lunes, 27 de julio de 2015

Pálmaces

Desde que debuté allí en mi primera temporada triatlética allá por 2005, cada año he intentado estar en este mítico triatlón, que sin duda es mi favorito

 ¡Mucho menos postureo!
Esta creo que ha sido mi 7ª participación y año tras año me he ido superando, desde las 4:30 de ese primer año (con los últimos 3 kilómetros dando tumbos en modo walking dead… pero bastante que pude superar la distancia con 6 meses de entrenamiento!) hasta las 3:15 de este año, siempre desde el respeto y sabiendo que en cuanto me descuide puedo pegar una explosión que se oiga en Tres Cantos. Y es que Pálmaces tiene un “nosequé” que hace que veas escenas más propias de un IM que de un olímpico, así que cuesta “pillarle el punto” y, aún con eso, nunca puedes relajarte.

Afortunadamente, desde Valencia he encadenado 4 semanitas buenas de entrenamiento, lo que hace que te olvides un poco de todo lo anterior. He podido coger ritmito y sensaciones, haciendo algunos entrenamientos largos con buenos números, así que llegaba a Pálmaces motivada y con ganas de hacer una buena competición, aunque con el cartel que había este año, no me planteaba nada concreto a nivel de puestos y demás. Sólo quería sentirme bien, acabar fuerte y no petar demasiado, que no es poco. Por desgracia Sergio está con broquitis y no puede estar disfrutando de su tri preferido, pero allí está animando el pobre con la vocecilla que le queda.

Después de un poco de calentamiento ya estamos todos en el agua esperando el bocinazo. De nuevo este año recuperamos el formato “todos a una”, que teniendo en cuenta las poquitas chicas que somos, yo prefiero. Es verdad que los primeros metros te muelen a palos, pero luego ya coges tu grupillo y se hace mucho más ameno que ir sola. 

 Foto: Carlos Triatlón

Y así fue, una vez que estuve en el grupo que me tocaba (por delante había otro gran grupo a 2’ que hubiera sido muy muy difícil que hubiera podido enganchar), simplemente me limité a estar atenta a posibles cortes y a seguir las burbujitas, que en los últimos metros fueron las que formaban los pies de Mabel.



Salimos 4ª y 5ª del agua tras Sara, Aída y Paula, así que bien está. A la bici y a por ese “hasta Atienza y vuelta” que me conozco tan bien. No hace excesivo viento ni excesivo calor, así que pongo el piloto automático controlando los vatios en todo momento, fijando como objetivo un IF de 0.85 tratando de acercarme a una media de 165-170w.



Foto: Carlos Triatlón

Ida hasta Atienza pestosilla, con el viento y el pica-p’arriba, y la vuelta más agradable y rápida, pero con las piernas ya protestando. Al final objetivo de vatios conseguido, aunque siempre te queda la cosilla de haber podido dar un poco más.
  


 Volando bajo en la Felt

Lo bueno es que llego a T2 en el mismo puesto (femenino, claro, que chicos me adelantaron unos cuantos) que salí, así que eso siempre es de agradecer ;-).

 
Por delante lo que hay se me antoja inalcanzable así a priori, y por detrás sé que vienen Leonor Font, Alba Reguillo y Lucía Pérez, que salvo que tenga bastante renta, me pillan casi seguro, pero bueno, yo a lo mío. Llevo buenas piernas, así que intento mantener el ritmo “sin fliparme”, que ya sé cómo es esto y luego se paga.


Me cruzo con Sara que va andando y luego veo a Lucía que está fuera de carrera (¡ánimo a las dos!), pero por detrás Alba y Leonor se acercan peligrosamente, hasta que en km 8 más o menos me pasan arrancándome las pegatinas. Yo sigo a buen ritmo gracias a los ánimos de otro triatleta, Javier, que se queda a mi vera haciéndome la carrera a pie mucho más llevadera desde los primeros kilómetros, ¡gracias!.
 

Estoy 6ª y veo que Julia, la 7ª, no está lejos, así que no me puedo dormir en los laureles. Los últimos 2kms con la subida se me atragantan un poco (¡pero a quién no!), pero ya está la meta, que cruzo en una 6ª posición que me sabe a pódium en lo que creo que ha sido mi mejor Pálmaces, haciendo 3h15’ (8 minutos menos que el año pasado y 5’ menos que mi mejor tiempo, aunque sé que esto tampoco dice demasiado porque depende de mil factores) y no bajando por sólo 2” de 1h en la carrera a pie, barrera que siempre he creído inalcanzable!.



Foto: Carlos Triatlón
En las míticas escaleras-podium que tanta ilusión hacen!
Enhorabuena a las 9 chicas con las que compartí escaleras y cómo no al resto, que cruzar esa meta no es nada fácil!. Me alegró muchísimo el carrerón de Mabel y la vuelta a los ruedos triatléticos de Aída, dos grandes luchadoras ambas.
 
Y con esto comenzamos las últimas 7 semanas antes de Gales, que serán de buen machaque pero afortunadamente con las vacaciones por medio, así que al menos ganaremos un poco de descanso que es lo que más hace falta para poder asimilarlo.

Nota: fotos PicRun.es cortesía de Christian Gallegos. ¡Gracias a él y al omnipresente Carlos por las fotos!!