domingo, 25 de julio de 2010

Doblete: Pálmaces+Open

Como viene siendo tradición desde que empezamos en el tri allá por 2005 (salvo en 2008 que estaba en el Cpto. de España por Autonomías), el sábado volvimos a Pálmaces (1800-60-12.8 a las 16:30 en plena Alcarria) como siempre con ganas de hacerlo bien pero con la incertidumbre de saber cómo acabaremos, que en este triatlón nunca se sabe si llegarás corriendo o arrastrándote ;-). Este año parece que no hace demasiado calor (30ºC) aunque el viento me mosquea un poco… veremos a ver qué pasa…

Salida desde el agua, mucho nerviosismo con la “línea imaginaria de salida” y ¡¡moooooc!!!, vamos para allá. Siempre digo que me encanta nadar en Pálmaces, porque acostumbrada a ser 4 gatas, nadar con más de 200 personas te facilita mucho las cosas… después de los 300m iniciales de golpetazos de rigor, claro ;-). Este año además teníamos la novedad de que entre el viento y las barcas aquello parecía el Cantábrico, ¡¡qué de olas!!!.

Ese gorro rosita soy yo :-)


Después de la batalla inicial me veo en medio de los dos frentes que se han abierto, así que opto por ir hacia el de la izquierda, que parece que hay más gente y, cuando llego, veo que tengo a Sergio al lado, ¡qué alegría!!. Miro a ver qué se cuece por ahí y veo un grupo a unos 20m por delante, así que ¡allá vamos!!. Voy avanzando y pienso que llevo a Sergio detrás, pero el pobre dice que con las eses que iba haciendo no me pudo seguir :-(. Agarro al grupito y con ellos giro la 1ª boya. Tras otros golpetazos, veo que voy muy suelta, así que no me conformo con ir ahí y sigo avanzando hasta que, en la 2ª boya, me junto con Arturo Formariz, así que ya tengo buena compañía en el camino de vuelta.

Me pongo detrás y veo que Arturo se va desviando, pero prefiero quedarme ahí porque siempre es mejor ir acompañada que sola, aunque hagas algún metro más y pienso que en algún momento se dará cuenta y corregirá la trayectoria… pero no, y cuando veo que como siga así acabamos en la presa ;-), decido cambiar el rumbo y tirar solita hacia la boya de salida. Me veo bien, deslizo e incluso me acerco al grupo de delante, que resultó ser el de Jaime (que solo me sacó 45”… cuidadín que a la próxima te pillo ;-)). Arturo nos ve, corrige el rumbo y se une a nosotros y así salimos juntos a tierra.




Me cantan que voy 2ª después de Ana Burgos (que me sacó 1’30”, lo mismo que en un sprint… yo y mi punta de velocidad jajaja), cojo mi cabrita y mi casco aero y a por la bici!. La salida hasta la carretera principal, que son 5km prácticamente subiendo, la hago tranquila, sin cebarme, que sé que esos excesos luego se pagan. Me van pasando un montón de chicos, pero es lo que tiene salir la 18º del agua... Llegamos a la carretera y, madreeeeee, vientazo de cara… toca sufrir. Siempre digo que Pálmaces tiene una bici de ir a plato casi todo el tiempo, pero con ese viento usé mucho más mi platín del 36 que el 50, ya que intentaba no atrancarme y tirar de cadencia. En el km 12 más o menos me pasa Sergio, que dice que no le responden bien las piernas… vaya :-(.

No voy mal, acoplada casi todo el tiempo y, aunque el viento me va machacando, me encuentro fuerte. Y así llegamos a Atienza, al punto de giro, donde soy consciente de que ya ha pasado lo peor, así que eso me anima. Tengo a Ruth pisándome los talones, y aunque sé que me va a pasar en breve, decido no ponérselo fácil ;-), así que intento ir fuerte, pero eso de llevar un plato del 50 con el viento de culo y picando para abajo hace que, aunque fuera a 120 rpm, me pasaba la gente como aviones (Ruth incluida), pero bueno, es lo que hay (ya veremos si el año que viene cambio el compact por unos platos normales para la cabra… eso sí, siempre Q-Ring).


Bajada hacia el pueblo (con casi 3’ menos de bici que el año pasado a pesar del ventarraco) y toca correr… ¿responderán las piernas y el estómago?. Pues parece que las piernas van bien, pero el estómago no tanto… no va muy mal, pero siento que voy ahí, al filo de la navaja, con un poco de presión a ratos en el diafragma, así que intento ir alegre pero sin pasarme, que sé de sobra que intentar ganar 1’ en este triatlón puede suponer perder 5’ como te de la petada…Además, veo que a la 4ª la llevo lejos, así que tampoco me preocupa demasiado…



Pero en el giro de los 9km veo que la 4ª se me ha echado encima… ay ay ay. Aprieto todo lo que puedo, pero resulta que es una keniata escondida en el cuerpo de una triatleta del Lagunak ;-), así que justo antes del cuestón (a 1km de meta más o menos), me pasa arrancándome el dorsal casi, así que mi gozo en un pozo… me quedo sin mi podium :-(, pero bueno, hago 4ª, que no está nada mal (y la 75º de la general, que está más que bien), así que estoy muy muy contenta :-).




Entre la entrega de premios, el sorteo (que nunca nos toca nada :-( ), la caldereta, el viaje de vuelta y demás, nos fuimos a la cama a las 2:15 de la mañana… y a las 7:15 en pie, que toca ir a la casa de Campo a por el Open de Madrid (que es el mismo formato que la Copa del Rey, contrarreloj por equipos). El año pasado hice también doblete con el Juan Carlos I (Cpto de Madrid), pero aquello era individual, así que no tenía la presión de tener que dar la talla para no incordiar a mis compañeras… Pero bueno, aunque muy fresca no es que estuviera tampoco ;-), al final no se dio mal y pude cumplir e incluso ayudar a mis compis en lo que pude (a la pobre Yurena la llevé a empujones en el agua ;-)… una buena paliza, ufff). Y, finalmente, nos alzamos con el 2º puesto y con un buen ensayo para la Copa del Rey de dentro de 2 semanas, así que mereció la pena :-).

Fotos: David Fernández

lunes, 19 de julio de 2010

JCI


Como ya os adelanté, el pasado domingo participamos en el Triatlón Juan Carlos I que, además, era Campeonato de Madrid (y ese era el motivo fundamental para participar, así como el de ir cogiendo un poco de ritmito después de nuestras mini-vacaciones, que parece mentira lo aplatanao que te deja el cuerpo esa semanita de parón).

Mi planteamiento era el de hacerlo en modo-entrenamiento. Esto no significa que en plena carrera me deje ir, no, que eso ya sabéis que con un dorsal colgando me es poco menos que imposible ;-), sino que encajo la competición tal cual en una semana de entrenamiento normal, sin descarga ni descanso ni nada de eso. Esto tiene la ventaja de que sirve como sesión de calidad y de que no interfiera en tu ciclo de entrenamiento (que este año, con tantas competiciones, no estamos entrenando como se debe, porque entre que descansas para la competición y luego tardas algunos días en recuperarte al 100%, es imposible mantener un nivel de entrenamiento elevado), pero claro, el cuerpo no responde igual cuando va descasado que cuando está cargadete, pero hay que ir concienciado y saber que es lo que toca.

Así, con esa idea, salí el sábado solita con la bici, que Sergio no se lo planteó igual que yo, y, aunque iba con la idea de no apretar demasiado, pues… ya sabéis lo que pasa con el carril-bici, que me acabo picando hasta con mi sombra y ;-), así que al final la cosa quedó en 78km a 29km/h (que para el calorazo y el viento que hacía no estuvo mal) seguidos de una mini-transición para oxigenar un poco las piernas.

Y así nos plantamos el domingo, con un madrugón importante para acompañar a Sergio, que ellos salían a las 9:30 (que luego fueron las 10h), y las piernecillas calentitas a ver qué tal se daba con la pinta de calorazo que tenía aquello… Y a Sergio se le dio más que bien, que llegó el primerísimo de todos los Grupos de Edad (porque las salidas se daban cada 1’ y él salió en la primera) cortando la cinta de meta y todo… ¡¡qué momentazo!!!, ¡¡impresionante!!!, ¡¡enhorabuena!!!!!.







A las 12h, con la fresca (creo que la cosa rondaba los 36ºC, ufff), llegaba el turno de las chicas, todas juntas esta vez, casi 100 chicas en la línea de salida… impresionante. Salida desde el agua y, lo normal cuando hay tanta gente, unos cuantos golpetazos. Llevo una chica al lado con el tritraje negro que no para de canearme, me paso al otro lado y me sigue dando, vuelvo al otro y venga a darme otra vez… ¿pero qué pasa??. Total, que entre golpe, patada, empujón y codazo, cuando me quiero dar cuenta y levanto la vista resulta que nos hemos ido a Pernambuco!!. Estamos casi tocando el muro de la izquierda del canal y veo a nuestra derecha una gran boya que hay que dejar a la izquierda… bien vamos así, ay ay ay. Total, que decido que hasta aquí hemos llegado, meto 5ª y a la boya que vamos. Así consigo zafarme del grupo de las boxeadoras y llego más tranquila al rampón de salida…



Transición larguísima (en la que, cómo no, me adelantan más de una y más de dos (siempre igual)) y a la bici!. Curiosamente me encuentro bien desde el principio y parece que las piernas responden, así que me echo sobre el acople y empieza la caza!. Voy pasando a algunas chicas que no me pueden seguir (supongo que porque no lo intentan, porque el circuito es muy llano y a rueda se tiene que ir fenomenal) hasta que doy caza a Esther Barquero y se une a mi ritmo. Parece que no tiene un buen día y no puede ayudarme, pero bueno, estas cosas pasan y ella es de las que curran normalmente, así que no hay problema.



Sigo enciscada viendo, además, como el grupo de Chose se va acercando, así que intento que no me cojan, no por Chose, que sé que aunque le sacara 3’ en T2 me iba a pulir en la carrera a pie ;-), sino porque ella solo es la locomotora y sé que hay muchos vagones que vendrán detrás que, como digo, en este circuito es muy sencillo seguir una rueda, y pura probabilidad, seguro que alguna de ellas corre mejor que yo… Paso algún momento de flojera importante porque, como hemos desayunado a las 6:30 y ya son las 12:30, aunque me haya comido un sándwich de pavo, parece que no ha sido suficiente y tengo un hambre que me como el acople… eso me pasa por ser tan tragona ;-))

No puedo dejar de nombrar a una chiquilla cadete de los Diablillos, que veis en la foto de arriba, que, tras darle caza en la 2ª vuelta, nos aguantó la rueda casi 2 vueltas enteras con su bici con rastrales (y os puedo asegurar que íbamos fuerte)… además de nadar más que bien, esta chica tiene un pundonor impresionante!. Si sigue así, va a ser una máquina tremenda!.




Llegamos a T2 sin que nos cazara locomotora-Chose, así que genial! ;-). T2 patética (no encontraba mi sitio :-(, qué globera) y a correr. Hace un calor más que importante y desde el principio me noto atrancadilla… ahí sí que se notan las 2 semanas que he estado sin correr y la carga de la semana… Pero bueno, hay que sobreponerse y tirar para adelante.



Como viene siendo habitual, me adelantan más de una y más de dos, pero bueno, es lo que hay y en esos momentos no tenían más que dar… El calor aprieta y hasta me duele la cabeza, las cuestas se me hacen interminables y sufro de lo lindo… pero al menos no se me hace demasiado largo y al fin llego a meta!!! :-).






Si no me equivoco, 10ª de la general y de mi GE, contribuyendo al 3º puesto por equipos de nuestro equipo femenino, así que tampoco está mal del todo :-).


Eso sí, como se trataba de entrenar, por la tarde salimos un ratito con la cabra, por aquello de que el cuerpo no se olvide de la postura de cara a Pálmaces, que es el plato fuerte del mes… a por ello vamos! (bueno, a por ello y, al día siguiente, a por el Open de Madrid… no hay dolor ;-))

lunes, 12 de julio de 2010

Manda la bici

Ahora ya puedo decir que estamos reincorporados al entrenamiento después de las mini-vacaciones al 100%. Bueno, igual tampoco es cierto del todo, ya que ha sido una semana “rara” y espero que esta que empieza ya vuelva a ser más, digamos, “al uso”.

Entre que el lunes tuvimos el viaje de vuelta, el martes tuve lío en el trabajo y después masaje (con un poquito de natación previa), el miércoles el partido (eso sí, tras unas vueltita de 46km con la cabra) y el jueves “sarao” del trabajo (que apenas pude remojarme un poco antes con algún cambio de ritmo), entre semana la verdad es que no cundió mucho la cosa, pero el fin de semana nos resarcimos a base de bien…

El viernes repetimos con la cabra después de dormir un poco de siesta tratando de recuperar un poco, que las juergas entre semana son malísimas… con 50 kilometrillos a ritmo alegre tuvimos bastante. Parece que me voy adaptando al nuevo sillín, el Adamo, que no era capaz de encontrar la postura (que con el otro iba comodísima, salvo por ese detallito), aunque tampoco parece que vaya a ser el remedio a mis males… le daremos un poquito de tregua y, si no consigo adaptarme, pues a probar otro, qué le vamos a hacer…

El sábado quedada en la Sierra para escapar un poco del calorazo que estamos viviendo estos días. Grupeta de 6 y 86km (en 3h10') por la zona de Lozoya-Lozoyuela-Cervera de Buitrago-etc. Terreno matador, sube-y-baja constante y una buena paliza. Y, después, para refrescarnos, 1500m aprox de nado continuo que por supuesto no fue en el embalse, que está prohibido…

Y, el domingo, con el ojo pegado (salir el fin de semana es casi tan malo como entre semana ;-)), para terminar de rematar la faena, 98km en ruta 3C-Soto-Cerceda-Guadalix-Soto-3C que pretendían ser tranquilos pero que al final fueron más acelerados de la cuenta gracias a Óscar y su cabra, que se ve que se ha recuperado bien de Niza el tío… madre mía, qué apretón más tonto, ufff… Por la tarde, con un remojín de “tocar agua” en el que Sergio ya me va dando p’al pelo, dimos por concluida la semana de reenganche.

Cómo veis, la cosa ha quedado en 280km de bici, unos 7000 de natación y 0 patatero de carrera a pie para 12h de entrenamiento. Un desastre de distribución pero que, por otro lado, nos devuelve un poco la confianza en la bici, que es lo que queríamos, así que ahora habrá que darle cera a la natación y la carrera a pie para compensar. Y es que no se puede hacer mucho de todo, así que hay que jugar con las distribuciones por disciplinas y por intensidades para sacar un poco de jugo a las horas de las que disponemos.

Así, esta semana intentaré centrarme un poco más en la natación, que Pulpí me da bastante miedo al ser sin neopreno, y en la carrera a pie… al menos lo intentaré, porque con la espalda siempre sé cuando empiezo un entrenamiento pero nunca sé si podré acabarlo (de hecho, casi nunca puedo :-( ). Ah, y también esto:
para ir cogiendo ritmito...

martes, 6 de julio de 2010

Paréntesis



Si hay algo que les cuesta especialmente a los triatletas, sin duda es descansar. Podemos machacarnos sin rechistar, pero cuando llega la hora de tomarse un respiro, lo hacemos a regañadientes o, directamente, nos lo saltamos. Y pensamos que qué bien, que somos constantes y tenaces, pero no... si hay algo que tengo claro es que el cuerpo mejora por adaptación (homeostasis lo llaman los que saben de estas cosas), así que hay que darle un poco de "tira y afloja" para que produzca la mejora.

Si hay algo que aprendí la temporada pasada con tantas complicaciones, además, es que no hay que tener miedo a parar de entrenar cuando hace falta y, siempre que se haga de manera planificada y sabiendo lo que haces y por qué, creo que puede reportar grandes beneficios.

Así, sabiendo esto y siendo bien conscientes de que o rompíamos un poco la temporada o dificilmente íbamos a llegar en condiciones a Ibiza cuando llevamos compitiendo desde febrero y entrenando regularmente desde octubre, decidimos, tras tratar de cuadrar al máximo el calendario, que nos íbamos a tomar unas mini-vacaciones. Y el destino elegido para esas 4 noches fue... Italia. En concreto, Bolonia-Venecia-Florencia y, de propina y decidiéndolo sobre la marcha teniendo en cuenta nuestra capacidad para recorrernos las ciudades de cabo a rabo en tiempo record, Pisa. Allí hemos hecho un poquito de todo:

Hemos visitado unas cuantas iglesias, catedrales, monumentos, museos y demás lugares emblemáticos:

Hemos hecho kilómetros y kilómetros a patita recorriendo casi cada rincón del casco histórico de las ciudades:


Hemos cruzado unos cuantos puentes:


Guardado alguna que otra cola:

Hemos montado en vaporetto mientras pensábamos lo chulo que sería hacer un triatlón callejeando por los canales venecianos (con el agüita más limpia, claro está... aunque teniendo en cuenta algunos sitios en los que hemos nadado... no sé yo)


Hemos hecho fotos... muuuuchas fotos:


Hemos pasado un calorazo más que importante:



Investigamos a fondo la cocina típica italiana (y, milagrosamente, solo nos timaron una vez!! (con todo mi respeto a los italianos... básicamente porque aquí en España hacemos lo mismo con los pobres guiris):


Subimos cientos y cientos de escalones de campaniles, torres o lo que hubiera para disfrutar de preciosas vistas elevadas:




Tuvimos algún momento de "petar" por cansancio, para qué negarlo ;-)


Y, sí, pecamos, que algo de "pseudo-entrenamiento" sí que hicimos. Básicamente algo de tonificación aprovechando que el hotel de Bolonia tenía gim:


y un amago de trote mañanero frustrado (que trotar en ayunas a veces trae algún problemilla...):

que bien nos sirvió para ver una Florencia amaneciendo casi desierta

y cuya espinita sacamos esa misma tarde aprovechando que trotando se llega en la mitad de tiempo que caminando a los sitios para subir al mirador de la Piazzale Michelangelo en Florencia y disfrutar de un precioso atardecer:

Y, ahora, con las pilas bien cargadas, hay que poner toda la carne en el asador, que no queda nada para Pulpí y para Ibiza nos faltan kilómetros para aburrir, así que con el chip triatlético funcionando al 100%, toca ir a por el empujoncito final!