martes, 23 de marzo de 2010

¿Cueces o enriqueces? ;-)

Creo que todos nosotros hemos leído u oído más de una vez eso de que el triatlón no es un deporte, sino que es una forma de vida. Yo puedo estar de acuerdo o no depende del día y depende del tema de la conversación. Si la cosa se pone en plan mística, suelo tirar más por el “si esto es deporte, deporte de competición, sin más y sin menos”, porque tampoco hay que pasarse ;-). Pero por lo general, si miro a mi alrededor, puedo decir que hay un poco de todo.

A veces imagino qué pensaría si grabara en vídeo una de mis semanas, lo que hago a lo largo de los días. Probablemente desde fuera alguien pensaría que todo es un estrés, pero a mí es precisamente ese estrés el que me relaja. Y es que es verdad que, además del deporte, hay muchas cosas relacionadas con el triatlón en mi vida que me ocupan más o menos tiempo, y es también lo que le da la sal al bistec triatlético.

Y una de estas cosas, como parte de mi labor como ecosportiana y como miembro de la Junta Directiva de Ecosport, es colaborar en la organización del duatlón Villa de Alcobendas. Para todo el club es una cita importantísima, para la que nos preparamos durante semanas para que quede todo bien atado. Este año además con el añadido de la responsabilidad que supone el querer hacerlo perfecto para hacer que Miguel, allí donde esté, se sintiera orgulloso de nosotros.




Cualquiera puede saber o intuir que organizar algo, por pequeño que sea, nunca es fácil. Está claro que nunca llueve a gusto de todos, pero tienes que intentar que la experiencia sea satisfactoria para la mayoría, organizando todo en detalle y capeando los imprevistos que ponen a prueba tu capacidad de improvisación. Y, para colmo, siempre existe algún desagradable que te toca las narices en algún momento delicado y hace incluso que se te pase por la cabeza la idea de que no merece la pena tanto esfuerzo, de que estarías mejor pedaleando por ahí como están haciendo la mayoría de tus “congéneres” en ese momento, sin tener ni media complicación. Pero sí, lo merece. Cuando lo consigues, cuando todo sale bien, cuando todo se llena de sonrisas y de gente disfrutando, sabes que merece la pena de todas todas. ¿Hay algo más bonito que regalar sonrisas?.






Así que os recomiendo a todos que colaboréis en la organización de alguna competición, o que os lancéis a organizar algo aunque sea a pequeña escala, primero por la satisfacción que da saber que estás colaborando en algo tan constructivo para nuestro deporte, porque solo a base de gente remando se llega a algún puerto, que si todos estuviéramos "de miranda" flotaríamos a la deriva y sin rumbo, y segundo porque hacerlo te da otra perspectiva y una visión de la que se aprenden muchísimas cosas, entre las que está el valorar mucho más las experiencias que vives y tener una visión mucho más positiva de las mismas.


martes, 16 de marzo de 2010

Esto va teniendo mejor color

¡Cómo se nota que el tiempo ha dado una tregua la semana pasada!. Ahora, las famosas grafiquillas, ya se van pareciendo a un entrenamiento de verdad y ya se refleja el trabajo que estamos haciendo.

Por desgracia, los números del entrenamiento está demasiado ligados al ciclismo, ya que al final es donde más tiempo pasas cuando puedes pasarlo. Para evitar tanta dependencia de las dos ruedas, nuestros bloques de carga están relativizados mediante una variante, siendo esta de 1 para ciclismo, 1,3 para natación y 1,5 para carrera a pie. ¿Qué de dónde lo hemos sacado?, pues desafortunadamente de ningún sitio, y no es más que un valor que trata de reflejar nuestra sensación de carga después de un entrenamiento. Así, 2h de bici nos dejarían tan “tostados” como 1h20’ de carrera a pie o 1h30’ de natación (que tampoco es real en absoluto, pero desde luego se aproxima bastante más que una relación 1:1).

Pero bueno, como esos diagramitas de bloques por RPE (sensaciones subjetivas) son personales e intransferibles, para nosotros nos vale.

El caso es que la semana pasada ha sido más específica de carrera a pie, sumando 4 sesiones de las cuales 2 fueron bastante exigentes, con un lunes con trabajo de técnica de carrera + cuestas cortas (20x30m cuesta + unos 1600m fuerte rodeando el polideportivo + 20x20m cuesta) que nos dejó los gemelos tiritando y un jueves con 3x2’+3’3’+2x4’ chispeantes, otra de trote alegre larguito (1h07’) y una 4ª centrada en la técnica de carrera. Y el caso es que tanto correr me deja las piernitas echas polvo (y digo tanto correr y apenas he pasado de los 35km jajaja).

En bici también cumplimos, entre el tradicional rodillo de los miércoles, el sábado que conjugó velódromo y mucho ir de acá para allá con la bici (más que un entrenamiento, casi fue un medio de transporte durante toda la mañana) y el domingo que empezó como una salidita tranquila y terminó a puros palos con un grupillo del C. C. Sanse… vaya calentón más tonto.

Y en natación, pues se ha hecho lo que se ha podido… El caso es que el lunes tropecé calentando en la pista y me pegué un buen trompazo sobre el costado izquierdo, así que el martes me tuve que salir del agua tras 1500m de los que más de 1000 tuvieron que ser con recobro subacuático porque me dolía el hombro, el miércoles, como seguía con molestias, algo tuve que forzar en la piscina (claro que, nadando con mallas y camiseta y metiendo palas y tuba, no me extraña) y el jueves me levanté torticolísica perdida, que se juntó además el viernes con molestias otra vez en la espalda (aunque en la sesión de natación no me molestó)… estoy hecha un trapín jeje.

Pero bueno, no me puedo quejar… Y esta semana, a ver si nos respeta el tiempo y podemos seguir carga que te carga, que a la siguiente toca descargar y coger fuerzas para Semana Santa, que falta harán. Eso sí, entre carga y carga, mucho trabajo para tratar de que salga todo rodado el domingo en nuestro duatlón. ¡Estáis invitados!.


martes, 9 de marzo de 2010

Qué rollo

Qué aburrimiento de invierno. Esto ya pasa de castaño oscuro. Cuando no ventea, jarrea si no nieva y, cuando no, hace un frío del carajo. Y, ¿qué es lo que pasa?, que no os voy a decir que no entrene, porque no es cierto… entrenamos, entrenamos. ¿O no?. Bueno, la cosa es que “nos movemos”, cada día, pero el problema es que nos movemos sin orden ni concierto y eso no sé si es digno de llamarse entrenar.

Recibimos los entrenamientos semanales, abrimos el Excel y en paralelo una ventanita con el Accuweather y, entonces, empieza el baile. Pero claro, no es un baile libre, sino que tiene sus condicionantes, entre los que el hecho de que los únicos días disponibles para la bici sean el sábado y el domingo y, si aparece un dibujito de nubes goteantes esos días, ya la hemos liado. Porque, nos guste o nos disguste, los números de la semana están tremendamente ligados a la bici, que es donde más horas se te van. Aún si miramos nuestras gráficas de carga, que consideran también la variable intensidad, el factor tiempo sigue siendo demasiado influyente, así que la cosa está así, plana, plana.


Hasta la semana 17 la cosa era más coherente, con su "diente de sierra", pero a partir de ahi... uffff


Y así no hay ni semanas de carga, ni de descarga ni ná de ná. Y si no “rompes el cuerpo” (bueno, el cuerpo no, la homeostasis más bien… eh, de algo tiene que servirme el haber terminado el curso de entrenador nivel 1 jeje), no puedes arreglarlo y, si no lo arreglas, pues no mejoras. Ya puedes entrenar 20 horas a la semana que si siempre haces lo mismo, una semana tras otra, el cuerpo se acostumbra y se estanca. Hay que estirar la goma, y estirarla, y estirarla, y luego soltarla un poquillo, y así sucesivamente, y podrás darla de sí, sin romperla ni dejarla como estaba.

Y, lo malo del asunto, es que como soy consciente de esto, por mucho que tenga mi tablita rellena cada día, la mayoría de los días con 2 sesiones (los días que se puede, claro, que como una está en mil fregaos, pues a veces hay que priorizar otras cosillas), pues no estoy nada contenta con lo que llevamos de entrenamiento hasta ahora. Todo es lineal o, lo que es aún peor, en semanas que supuestamente son de descarga, a lo mejor podemos sacar la bici 1 día y ya se vuelven iguales que las de carga, que por mucho que hagamos rodillo y que sudemos a lo grande con unas cuantas series en el salón (el 2x10' + 10x1' + 1x5' del domingo me reventó completamente, por no contar con las series de fuerza específica trabajando atrancada en el rodillo después de una sesión de hipertrofia de piernas en el gim el sábado), no hay quien sume la suficiente carga, porque cargar en indoor sería demasiado deprimente y psicológicamente me es casi imposible.

Esto es el volumen (sin contar gimnasio). Lo único que se mantiene más o menos constante es la natación, con sus subidas y bajadas lógicas, pero con constancia. La bici y la carrera a pie van a golpes completamente y dependientes 100% de la climatología


Pero bueno, está claro que es lo que hay. Afortunadamente veo esta temporada tan larga que tampoco me preocupa en exceso. Ya tendremos tiempo de cargar y descargar. De momento me conformo con mantener, que no es poco. Y hay que pensar que en menos de 1 mes llega Semana Santa y, si el tiempo acompaña, que esperemos que sí, toca campus intensivo de ciclismo, así que intentaremos recuperar el tiempo perdido, que falta nos hace…

La línea azul es algo así como "la mejora conseguida con el entrenamiento" y, como veis, hace tiempo que no sube... tampoco baja, pero ahí se queda quietita. Y eso es así porque el estrés baja (línea rosa) y la recuperación aumenta (línea amarilla), así que no someto al cuerpo a ningún tipo de tensión y, sin tensión+recuperación, no hay mejora.

lunes, 1 de marzo de 2010

"Talón de aquiles"

Todos todos cojeamos de algo. Yo siempre “presumo” de que nunca he tenido una lesión (sí algún dolorcillo, más o menos persistente, pero nada más que sobrecargas lógicas por el puro entrenamiento y que en ningún caso me han impedido entrenar con casi total normalidad), pero esto no es del todo cierto, porque las caídas que he tenido con la bici bien pueden considerarse lesiones.

Han sido tres: una en mi primer año, por no apañarme bien yendo en grupo, me comí la bici del de delante y caí al suelo sobre mi rabadilla. Mucho dolor y, sobretodo, mucho susto, porque ni sentía ni podía mover las piernas. Ambulancia, antiinflamatorios, reposo en cama unos días y sin consecuencias. La tercera fue poca cosa, en la Liga de Clubes del año pasado… para qué contaros más, si ya os conté ;-). Consecuencias: solo unos días sin poder entrenar, alguno más sin piscina y unas bonitas cicatrices en mi piel.

Pero la segunda… caída tonta, bajando a 47km/h (recuerdo haber mirado el cuentakms poco antes), hoyo en la carretera que no veo por una sombra de un árbol y, por estar “desacoplándome” y, por ello, no tener el manillar bien sujeto, se va el manillar y salgo por los aires para caer después arrastrándome por el asfalto. Susto gordo (sobretodo para Sergio que venía detrás y vio todo), quemaduras, casco roto y esguince cervical. Y ese esguince cervical, que me produjo muchos vértigos (que incluso volvieron 4 meses después y tuvieron que medicarme, lo que me produjo unos efectos secundarios bastante chungos), muchos días de collarín y una rehabilitación que creo que me terminó de fastidiar, ya que incluía “colgarme” de la cabeza con un contrapeso. ¿Y cuál fue la consecuencia?, pues una bonita rectificación cervical (bueno, más que rectificadas, están casi del revés… cifosis cervical, que se llama)





Y, claro, lo que ocurre con esto es que las cervicales no amortiguan y los impactos de los entrenamientos se van repartiendo por los músculos hasta que se sobrecargan, se contracturan y duelen… duelen siempre, unas veces más y otras menos, pero la molestia siempre está ahí, así que toca cuidarse, ponerse calor, no dejar de nadar y visitar al fisio de vez en cuando (aunque voy mucho menos de lo que debería).

¿Y para qué os cuento esto?, pues, ¿os acordáis del latigazo que me daba en la espalda, a la altura de la “paletilla izquierda” al correr?, pues el diagnóstico es… rotura de fibras :-S. Con razón me pegaban esos latigazos… Tratamiento: antiinflamatorios, cuidados especiales de mi fisio Ángel alias Manos-Mágicas y procurar no hacer el brutico en los entrenos (aunque por suerte no me ha mandado reposar ;-), aunque el jueves después de que me pegara la paliza del siglo en la espalda sí que descansé).

Por suerte parece que va a mejor, que está menos hinchado y duele menos. El sábado incluso pude trotar 30’ suavecito (aunque luchando contra el viento ciclogenésico más de la cuenta) sin que molestara (aunque lo notaba, así que tuve que ir muuuuy despacito). Por suerte nadando y en bici no me da problemas, así que el viernes tocó sesión de 1 horita de rodillo con cambios de ritmo antes de la sesión natatoria de rigor (donde nos dimos una buena paliza a base de aletas, tuba, palas, camiseta y series de 25), el sábado sesión de gim (tren inferior solo, que las pesas sí pueden hacerme pupita) seguida de series atrancados en el rodillo (además del trote vespertino que ya os he comentado) y, el domingo, como plato fuerte de la semana, 95 soleados kms sobre la bici (a más de 30km/h de media) con varios momentos de querer lanzar el bidón a alguno de mis compañeros de grupeta (bruuuutos) y rompiendo todos los récords de potencia de Sergio ;-) (menos mal que mi fisio iba en la grupeta, así que contaba con su venia para el entreno jeje) y un poquito de pisci por la tarde.


Foto dedicada a Furi (por el casco ;-)). Posición en la cabra versión draft. Claramente mejorable y en proceso de... ;-)


Para ser una semana que nos habíamos autoimpuesto como descarga, al final, el fin de semana, se nos ha ido animando… ;-)