 antes de que empiece la 2012 y para eso ya no queda mucho (tan poco que el calendario ya empieza a estar lleno de colorines representando a las competiciones).

Como no quiero aburriros, ahí va un resumen rápido, en forma de pinceladas, de lo que ha sido para mí la temporada 2011, que para avanzar, es necesario analizar el camino andado:

 Acostumbrada al orden de 12-15 competiciones anuales, esta temporada ha sido muy poco activa… o eso me lo parecía hasta que me he puesto a contar para hacer este resumen. 10 competiciones tampoco son pocas y, además, han sido de lo más variado: ICAN Marbella (hasta la T2), Cpto de Madrid de Tri Cros en Tres Cantos, Open de Madrid, Clasificatorio de Madrid, 70.3 Pescara, Tristar 11 Madrid, Liga de Clubes, IM Frankfurt, Triatlón de Cuenca y 70.3 WC Las Vegas.

 La temporada ha estado marcada por mi guerra con el Síndrome de la Cintilla Iliotibial, que me tuvo sin poder correr a pie desde enero hasta mayo, 2 meses antes del IM, con lo que eso supuso para mí, haciéndome pasar momentos duros con ganas de dejar de luchar. Pero si algo he aprendido esta temporada es que no te debes rendir hasta el último momento. Tengo que decir que aún no creo que esté recuperada al 100%, ya que de vez en cuando se sigue haciendo notar en forma de latigazo subiendo o bajando escaleras, pero seguiremos intentando por lo menos mantenerla a raya a base de estiramientos, fisio, fortalecimiento y, sobretodo, mucha precaución.

 La parte buena de todo esto es que durante esos meses me centré en mejorar en lo posible mi rendimiento hasta la T2, lo que creo que me ha dado un puntito más en la bici, cosa a la que es innegable que también ha colaborado el hecho de entrenar por potencia. Esto ha supuesto un antes y un después en la manera de buscar la máxima eficiencia a unos entrenamientos en bici que, en el caso de gente con trabajo en horario de oficina en el que coger la bici entre semana es poco menos que imposible hasta abril, es importantísimo para poder rendir en condiciones.

 De cada competición, he podido sacar algo:

o ICAN Marbella: sabedora de que no podría correr a pie por la lesión, supuso un pequeño test de bici en el que me dí cuenta de que en un medio IM, para hacerlo bien, tienes que apretar los dientes más de lo que se podría pensar al tratarse de 90km. Está claro que apreté un poquito más de lo debido, pero con un poquito menos que eso, yo creo que se puede correr muy bien después. Esto supuso un extra de confianza para mí, aunque retirarme tras bajarme 2ª en la T2 me resultó una experiencia durísima. Eso sí, no tenga más que palabras de agradecimiento para la gente de ICAN, que me trataron con un cariño y un apoyo enorme.


o Tri Cros Tres Cantos: mi 1ª competición en BTT y, con la tormenta que nos cayó, pasé mucho miedo pero a la vez me gustó la experiencia. Supuso la 1ª vez que corría 5km seguidos desde la lesión… a tan solo 2 meses del IM. Así no parece mucho, pero para mí fue ver la luz al final del túnel.





o Open de Madrid (con el formato de la Copa del Rey): marcada por la incertidumbre de si podría mantener el ritmo de carrera a pie de mis compañeras tras correr tan despacito en el tri Cros. Finalmente pude y supuso un nuevo plus de confianza para pensar en retomar la idea del no-abandono del IM de Frankfurt.



o Clasificatorio de Madrid: marcada por un buen parcial ciclista siguiendo las órdenes “destroyer” del Jefe tratando de testear hasta dónde podía dar antes de T2. Sorprendentemente, corrí relativamente bien para la paliza previa y el entreno que llevaba. La confianza va creciendo.





o 70.3 Pescara: buena natación, relativamente buena bici (aunque creo que podría haber dado un pelín más) y carrera… bueno, en carrera pasándolo realmente mal. Muchos pensamientos de bajar los brazos y renunciar al sueño de clasificarme para el Mundial pensando que iba fatal, pero al final decidí luchar hasta el final (que ya llegar y ser capaz de correr los 21km sin dolor era mucho en aquel momento). Primera decepción por haber quedado 2ª cuando pensaba que quedaría mucho más lejos de la única plaza de mi GE que se tornó en tremenda alegría cuando anunciaron la plaza extra para mi grupo… aquí aprendí que, aunque los sueños a vecesparezcan inalcanzables, si trabajas y luchas para estar en su camino, a veces la vida te da ese regalo.






o Tristar 111 Madrid: incluido en mi preparación para el IM a última hora, este nuevo formato triatlético supuso mi primera victoria absoluta en un triatlón. No tengo más que buenos recuerdos de ese día, a pesar de lo duras que resultaron esas 10 vueltas a la CdC sola en la bici, pero la recompensa no pudo ser más dulce… aún me emociono al recordarlo…







o Liga de Clubes: el fin de semana antes del gran objetivo del año, el soñado y temido IM, en lo único que pensaba era en puntuar para mi equipo haciéndolo lo mejor que pudiera pero con mucho cuidado de no caerme o de despertar la lesión, pero había que estar ahí, luchando con mis compañeras por mantenernos en 1ª. Desgraciadamente era un objetivo muy muy complicado y no pudimos conseguirlo, pero lo importante es que luchamos como guerreras hasta el final… el año que viene a luchar por volver a 1ª!



o IM Frankfurt: el gran objetivo. Me presenté allí con mil dudas sobre si la lesión me respetaría, así que decidí dividir la carrera en cachitos e ir centrándome en cubrir mini-metas lo mejor que pudiera, sin pensar en lo que pudiera pasar, siempre con cabeza pero tratando de hacerlo lo mejor posible, que “solo terminar aunque fuera a rastras” para mí no hubiera sido suficiente. El duro entrenamiento previo hizo que la carrera se me hiciera “fácil” (o todo lo fácil que puede ser una cosa tan larga) y realmente solo sufrí por las condiciones extremas de frío, lluvia y viento que sufrimos más que por la competición en sí misma. Una buena y tranquila natación, una bici sin referencias (con el Powertap sin pila) pero con espíritu competitivo y un maratón sin pararme ni medio segundo a caminar supuso lo que ha sido un debut mucho mejor de lo que podía esperar en mis mejores predicciones. No puedo estar más contenta ni más satisfecha con el resultado.









o Triatlón de Cuenca: solo 3 semanas después del IM, participé en Cuenca como toque competitivo previo a Las Vegas y ahí fue donde realmente fui consciente de lo mal que estaba recuperando del Ironman, aunque en los entrenamientos ya se veía venir: poca fuerza a nivel muscular y un sentimiento de vacío energético enorme. Mi cabeza aún tenía ganas de funcionar, pero el cuerpo no respondía. Aunque ya lo sabía de antemano, corroboro que en Las Vegas toca disfrutar sin más.




o 70.3 WC Las Vegas: solo puedo describirlo como un sueño. Estar allí, con gente de tantísimo nivel, en ese circuito tan especial a la par que duro, con ese ambiente que solo se vive en esta clase de competiciones y, para colmo, compartirlo con el que ya allí era mi marido ;-), era más de lo que podía pedir. Una experiencia única que, a pesar de que en la competición pasé las de Caín en la carrera a pie (tras una natación y una bici de disfrutar a tope), ha supuesto uno de los días más plenos triatléticamente hablando de estos 7 años de triatlón que cumplo en estas fechas.





Como veis, lo que empezó teniendo muy mal color con la guerra con la cintilla, fue remontando poquito a poco hasta convertirse en lo que ha sido una muy buena temporada, con grandes experiencias y bellos momentos de alegría difíciles de olvidar. Y es que, al final, si luchas por lo que quieres y lo haces de una manera racional, en lo que supone una conjunción equilibrada de razón y corazón, tendrás la recompensa.

Y, con todo esto en la cabeza, empiezo a maquinar lo que será 2012, que os espero contar en breve…



martes, 27 de septiembre de 2011

70.3 Ironman World Championship

Uffff, qué duras son las vueltas de las vacaciones… pero no puedo dejar más tiempo sin contaros cómo fue todo en el 70.3 IRONMAN WORLD CHAMPIONSHIP que se celebró en Las Vegas el pasado 11 de septiembre. Para mí, haber podido estar en algo así es un regalo de la vida, un privilegio. Haberlo compartido con el que ahora es mi marido como parte de nuestra “original” y alucinante luna de miel, un auténtico sueño.



Al final todo salió bien y disfrutamos de un día maravilloso (y un fin de semana, que lo nuestro fue casi una boda gitana jajaja) junto a la gente que queremos en el entorno preciosísimo del valle del Lozoya




El caso es que el martes por la noche ya estábamos en Las Vegas con el objetivo único de disfrutar de la experiencia. Las últimas semanas de entrenamiento tras el Ironman no fueron buenas para ninguno. Sergio arrastra una lesión que a duras penas le ha permitido entrenar y yo he ido cayendo en picado poco a poco, notándome sin fuerzas, sin gasolina, y por más que intentaba remontar y me concentraba en los entrenamientos, solo me ganaba unas buenas pájaras que me quitaban las ganas de intentar hacer algo decente allí. Supongo que esos dos meses de organizar una boda express, preparar un viaje de casi 3 semanas a USA y todo ello entrenando el IM me han pasado factura.

Así que estando así, tampoco te preocupas de cuidarte de cara a la competición, lo que viene traduciéndose en pateadas turísticas maratonianas (que con la turra que hace en Las Vegas desgasta más todavía), muchas emociones fuertes y una alimentación, digamos, no muy apropiada ;-).










Pero con todo y con eso estábamos emocionados pensando en ese día. Ya en la expo, empezamos a paladear lo que es un ambiente triatlético hasta ahora desconocido para nosotros. Era impresionante mirar a nuestro alrededor y ver a toda esa gente con esos cuerpos curtidos por el deporte de competición… en mi vida había visto a tanta chica tan fina, con esas pedazo de patas y con esas pintas de pro… daba miedito. Después tuvimos la suerte de disfrutar de una preciosa piscina al aire libre en Henderson con unas 12 calles todas dispuestas para uso y disfrute del personal. Un lujo.

La disfrutada siguió al movernos a Lake Las Vegas, donde estaba el lago de la natación y la T1 para hacer el reconocimiento del circuito natatorio a cargo de la organización, ocupar nuestra habitación en el magnífico hotel oficial y hacer el check-in de las bicis.





Impresionantes máquinas allí (muchas con la matrícula de Hawaii). Una imagen vale más que mil palabras.




Cena de la pasta (que ya os he dicho que a mi eso de cenar pasta antes de competir me sienta fatal, pero era lo que había y me daba pereza ir a otro sitio), a dormir y al lío. El ambiente antes de la salida es fantástico, todo perfectamente organizado por tandas y, tras el himno de USA (ya sabéis cómo son estos yankis, y más en esa fecha tan señalada), empieza la fiesta. Salimos desde el agua para hacer un recorrido a una vuelta. Somos más de 100 chicas en mi grupo de edad… guau.





Tras sonar la bocina, salen todas a lo loco (o yo muy floja, como siempre) pero me resulta curioso que cada una va “a su bola”… no se juntan para formar grupos. Bueno, para mí mejor, que así voy remontando más fácil. Y así voy haciendo hasta que veo que paso mucho rato en paralelo a una chica y decido no seguir haciendo el tonto y me pongo a sus pies. Buen ritmo, un poco de agobio al empezar a adelantar gente de salidas anteriores (aunque comparado con Cuenca no era nada), pero sin percance salgo del agua haciendo una natación decente (de hecho es lo único en lo que las sensaciones las últimas semanas no eran nada malas).





T1 y a la bici.





Solo conozco el principio del circuito, así que sería una sorpresa, aunque todos decían que era bastante duro. Salida de Lake Las Vegas ”todoparaarriba” al más puro estilo Pálmaces y arriba enganchamos con la carretera al Parque Nacional de Lake Mead. Y así descubriría lo que para mí ha sido uno de los circuitos más alucinantes de bici que he hecho. En pleno paisaje del desierto, con sus tonalidades ocres, sus toboganes continuos, las carreteras serpenteantes de asfalto perfecto que se perdían en el horizonte, a pleno sol,… uffff… disfruté tantísimo que pude sacarle algo de rendimiento a la bici después de este último mes que no iba ni para atrás. Hice los mismos W que en Pescara (153 medios y 167 normalizados, a 30.5 km/h), que no es gran cosa pero más de lo que esperaba. El circuito era duro, porque no había ni un tramo llano, que o subías o bajabas (más subir que bajar), pero no eran cuestas largas ni de quedarse atrancado (aunque sí de quitar plato) y las bajadas no tenían curvas… el perfil era similar al del ICAN Marbella, de los que te bajas con las piernitas tiritando.





Pero aunque no me salió mal del todo (teniendo en cuenta cómo estaba), me adelantó hasta el apuntador (casi 30 chicas de mi AG, y eso que al final recuperé algún puesto)… las piernas de las chicas que me pasaban perfectamente acopladas sobre sus cabras eran todo un espectáculo, así que ni estando en mi mejor momento tenía gran cosa que hacer contra eso más que sentir admiración y un poquito de envidia ;-).

Y llega la hora de correr. En T2 ya paso por primera vez por el WC, que en el IM me vino bien y no volvió a incordiarme, pero aquí ya me notaba un poco hinchada. El calor ya aprieta bastante y es de esos calores que pican en la piel. No voy a profundizar mucho en la carrera a pie porque lo pasé realmente mal. El circuito me pareció demoníaco: 3km para arriba y 3 kms para abajo y así 3 veces. La última milla de la subida era en una carretera sin media sombra, con un asfalto ardiente, en la que llegaba arriba completamente ida y con la mirada perdida mientras me adelantaban triatletas de más de 50 años con una planta y una ligereza corriendo que os aseguro que si hubiera tenido fuerzas las habría hasta aplaudido… espectacular. Y tras las dos siguientes paradas en el WC, ya os podéis imaginar… zombie perdida.





Pero el caso es que tras muuuuuchos minutos de sufrimiento y otros 24 puestos perdidos (69º al final), llegue a meta, a esa meta tan difícil, a esa meta tan especial.








Ese tiempo no es el mío.... aunque por degracia tampoco se alejó tanto, uffff


A tiro hecho me da un poco de pena no haber ido en plenas facultades, en modo competitivo, porque competir con tanta gente de tanto nivel siempre es una experiencia de la que puedes aprender muchísimo y tener sensaciones de “estar en carrera” en una competición así tiene que ser impresionante, pero aún con eso lo disfruté de verdad, y más aún sabiendo que no creo que me vuelva a ver en algo ni parecido nunca más…





Y después, llegaba el turno de seguir honeymooneando con nuestro West Coast Tour… pero eso ya lo dejamos para otro día :-)



martes, 23 de agosto de 2011

Triatlón de Cuenca





Cuando Sergio se marchó a Seattle a luchar por su plaza para Las Vegas (cosa que consiguió finalmente :-))), empecé a buscar algún plan para tenerme entretenida y prepararme un poco mentalmente para LV, que sí que es cierto que después del IM te quedas un poco desganado para el sufrir. Y buscando vi que habían reabierto inscripciones para Cuenca, un triatlón precioso que ya hemos hecho dos veces en nuestros primeros años triatléticos y del que guardaba muy buenos recuerdos (aunque también recordaba con claridad su dureza) y me pareció una oportunidad perfecta para preparar LV, ya que el circuito parece similar y las condiciones climatológicas también parece que se iban a aproximar a las del desierto de Nevada… y no me equivocaba.

Cierto es que no me estoy recuperando del IM tan bien como parecía. Las piernas no van mal, pero estoy como “sin gasolina”. En los entrenos de bici estoy llegando con la lucecita encendida casi siempre, aunque no sean entrenos muy duros (en Benicassim me agarré un par de pájaras bien buenas), en el agua voy como a cámara lenta y corriendo igual, aunque sí que me han salido algunos entrenos de series algo decentes, lo que me da unas pocas de esperanzas para poder remontar el vuelo. Supongo que es normal y que estas semanas nos tenemos que limitar a tratar de mantener la forma lo justo para disfrutar de LV sin más pretensiones, pero bueno, habrá que luchar hasta el último día, que nunca se sabe.

El caso es que allí estaba, a orillas del Júcar con una turra de impresión (cerca de los 40ºC… 42ºC marcaban los termómetros de la calle) y no había vuelta atrás.



Nos metemos al agua y a las chicas nos sacan… parece que tendremos una salida separada. Al principio me alegro, porque pegarme con más de 200 personas en ese sitio tan estrecho no era lo que más me apetecía, pero luego me arrepentiría sin duda. Salimos las chicas, salida limpia, sin problemas, y en los primeros metros ya se me van las que se me tienen que ir y me quedo en tierra de nadie, y poco después empieza la gymkana… Como solo hemos salido 2’ después de los chicos, desde los 250m ya estoy adelantando gente, algunos de manera sencilla y otros no tanto, teniendo en cuenta que formaban grupos y cualquiera se abría para adelantarles, porque como te despistaras te dabas de bruces con los que venían en sentido contrario (de hecho estuve a puntito en una ocasión). Casi prefería 200m de golpes y luego nadar a gusto, la verdad. Total, que 1300m con la cabeza fuera en modo waterpolo y zigzagueando sorteando chicos sin parar. Bastante incómodo y para mi débil cuello incluso doloroso, pero era igual para todas…






Después de comerme un buen tapón para salir del agua, llegaba la hora de pedalear.

Cojo la cabra y en los primeros kms que son llanitos no voy mal del todo. Hace calor, pero estoy acostumbrada a la turra seca madrileña y no lo llevo mal del todo, y el bidón de sales e hidratos lo llevo fresquito, porque lo había congelado. Empieza el pica-pa-arriba y noto que me falta fuelle. No es que vaya mal de piernas ni nada, pero voy flojilla. Y para colmo me va rozando el freno delantero, que me los cambiaron después de lo de Frankfurt porque estaban cedidos los muelles y me los pusieron flojos o qué se yo, así que todo el rato venga a abrir y cerrar el freno.

Giro de 180º y a bajar. Bajada rápida y pega un ventarrón exagerado… ¡qué miedo!!!. Voy agarrada a la bici como si me fuera la vida en ello y ni se me ocurre acoplarme (creo que solo me acoplé en los primeros 6km de todo el circuito), que el viento pega en el perfil de las ruedas y por poco me tira unas cuantas veces. Después de la bajada, comienzan las Hoces, con unas vistas espectaculares pero un perfil rompepiernas que con la flojera que llevaba se hizo bastante duro, así que con ir tirando me conformaba.






Al final llego a T2 con 1h21’ de bici para 42km (a 31km/h) y 155w medios que, teniendo en cuenta que en un olímpico tengo que rondar los 180w, dice mucho de “lo bien” que iba. Toca correr y la cosa sigue en la misma línea… flojera y el estómago dando algo de guerra, como viene siendo habitual cuando corro por la tarde, aunque nada demasiado grave, solo algo de flato y sensaciones un poco incómodas, así que al tran-tran vamos cubriendo los kilómetros con un calor sofocante y un terreno que no daba tregua.






Al menos no me adelantaron más chicas (que en la bici me adelantó la que sería 2ª clasificada como un obús y no pude más que mirarla sin hacer ni amago de seguirla) y llegué a la meta, 88º de la general (que eso de quedar en la primera mitad siempre es agradable) en una competición que si ya es dura normalmente, se hizo aún más dura por el día que nos tocó vivir… los 30 retirados de los 210 que salíamos dicen bastante tratándose de un olímpico.

Y con esto comienzan las 3 últimas semanas de entrenamiento antes de la guinda final… veremos qué tal vamos superando los días y si conseguimos que las sensaciones mejoren aunque sea un poquito…






Fotos de alexphoto2008.blogspot.com y http://www.davidfh34.com/

P.D.: de propina, os dejo un vídeo precioso del Tristar111 de Madrid, que es de esos que te suben un puntito la motivación de inmediato!






martes, 16 de agosto de 2011

El IM: visiones y reflexiones (II)


Bueno, creo que ya hemos reflexionado bastante ;-) y, después del análisis de lo que supuso para mí entrenar para un IM, ahora, con la camiseta de finisher ya en mi armario, os contaré un poco mi visión sobre el propio IM:

Como sabéis los que me leéis habitualmente, para mí el IM no es ni más ni menos que una competición como cualquier otra. Sí, la competición más importante de esta temporada, pero no era el reto de mi vida ni nada similar. ¿Qué quiero decir con esto?, pues que lo he preparado como cualquier otra competición u objetivo clave y teniendo en mente, como en las demás, el hacerlo lo mejor posible. No quería terminar… quería terminar bien.


Y terminar bien para mí no era ni hacerlo en un tiempo ni en otro, porque los tiempos en los triatlones para mí no significan gran cosa, ya que dependen de mil historias ajenas a nuestro propio rendimiento. Para mí terminar bien era terminar entera, sin haber tenido que parar ni caminar más de lo puramente necesario (véase, transiciones y visitas al W.C., pero poco más), con sensaciones de estar apretando, sintiéndome competitiva en todo momento. Viendo las clasificaciones de otros años y demás, suponía que esto sería rondar las 11:15-11:30 más o menos si todo se daba bien…

Y, por ello, tengo que decir que no pudo salir mejor: en al agua iba apretando y deslizando, cogiendo gente sin parar; en la bici me sentía competitiva y las piernas dolían lo que tenían que doler y en el maratón, que era a lo que más respeto tenía, no me paré ni medio segundo… todo el tiempo corriendo y corriendo relativamente bien, sin desfallecer ni un solo momento. Como resultado, lo que algunos consideran un sub-11h que, si bien hubiera firmado sin pensarlo antes de salir, con ese día que tuvimos vale más todavía, que los tiempos se le fueron a todo el mundo respecto a sus previsiones. Pero lo mejor es que no puedo decir que sufriera en ningún momento… sufrí por el frío que me agarrotaba o por el miedo de la lluvia y el viento, pero no sufrí física ni mentalmente más de lo necesario en ningún caso. Sergio opina que es porque fuimos muy conservadores, al ser el primero, y no arriesgamos casi en los ritmos… puede ser, pero es que eso era lo que tocaba y los dos lo sabíamos.


Por ello me siento contenta y satisfecha. No me siento diferente, ni considero que nada haya cambiado en mi interior ni nada de eso. No lo valoro más que otros objetivos que me han llevado grandes esfuerzos conseguir, como cruzar 3 metas del Cpto de España Élite cuando hace 6 años apenas sabía nadar, estar por dos veces en la selección madrileña o el subcampeonato de LD del año pasado. Cuando te planteas un objetivo importante, tan difícil que muchos lo considerarían casi imposible, y a base de esfuerzo y sacrificio lo logras… no puede haber nada más satisfactorio. Pues con este IM ha sido exactamente lo mismo. Y para esto ha sido fundamental el saber que esto no es más que una evolución propia de la línea que lleva mi camino triatlético: voy cubriendo etapas, consiguiendo pequeñas metas, derribando algunos muros y cogiendo experiencia para las etapas siguientes… es una evolución natural y constante de la que me siento muy orgullosa (que eso no quiere decir que me parezca ni medio mal el que quiera hacer un IM en su 1º o 2º año de triatlón, que cada uno es libre de elegir su propio camino, pero a mí me gusta el mío, que para eso lo he elegido ;-))




Como lógicamente soy novata y recién debutada, no estoy en posición de dar muchos consejos, pero sí me gustaría compartir con vosotros algunos detalles que a mí me ha ayudado a afrontar el IM:


- Durante el IM para mí fue fundamental el tener pensamientos positivos en la mente. No quiere decir que en algún momento no me viniera el clásico “qué necesidad de estar sufriendo” o “por qué no acaba ya esto” a la cabeza, pero automáticamente desechaba ese pensamiento y lo cambiaba por uno radicalmente contrario. Todo lo que pensaba era: “venga, muy bien, ya hemos superado el principio”, “dale, que has entrenado mucho la bici y has sufrido entrenos en solitario muy duros, así que esto es una fiesta con tanta gente alrededor”,ya hemos pasado el ecuador y lo que queda ya es descuento” o “vamos, que solo queda 1/3 de carrera y eso te lo haces tú con la gorra”. Parece una tontería, pero con esos pensamientos es mucho más fácil “fluir” y cuando fluyes, todo se pasa tan rápido que casi ni te enteras ;-). “Positiva y concentrada”, creo que esas son las claves…

- Otros grandes consejos que me dieron y que me fueron de gran utilidad fueron: "haz la primera mitad de la bici tranquila, no te ofusques con la gente que te pase, cabeza fría, porque en la 2ª mitad ya subirás un puntito y adelantarás a muchos de ellos" y "durante el maratón tienes que sentir en todo momento que vas sobrada, controla el límite para no pasarte y, si te ves capaz, si quieres, en los últimos 15km, aprieta, pero no antes" (y no pude apretar jajaja)



- Para esto también me sirvió el no mirar el reloj en ningún momento (solo al salir del agua). Normalmente no llevo reloj en los tris o si lo llevo es para no pasarme de la hora de la salida, porque creo que el tiempo no me va a decir gran cosa y como mucho lo que puede hacer es que me agobie. Cuando has entrenado los ritmos, sabes a qué ritmo vas en relación a la longitud de la prueba, y sabes perfectamente si puedes ir más rápido o no. Si sabes que vas como tienes que ir, con eso te vale. Pero claro, esto ya es muy personal… hay gente a la que le gusta ir mirando el reloj todo el tiempo, pero a mí eso me pone nerviosa y hace que el tiempo corra más despacio.

- Muchos habréis oído eso de que “si en el IM vas a correr a 5:30, ¿para qué entrenas a 4:40?” o “si vas a competir a 140w, ¿para qué tanta serie por encima de 160w?”. Pues voy a ser clara y concreta: además de por el motivo obvio de que la calidad es lo que te hace mejorar, porque cuando has entrenado series a 4:40/km, cuando vas a 5:20/km en el IM te parece que vas tan pisando huevos que podrías ir a ese ritmo eternamente y eso como que ayuda bastante. Ni más ni menos :-). Si quieres competir bien, hay que entrenar calidad. Si solo quieres acabar sin más, con rodar te basta y te sobra y aún así lo pasarás peor en competición que si has metido algo de calidad, aunque sea poquito. Eso ya depende de cada uno.

- Todo el entrenamiento, que no ha sido poco, lo hemos cubierto sin apenas suplementación. Lo único que he tomado ha sido el 226ers Recovery después de los entrenos largos cuando no iba a poder comer en un plazo de 30’ y el hierro (Ferplex) cuando me lo ha mandado el médico. Solo eso. El que os diga que no se puede preparar un IM con garantías a base de buena alimentación (eso sí, hay que cuidar muy mucho esa alimentación) y nada más os está engañando. Y eso que nosotros no descansamos ni de lejos lo que debería descansar un deportista, que de 6h30’ de sueño apenas logramos pasar. Habrá días que estés cansado o que los entrenos no salgan, pero eso es normal y le pasa a todo el mundo, se suplemente o no. Eso sí, análisis de sangre necesarios por si tuvierais alguna falta de algo.


El de chocolate con mitad soja/mitad agua fresquita entra solo!!

- La recuperación está siendo bastante buena. Cierto es que al día siguiente no nos podíamos ni mover apenas (madre mía, qué dolor de articulaciones, uffff), pero el miércoles ya estábamos nadando, el viernes corriendo, el domingo pedaleando y a la semana siguiente entrenando casi con normalidad. Bueno, hay que ir con cautela porque el cuerpo se queda flojillo, pero yendo con cuidado, se puede continuar la temporada competitiva sin problema.

-Personalmente me ha ayudado bastante el tener otros objetivos importantes además del propio IM (en mi caso, el tema de los 70.3 con Las Vegas), así como un "plan B" por si las cosas no salían del todo bien. Sé que esto no le gustaba mucho al jefe, que quería que nos centráramos en el IM, pero a mí me ha ayudado a suavizar la tensión.

- Como sabéis, soy de estómago delicado (más que delicado, diría yo, que cuando entreno carrera a pie por la tarde, casi 1 de cada 2 veces me toca dejarlo a medias y regresar andandito a casa) y como hay mucha gente que está en la misma situación y para nosotros el resultado de los triatlones, especialmente en MD y LD que es cuando tienes que meter algo para el cuerpo, depende fundamentalmente de cómo se porte el estómago, aquí os dejo mis truquillos que, a base de ensayo y error, es lo que a mí me ha funcionado, para daros ideas para que probéis también y ver si a vosotros también os funciona:

o El día previo, como bien, un buen plato de pasta y algo de proteínas, y para la cena lo que mejor me sienta es la pizza. Sí, aunque parezca raro, pero cuando ceno pasta, al día siguiente voy fatal, así que pizza y listo.


o Durante los dos días previos, me tomo un Omeoprazol por la mañana, y el día de la competi, 2.

o En esos dos días previos, nada de ensaladas y controlad la verdura y la fruta. La fibra no es nuestra amiga... Eso no significa atiborrarse a pasta, no, que también existe el arroz, la quinoa, la avena, la carne, el pollo, el pescado, las patatas y batatas, etc...

o En la carrera a pie (en la bici no suelo tener problemas), en el bolsillito del Fuelbelt, llevaba un mini-botiquín con Almax, Aerored y Fortasec (solo en casos extremos, porque os va a paralizar el intestino y eso a veces es hasta peor), además de un par de compeeds, algún kleenex y un ibuprofeno (por si la lesión daba guerra). En este caso no tuve que tomar nada, pero nunca se sabe.

o Para mí es básico ir de menos a más en la bici y la carrera a pie, porque salir demasiado fuerte me pone un nudo en el estómago que luego a veces no se me quita. No meto nada para el cuerpo hasta que han pasado 5-10 minutillos y ya he cogido el ritmo crucero, para no comer con la respiración agitada y dejar que el cuerpo se asiente.

o Aunque a algunos le puede parecer una aberración, no comí absolutamente nada sólido en todo el IM (en Ibiza hice lo mismo, salió bien y por eso me lancé). Ese bocadillito de jamón que a mucha gente les da la vida, a mí me la quitaría. Algo sólido en el estómago tiene como consecuencia visita al WC en el mejor de los casos y naúseas en la mayoría. Me he alimentado a base de geles y agua (el isotónico tampoco lo soporta mi delicado estómago, que me hincha como un globillo). Eso sí, hay que encontrar los geles que te vayan bien (que a cada uno le sientan bien unos… yo por ejemplo el Powergel no lo soporto, y mira que es una marca de confianza y que trabajan muy bien y le va bien a mucha gente) y que te aporten lo que necesitas: hidratos, electrolitos y ahora llevan incluso aminoácidos (los míos lo llevan). Con eso tienes todo lo necesario y no necesitas nada sólido, porque los geles son alimento también, pero facilitas al estómago su digestión y dejas la sangre para las piernas, que es donde te hace falta. Dimensionad bien la cantidad (en mi caso, 12 geles disueltos en agua en la bici y 8 durante el maratón en el Fuelbelt). ¿Se pasa hambre?, pues sí, aunque más que hambre son ganas de comer, pero no te fallan las energías en ningún momento y, como ya os he dicho alguna vez, pasar hambre durante 10 horas en mi vida no es algo que me preocupe… ya tendré tiempo de comer después :-).

o El agua, a sorbitos… nada de encharcar el estómago. Cuando hace frío, como era el caso, hay que beber aunque no tengas ganas, porque las deshidrataciones son muy fáciles con ese tiempo. En la bici me bebí unos 4 bidones de agua más el de los geles con agua y en la carrera a pie bebía un sorbitillo pequeño (lo que caía mientras corría) en cada avituallamiento, un poco más si me tomaba un chupito de gel.

- Si queréis disfrutar de la competición, que eso significa disfrutar también del camino y llegar con la confianza de que has hecho un buen trabajo y de que estás preparado (que es básico para que todo vaya bien, el saber que puedes hacerlo) para mí es importantísimo contar con un entrenador para la preparación, porque ellos saben darle a tu cuerpo los estímulos que necesita para desarrollarse lo necesario para conseguir lo que pretendáis conseguir. Sin unas directrices, unas variaciones de carga y un plan de desarrollo adaptado no digo que no se pueda entrenar, pero será un entreno mucho menos eficiente y sin duda menos divertido (aunque también más duro, claro, porque no siempre coincide lo que te apetece hacer con lo que hay que hacer ;-))

Espero de corazón que esto os sirva a muchos aunque sea para tener ideas con las que experimentar o como "mantra" en vuestro primer IM... al fin y al cabo, es por ese deseo por lo que mantengo este pequeño hogar virtual :-).


lunes, 8 de agosto de 2011

El IM: visiones y reflexiones (I)


Bueno, como lo prometido es deuda, ahí va una de reflexiones (I parte):

EL IRONMAN DE FRANKFURT

Igual que yo estuve buscando crónicas que me sirvieran para conocer un poco mejor el IM de Frankfurt antes de ir, espero echar un cable con esta tarea a los que vayáis en años venideros.

Tengo que decir que creo que la elección no pudo ser más acertada. Le pondría un 10 de no ser por un par de pequeños fallitos:

- los autobuses para llevar las bicis al check-in el sábado se quedaron escasos, ya que triatleta+bici ocupa bastante espacio (y eso por no hablar de la gente que iba con la mujer, los hijos, la abuela, el carrito y todas las parafernalias... por favor, NO hagáis eso, que estáis ocupando hueco necesario para los triatletas (además de que no entiendo el entretenimiento de hacer eso para los acompañantes, con lo bien que se está turisteando por ahi...)) aunque nosotros nos libramos porque fuimos montados en bici (son unos 20km por carreteras comarcales paralelas a la autopista que el día D está cortada pero el sábado no: ojo, recomendable solo si vais con GPS, que es fácil perderse);

- las pocas cabinas de WC que había, que hay que contar que de los 2500 participantes, al menos 2450 usarán el WC y algunos más de una vez... llegamos a boxes con 1h15' de antelación y al final me tocó correr por el tiempo que perdí en la cola.

- y lo poco preparados que estaban para un día de lluvia y frío (las bolsas de T1 y T2 estaban a la intemperie, así que había que dejar las cosas dentro metidas en bolsas de plástico para que no se mojaran; las carpas eran pequeñísimas porque de no haber hecho un día invernal, en T1 no se cambiaría practicamente nadie y el Athlete's Garden estaba preparado para campar al aire libre y las carpas se hacían pequeñas cuando todo el mundo estaba dentro resguardándose. La propia organización pidió disculpas en la Awards' Ceremony porque se vieron desbordados al no haber vivido nunca una situación atmosférica semejante.

Por lo demás:

- Organización casi perfecta para todos los trámites, check-ins y check-outs, información, buses a la competi el domingo, etc.

Aquí Macca con su Spanish Teacher & consorte antes de la Pasta Party del viernes ;-)

- La Pasta Party y la Awards Ceremony era una bacanal de comida y bebida exagerada y todo riquísimo!. La comida post-meta tenía de todo lo que pudieras necesitar y los avituallamientos en carrera eras exagerados y cada poquísimos kms (los de carrera a pie eran para acampar allí... porque no comí nada sólido, pero en el último me dieron ganas de parar y ponerme a comer bollitos como una loca jeje)



- Los circuitos yo diría que son casi perfectos:

- la natación alucinante, preciosa, con suficiente hueco como para que los golpes no duraran mucho y boyas perfectamente visibles, agua clara y sabía hasta bien :-);



- la bici no la esperéis llana porque de llana no tiene nada, pero eso sí, el circuito es muy rápido, con algunas cuestas que se pegan bastante aunque no son muy largas y bajadas largas y tendidas y fáciles de trazar. En el tramo que era más llano nos pegaba un ventarraco que no sabría deciros si se rueda bien o no ;-). Eso sí, me sorprendió que el asfalto no era muy bueno en algunos tramos y había zonas algo ratoneras. Ojo con el tramo de The Hell, porque son unos adoquines demoníacos que hacen que lo que no vaya bien sujeto os salte por los aires... el suelo allí parecía un mercadillo de la de trastos que se les habían caído a los triatletas... Para hacer el día invernal que hizo, había bastante animación en los pueblos (preciosos pueblos, por cierto), y la gente te daba muchísima fuerza (aunque estuvieran enroscados en mantas y cubiertos con plásticos los pobres)... si hace bueno tiene que ser una pasada. Avituallamiento con "de todo" cada 20km más o menos. Respecto al tema drafting, las carreteras son amplias y hay espacio de sobra, así que yo no vi practicamente nada de drafting voluntario (aunque cuando hay una cuesta, te apelotonas, pero eso no es drafting, que ya sabemos de lo que estamos hablando)


- la carrera a pie totalmente llana (salvo las subidas a los puentes) en forma de "#" bordeando el río a 4 vueltas y todo en un área relativamente pequeña, por lo que es fácil seguiros para los acompañantes en varios puntos del circuito. Animación prácticamente en toda la longitud del circuito, así que no estabas solo en ningún momento y la gente te anima por tu nombre (escrito en el dorsal) y te van sacando una sonrisa constante que en el maratón se agradece muchísimo (insisto, cuando hace buen día, tiene que ser espectacular). Avituallamientos más que completos (con cosas saladas, dulces, coke, agua, sales, red bull, ufff) y un par de puestos médicos por vuelta por si tenéis algún problema o necesitáis un pegote de vaselina (que yo ni me dí cuenta de que existían, pero luego me lo dijeron).

- Boxes con espacio más que suficiente (excepto el tema de las carpas, aunque yo no tuve ningún problema, pero los que salieron más en el mogollón en el agua sí) y en T2 te cogen la bici los voluntarios y la colocan para el check-out. La meta es absolutamente espectacular... no encuentro palabras para definirlo... los pelos como escarpias :-).



- La expo estaba bastante bien y encontramos algunas gangas bastante majas :-)

- Frankfurt como ciudad tiene de todo, es una ciudad con mucha vida, restaurantes a rabiar (aquí, no como en muchos otros puntos de Alemania, se puede comer practicamente a cualquier hora) (recomendamos visitar el Urban Kitchen, con casi de todo y todo buenísimo y tirado de precio, y la zona de sidrerías que hay al otro lado del río, cerca del Alte Brücke, típicas alemanas), tiendas a gogó y bien comunicado todo con transporte público (a los triatletas nos dieron un abono transporte total para sábado, domingo y lunes... un buen detalle). Y cerca de Frankfurt hay ciudades preciosas para un poco de turisteo:

Würzburg

Heidelberg


Wiesbaden



Ruta del Rin de Maguncia a Coblenza (se puede hacer en 1 día alquilando un coche)

Parte del turismo era nuestro momento de café+tarta de las 17:00... y qué tartas, mmmm

- Como alojamiento, no puedo más que recomendaros el Maingau, al otro lado del río, en una zona tranquilísima pero a solo 10' de boxes, donde nos trataron fenomenal e incluso nos dieron de desayunar el día D a las 4 a.m. (y qué desayunos, mmmm) y creo recordar que nos costó unos 54€ la habitación doble con desayuno.

Si tenéis alguna pregunta concreta sobre este tema, dejadme un comentario y os contestaré encantada.

En el siguiente, ya sí que me meto con reflexiones personales, que esas hay que digerirlas y pensarlas bien para sacar buenas conclusiones...

domingo, 31 de julio de 2011

IM Frankfurt: la crónica

Cuando nos quisimos dar cuenta, ya estábamos en Frankfurt. La semana fue dura y estresante... mucho trabajo y asuntos varios que nos tuvieron más ajetreados de lo normal, que de por sí no es poco. Sin embargo, el viernes y el sábado previos fueron muy tranquilos. El sábado nadamos 20 minutillos antes de desayunar y luego llevamos las bicis al lago para el check-in en lo que fueron unos 50' de pedaleo tranquilo. Buena comida, visita a la expo, descanso con la crono del Tour, cena con los compis Ecosportianos haciendo cábalas sobre el tiempo que haría y la ropa que nos íbamos a poner (hablábamos más de eso que del propio IM) y prontito a la cama, que a las 4am había que estar en pie. Desayuno, bus y al Lago.

Parecía que el día no se había levantado tan mal... aunque solo lo parecería. En boxes, preparando los trastos ya pillada de tiempo por la enorme cola de los WC (uno de los escasos fallos de la organización), veo a Vigaray, Pablo y Lu, que me ayudan muchísimo con la logística en esos últimos momentos y me dan valiosos consejos que tan bien vienen en esos últimos minutos.

Me pongo el neopreno y, 13' antes de la salida, me meto en el agua para coger un buen sitio y en ese momento, veo a Sergio que está haciendo la misma operación, así que los dos nos colocamos en 1ª fila y un poco hacia el exterior. Los últimos minutos en el agua se hacen eternos pero al fin dan la salida y allá vamos!!. Después de chocarme de bruces con un torpe en piragua, aprieto pensando en coger una buena posición en esos primeros metros, pero la gente pega muy duro, casi como en un sprint, y me llevo puñetazos, aguadillas y codazos hasta en el carnet de identidad. Voy abriéndome hueco y, hacia los 500m ya voy más tranquila y, a partir de la 1ª boya, a los 1000m aprox, ya voy nadando prácticamente sola, (primer motivo para los que opinan que nadar bien en LD no es importante) tan agustito, remontando posiciones y creo que haciendo buena grupeta detrás.

El resto de la natación, disfrutando, nadando fuerte pero a gusto y, aunque a Sergio le fastidia que diga esto ;-), me hubiera dado hasta otra vuelta de lo que me gustó y lo corta que se me hizo. Salgo del agua en 1 hora pelada (única vez que miraría el reloj en todo el IM), aunque dicen que tenía unos 200m más, pero a mi eso me da igual, que ya se que la natación de los triatlones mide N, pero mis sensaciones son de haber nadado bien. Subo la cuesta de tierra mojada con cuidado por la cintilla y me meto en la carpa con mi bolsa, en la que había dejado de todo para elegir en ese momento qué ponerme, con dos voluntarias para mi sola porque no había nadie (2º motivo para hacer buena natación en IM).



Cualquiera que vea que he tardado 7' en T1 pensaría que es impropio de alguien que viene de la CD ;-), pero ese día era importante abrigarse bien e ir lo más seca posible, ya que estábamos a 9ºC y lloviendo, así que prácticamente me vestí entera en T1 (tri-top seco, chaleco y manguitos) después de secarme bien (y de que las voluntarias me arrancaran el neopreno porque mis manos no funcionaban bien, imagino que del frío), porque el frío te hace gastar muchas energías y te agarrota los músculos y no estamos para eso. Cogí la bici, mi precioso casco Specialized verde esperanza (primer regalo de bodas adelantado de Jaime ;-)) y al lío.



Enciendo el Powertap y... ay madre, que no va!!, ¿qué le pasa?, parece que se le han acabado las pilas... ay ay ay. Justo ese día... ni uno antes ni uno después... maldito Murphy. Pues nada, por sensaciones, que he entrenado mucho el ritmo IM y sé perfectamente cómo es. En ese momento pienso en las palabras de Lu: "La 1ª vuelta hazla tranquila, aunque vayas sobrada, con cabeza fría porque te pasará mucha gente, y en la 2ª aprieta y verás como pasas tú a muchos de ellos". Y así lo hice, tranquila, deseando que llegaran las subidas (que no eran pocas... el circuito es rápido pero nada llano) para entrar en calor, sufriendo con la lluvia y pasando mucho miedo en las bajadas con el fuerte viento racheado lateral y con mis frenos que no funcionaban nada bien (se destensó el muelle y no tenían tensión... y eso que la llevé a reparar justo eso 2 semanas antes, pero volvieron a fallar... justo ese día... maldito Murphy).



El circuito es muy chulo y entretenido y pasábamos por pueblillos muy cucos con bastante animación, a pesar del día que hacía, pero allí estaban los lugareños, envueltos en mantas pero animando a los triatletas. Las subidas no eran nada sencillas, y menos la de The Hell, con unos adoquines infumables que tenías que subir bien sentadito o resbalabas, o la de Bad Vielbel, que pasaba muy rápido con tanta animación.



La 1ª vuelta pasa bastante rápido, yo creo que porque iba más centrada en no caerme, en mover los pies congelados dentro de mis calcetines empapados y en no calentarme con los que me pasaban (que chicas no fueron muchas) que en la propia bici. Y llega la 2ª vuelta y decido subir un poco el ritmo. De pronto veo a Xavigon, que me pasó a mitad de la 1ª vuelta, que me dice que ha pinchado y que, aunque ha sellado el líquido, tiene miedo de ir muy bajo. Le digo que no se preocupe, que la rueda va bien, y arranca. Como veo que al rato le sigo teniendo a la vista y sé que él va a llevar un ritmo constante porque va con el PT, decido usarle como referencia y allá que voy, a seguirle.


Como mantengo la distancia, se me van metiendo chicos en medio, siempre los mismos que somos los que ya vamos en el grupillo (grupillo legal que, por cierto, no vi casi nada de drafting intencionado... otro motivo para salir delante del agua, que está menos masificado el circuito): Sven, Sebatien, Luis,... hasta que veo que ya son muchos, me acoplo, arranco y vuelvo a recuperar mi posición tras Xavi, y así hasta Bad Vilbel, en la que ya decido llegar hasta T2 tranquila para preparar la carrera a pie. En esa 2ª vuelta el viento ya se hace casi insoportable... lo que nos decían que, quitando la subida a Bad Vilbel, los últimos kms de la vuelta se hacían a 50km/h casi sin pedalear, para nosotros fue a 25km/h y pedaleando... pero era lo que había y era igual para todos. Y, efectivamente, como decía Lu, adelante a muchos de los que me pasaron en la 1ª vuelta y prácticamente a todas las chicas que me adelantaron, así que intuyo que debo ir bastante bien posicionada. Durante toda la bici desecho los pensamientos negativos promovidos por el día asqueroso que nos está haciendo y los cambio por pensamientos positivos: "esto ya lo has vivido en Ibiza y lo superaste, así que aquí también puedes hacerlo...". Y, así, llegamos a T2...



Me vuelvo a secar bien, sobretodo mis congelados pies, cojo mi Fuel-Belt, mis botellitas de geles para rellenarlo (me daba miedo dejarlos rellenos el día antes por si se ponían malos... paranoica que es una), paso por el WC y a correr!. La bici veo a posteriori que salió en 5h44', a 31.36km/h, que no está nada mal para las circunstancias, pero ya os digo que allí mismo ni miré el reloj.

Voy con mucho miedo por la cintilla, que me volvió a dar guerra los últimos 10 días, pero sigo teniendo en mente el objetivo inicial que es hacer todo el maratón sin parar. En seguida me quedo clavada con los lumbares, como me pasó en Pescara, pero con un dolor muchísimo más fuerte. Me quito el Belt, me lo pongo, me automasajeo... el dolor es muy fuerte, pero pienso que a los 20-30' se me quitará, como pasó en Pescara, así que ni me paro y sigo, aunque sea en modo Doña Rogelia. Eso sí, las piernas van como nuevas y tengo que ir frenando para no embalarme.



Me planteo el maratón vuelta a vuelta, de la 1 a la 4, siempre concentrada y pensando en positivo, cosa no muy dificil viendo la animación que había, que siempre había gente a tu alrededor y continuamente oías "Super Ishta!!...
Superklasse!!!" ;-)... cuando hace bueno tiene que ser impresionante. Paso por la 1ª vuelta y el dolor lumbar ya no es tan grande, aunque con las cuestecillas de subida a los puentes me pegan buenos latigazos, pero al menos ya es soportable. "Venga te quedan 30km, como en Ibiza, que los hiciste perfectamente", pienso.

2 vueltas: "va, esto ya es como un medio IM, que has hecho ya unos cuantos". Sigo frenándome porque voy como una rosa, con las piernas que van solas y mi estómago portándose fenomenal con el plan de solo geles y agua a sorbitos pequeños (eso sí, el equivalente a 12 geles en la bici y 8 en la carrera a pie... os preguntaréis si no paso hambre y la respuesta es sí: me hubiera comido todos los bollos de los avituallamientos ;-), pero no me importa pasar 10 horas de hambre en mi vida si de fuerzas y energías voy bien, como así era).

3 vueltas: "¿10 km?, ¿qué son 10km?, ¡eso te lo haces con la gorra!!" ;-)). Eso sí, en la última bajada del puente de la 3ª vuelta la cintilla me da un aviso... la llevo agarrotadísima y me da miedo que me arrée el latigazo y tenga que pararme, con lo bien que voy, que ni para beber agua me he parado ni medio segundo!!. Toca bajar el ritmo, que hasta ahora había sido de 5:2X/km (aunque eso no lo sabía... ¿os he dicho ya que no miré el reloj? ;-) , no sabía qué bueno me podía aportar aparte de ponerme nerviosa, así que pasaba de mirarlo). Pasitos cortos pero seguros y sigo sin parar, aunque ya no tanto porque no quiera sino porque veo que como me pare, se me van a agarrotar las piernas y lo mismo no puedo volver a arrancar...

Última vuelta, de fuerzas como una rosa y de piernas regular, pero bastante para lo que he podido entrenar por la lesión. Ya veo el final... veo el objetivo cumplido: un IM con sensaciones de competición, apretando y haciendo el maratón sin parar y además luego vi que por debajo de las 4h (3h57'), que ni en mis mejores pronósticos.

Ahi está la meta... está jarreando, pero no me importa. Voy llorando y pego un grito de desahogo, de ver que todo ha salido mejor de lo soñado, de ver que lo he logrado... todo el esfuerzo del entrenamiento se materializa, los malos ratos por la lesión se compensan... ¡¡¡es mío!!!

10h54' y 6ª de mi Grupo de Edad

Ya en el Athlete Garden, con más hambre que el perro de un ciego (buena señal ;-)), veo a Sergio, que en ese momento no está muy contento, que lo ha pasado muy mal con el tiempo horrible que hemos tenido, pero que ya se ha dado cuenta de la gran carrera que ha hecho, terminando con un maratón a 3:19 dejándose ir en la última vuelta, que se dice pronto... y solo es el principio. También les fue bien a todos nuestros compis ecosportianos, y terminaron con nota salvo a Yoli que tuvo que retirarse por hipotermia, como pasó en Ibiza, que la verdad es que hemos tenido mala suerte, pero seguro que pronto se quita la espinita ;-).

En la siguiente: el post-IM y algunas reflexiones, que también tiene su miga ;-))


miércoles, 20 de julio de 2011

El camino al IM

Como os comenté en la anterior entrada, apenas unos días antes de la gran cita me gustaría contaros un poco cómo he vivido la preparación de mi primer IM, tanto para ordenar mis propias ideas como para que sirva de referencia (para bien o para mal) o motivación para los que os lo estéis planteando. Así que os voy a contar lo que, para mí, han sido las claves de este proceso:

 Este es mi 7ª temporada de triatlón. Hasta el año pasado me he dedicado a la corta distancia con algún toque de media distancia (que se puede hacer perfectamente con un entrenamiento de olímpica) y fue el año pasado cuando debuté en LD en el Cpto de España en Ibiza con creo que buen resultado y muy buenas sensaciones

 Durante estos años, salvo el primero que solo estaba coqueteando con el tri, siempre he tenido entrenador, primero Pablo Cabeza, después Ángel Aguado y ahora Jaime MdL, y he sido obediente y disciplinada, tanto para no despistarme y vaguear como para, sobretodo, no pasarme e ir dando los pasos que tenía que dar, por lo que considero que hemos ido edificando unos cimientos robustos sobre los que ir construyendo las temporadas triatléticas.

 Creo que precisamente por esto último, porque Sergio y yo somos como hormiguitas que vamos progresando pasito a pasito, sin prisa pero sin pausa, y Jaime así creo que lo ha visto, el entrenamiento de IM ha seguido el hilo de esa progresión, constituyendo una metamorfosis progresiva a triatletas de LD sin que sean necesarios volúmenes excesivos ni grandes machadas. Esta metamorfosis ha sido tan suave que, cuando en febrero hacíamos semanas de 13 horas estábamos agobiadísimos y en estas últimas semanas hacíamos 17 horas sin darnos apenas cuenta y sorprendiéndonos al rellenar la ficha semanal porque nos parecía que habíamos entrenado poco

 Símbolo de esto último, de que no ha sido necesario hacer entrenamientos apocalípticos, es que la salida más larga en bici ha sido de 153km (con series acoplada y solita al ritmo que tenía prescrito, nada de pasear) y la carrera a pie más larga ha sido de 1h50’ (poco más de 20km para mí y unos 25km para Sergio). En natación una vez hicimos 4500m y el resto normalmente entre 2500m y 3500m.

 Aunque no me gusta hablar únicamente de volúmenes porque se obvian los entrenamientos de calidad que han sido muchos, 8 han sido las semanas que hemos superado las 15 horas de entreno, con 4 por encima de 17h, que eso para nosotros no está nada mal y más teniendo en cuenta, como digo, que había entrenamientos de calidad (que a mí me habían contado algo de que la LD era rodar y rodar y yo creo que he sufrido más en el agua y en la bici que nunca).




Azul - natación; Amarillo - ciclismo; Verde - carrera a pie; Rojo - otros (gim, pilates, elíptica, etc)



 Siguiendo con los números:

o TOTALES (desde finales de noviembre): 275km de natación6350km de bici468km a pie

o MEDIA ÚLTIMAS 24 SEMANAS13 horas semanales con 8300m de natación - 215km de bici14,3km a pie (sí, habéis leído bien)

 Analizando cada disciplina:

o En natación hemos notada una bajada en el volumen, que antes apenas bajábamos de 10000m/semana con 4/5 sesiones y este año lo normal era hacer 3 sesiones semanales. Eso sí, en invierno/primavera nos hemos metido palizas piscineras como en nuestra vida de modo que, cual perro de Pavlov, nos temblaban las canillas cada vez que olíamos a cloro. Pocos metros pero mucha calidad que nos ha permitido mantener el nivel (e incluso, al menos para Sergio, dar un salto importante). Personalmente he echado en falta que algún delfinillo me saque un poco de punto de vez en cuando, que el 99% de los entrenos los he hecho sola o tirando yo, pero esas han sido las circunstancias y, aún con eso, creo que le hemos sacado jugo a la piscina.





o La bici creo que ha sido la clave. Un invierno/primavera con unos entrenos de calidad en el rodillo de hasta 2 horas que te dejaban las piernas hechas puré y una primavera/verano con bastantes kilómetros pero siempre marcados por las series con la inestimable ayuda del Powertap. Cumpliendo siempre los entrenos pero sufriendo mucho… pero, por suerte, parece que ha dado resultado y las sensaciones que tengo ahora son muy buenas.








o La carrera a pie marcada totalmente por la lesión en la cintilla cuyos primeros síntomas se dejaron ver la semana -26 (principios de enero) y que me han tenido 5 semanas ignorando las señales, 2 meses sin correr nada y otros tantos haciendo “cacos” tratando de recuperarme (lo veis claro en la gráfica). En la semana -8 ya pude empezar la carrera continua y en la -4 ya corro 1h50’ seguida sin molestias. Sé que voy justísima, pero teniendo en cuenta el momento de Decisiones que tuve, ahora me doy con un canto en los dientes. Hay que confiar en el entrenamiento cruzado y en que el fondo lo tengo y, total, la velocidad tampoco me va a afectar mucho…




 En cuanto a las competiciones, no me gustaba el plantearme una temporada en la que todo girara en torno al IM. Me gusta el triatlón y me encanta competir, y el IM es como cualquier otro objetivo principal de los que he tenido en mis otras temporadas. Tenía en mente competir algo menos de lo habitual para no tostarme mucho, pero al final ha sido mucho menos por la dichosa lesión. Eso sí, con lo poquito que he hecho, me siento contenta y creo que he rendido todo lo que podía rendir dadas las circunstancias.

 Ahora, con la sensación de trabajo bien hecho, pero con la inseguridad que provoca siempre el haber tenido una lesión tan latosa, me presento en Frankfurt con la ilusión de hacerlo bien. Como he dicho en alguna ocasión, no sé en qué tiempo ni me importa, pero la idea es llegar lo más delante posible y con las mejores sensaciones posibles. Mi satisfacción sería total si pudiera correr todo el maratón (salvo caminar en algún avituallamiento, claro, pero poco más), aunque no sé si me preocupa más la cintilla o mi estómago, pero hay que pensar que todo irá bien. Por suerte, se ha cruzado en mi camino el nuevo objetivo del Ironman 70.3 Las Vegas, así que la tensión del IM está más suavizada y eso siempre da tranquilidad.





Bueno, pues espero poder contaros desde allí cómo ha ido y, si no, a la vuelta croniqueo lo que haga falta :-)