martes, 10 de diciembre de 2013

Cuarto trimestre

Dicen que para los bebés, los tres primeros meses de vida son como el cuarto trimestre de su gestación, ya que necesitan de ese tiempo para adaptarse al mundo después de pasar los otros tres trimestres en un estado de gloria infinita en la barriguita de sus mamás.

Pero no son sólo ellos los que tienen que adaptarse, sino también los papás, que sufren un giro radical en sus vidas: pasan de ser ellos quienes eligen su destino a tomar cualquier decisión, por pequeña que sea, pensando en esa personita que ahora es el eje de sus vidas. Así que nosotros también estamos acabando ya nuestro primer trimestre de adaptación. 




Tengo que reconocer que el primer mes fue muy duro para los dos, pero creo que a ningún padre le sorprenderá esto. Y celebramos el final de ese primer mes con un viaje a Almería a la Liga de Clubes (donde Sergio puso broche de oro a su temporada 2013) donde Iria empezó ya a tomar contacto con el mundo triatlético.

 Nunca se es demasiado pequeña para un buen postureo de pies playero 
Después, poco a poco ha ido mejorando, tanto porque Iria se va adaptando a nosotros como nosotros a ella, nos comprendemos mejor y nos sentimos desbordados menos veces al día :-). Así que poco a poco la vida va volviendo a la normalidad y nuestro puzzle diario ya empieza a cuadrar con nuestras espectativas, que eso incluyen nuestra vida como padres, como trabajadores, como matrimonio, como familia, como amigos y por supuesto como triatletas. Así que hablemos de triatlón (que es de lo que va esto, que como empiece a hablar de mi pequeña me cargo el portátil de lo que se me cae la baba :-)).

Como ya os adelanté, la cuarentena hay que respetarla, así que durante 6 semanas sólo caminé con el carrito y poco más. Durante muchos días estaba mordiéndome las uñas, porque me encontraba genial y tenía ganas de despejarme unos minutillos haciendo algo de deporte, pero hay que hacer las cosas bien, así que tocó contenerse, porque durante ese tiempo las cosas por dentro andan muy sueltitas y un paso en falso puede suponer problemas en el futuro.

Pero una vez se terminó esa fase, empecé a introducir el deporte poquito a poco. Primero la natación (con una primera sesión en el mar almeriense)



¡¡¡Qué fría!!! 
 y la marcha a un ritmito un poco más alegre (incluyendo una subida al Cerro de San Pedro en la que Sergio me llevó con la lengua fuera). 



También mi sesión semanal de Pilates (que es una clase individual y dedicada a mi estado), en la que me enseñaron a hacer ejercicios hipopresivos que repito todos los días en casa (son unos 10') y que me están ayudando a fortalecer suelo pélvico, tan importante en la fase postparto. 

También sobre la semana 7 comencé a introducir un poco de rodillo, que va a ser un amigo fiel esta temporada. Menos mal que con el Wahoo se simplifica todo un poco al no tener que estar cambiando la cubierta en cada sesión.


Y también reinicié las rutitas ciclistas, el primer día con apenas 1 hora que me hizo darme cuenta de que, aunque había estado haciendo rodillo hasta el final del embarazo, hay cosas que tras casi 1 año sin salir a la calle se pierden inevitablemente, como la agilidad en la conducción y en el manejo de cambios o la capacidad para cambiar de ritmo, por no hablar de lo que se sufre en las cuestas ufff. Afortunadamente esa sensación de "ser nueva" se va esfumando según voy saliendo a pedalear al aire.


Hacia la semana 8 ya introduje un bloque de elíptica de unos 20-25' intercalado en las sesiones de marcha y no ha sido hasta la semana 10 en la que he empezado a trotar (he leído en varios artículos que para empezar a correr hay que esperar 10-12 semanas en el caso de parto vaginal y algo más si es cesárea y que es aconsejable llevar al menos 1 mes realizando ejercicios diarios hipopresivos, así que he sido obediente). Así que es época de CaCos (CAminar-COrrer), desde el 4'CA-1'CO inicial hasta el 2'CA-4'CO en el que estamos ahora, llegando a sumar ya más de 30' corriendo, que no está mal, y teniendo sensaciones que van mejorando en cada sesión (y menos mal, porque al principio era horrible!). Por el momento seguiremos con los CaCos poco a poco porque en principio prefiero afianzar la carrera a pie trotando a ritmos un poco decentes aunque sea en bloques de pocos minutos que tratar de correr más tiempo a ritmos muy bajos, que entiendo que biomecánicamente será más efectivo.

Y todo esto gracias por supuesto a la inestimable colaboración de los abuelos, que están siendo fundamentales para que pueda ir haciendo algo. De momento con poder sacar una sesión al día de 45'-1h entre semana y algo más el fin de semana me doy con un canto en los dientes y sirven para ir cogiendo ritmito y volver a sentirme triatleta y, si se hacen bien, yo creo que se les puede sacar juguillo.

Y pensaréis, esto ¿para qué?, ¿qué objetivo tiene?. Pues de momento poder seguir haciendo un poco de deporte, que ya casi es una necesidad, y a partir de ahí... lo guardamos para la siguiente entrada ;-).