martes, 23 de diciembre de 2008

6 horas de Rivas

No sabía muy bien si titular esta entrada como las “6 horas de Rivas” o como “el día que más cerca he estado de retirarme de una competición en mi corta vida triatlética”. Al final veréis que me he decidido por la primera, principalmente por ser más corta, pero la segunda se ajusta bastante más a la realidad. La historia es como sigue:

Tras una noche de viernes con cena de empresa incluida (lo que implica comida grasienta nada energética y Lambrusquito p’al cuerpo), nos levantamos prontito para poder desayunar, comer, preparar todo y viajar a Rivas con ese hormigueo en la barriguilla al saber que iba a ser duro pero, tal vez porque los recuerdos no los percibes 1 año después con total claridad, que se pasaba fenomenal.

Llegamos allí y no paramos de charlar con la gente en un ambiente tan estupendo como siempre. Pero se acerca la hora… ya son las 15h y el 10º integrante de nuestro equipo no aparece. Le localizan y resulta que se le ha olvidado!. Perfecto… seremos 9 y, como aquí mis compis nadan como delfines, intuyo que los descansos van a ser cortos, muy cortos…


Pistoletazo de salida y al agua!. Yo salgo en 9ª posición, después de Sergio. En la primera serie ya notaba yo que no era mi día. No sé si os pasa a vosotros lo mismo, pero a mi en natación me dan rachas de unas 2-3 semanas de tener o buenas sensaciones o sensaciones horribles (en carrera a pie y bici me pasa más en días sueltos, no suelo enlazar temporadas tan continuadas). Pues desde hace un par de semanas estamos en la segunda opción y, por lo que parece, la racha continuará ese día. Yupi (vale, igual el entreno del día anterior no ayudó mucho: 600 prog+ 20x25 rec/5” con palas + 600 prog + 10x50 rec/20” + 600 prog; pero no voy a dejar de entrenar, ¿no? ;-)). Ni agarro agua, ni llevo buena frecuencia, ni soy capaz de llevar una patada digna ni ná. Pero bueno, aún así marco 1’17” que, aunque sea un tiempo penoso, es mi PB en un 100 (tenía 1’19”). La parte buena es que me dicen que aquí el señorito Sergio se ha cascado su primera serie en 1’11”!!! :-O

Con esos jamonacos, ¿cómo voy a correr bien?, ay ay aaaaay
El reloj corre lento en cuanto a las horas, pero los descansos entre series son cortísimos, apenas de 10’. Ni siquiera te podía permitir charlar un poquito con nadie, que en seguida tenías que volver al agua. Yo cada vez voy peor. Tengo flojera y, tratando de paliarla, no paro de comer: un plátano, 2 geles, barritas, isotónico,… pero nada, es como si tuviera la tensión baja, así que no tengo fuerzas ni para agarrar agua, así que las sensaciones son como cuando nadas con los puños cerrados, exactamente igual. Y mientras, Sergio sigue por debajo de 1’15”… vaya tela.


Según pasa el tiempo, además de la flojera, empiezo también a acusar el pasar tanto tiempo con el cloro de compañero. Los bronquios están cerrados, la nariz congestionada y la garganta pica. Toses y más toses, pero todo el mundo está igual. Los tiempos se me van ya rondando el 1’24” (Sergio andaba en 1’20”… no me pilla el tío). Quedan 2h30’ para el final y esto parece que no acaba nunca… estoy muy muy cerca de la retirada. Me lo planteo seriamente, pero me da apuro por mis compañeros, que si ya descansábamos poco siendo 9, como les deje con 8 me matan, así que intento aguantar, me cambio el bañador para pasar al menos 2 minutos seca (ya empiezo a estar congelada) y a tirar de coco a tope.




A falta de algo más de 1 hora, Raúl, que el pobre lo estaba pasando fatal también, decide que ya ha sufrido bastante. Nos quedamos 8 en el equipo y ya es que ni descansamos… ni a ir al baño daba tiempo. Esto ya empieza a ser un verdadero infierno, pero nos consuela el hecho de que ya queda poco. Y, después de 32 series, 6 más que el año pasado, por fin acaba todo. Y, esta vez más que nunca, me planteo que no quiero volver a pasar por esto. O es en un equipo malucho que me de tiempo a recuperar o me niego. Eso sí, con el esfuerzo de mis compis de equipo, el Ecosport se llevo la 4ª posición (muy ajustada al final, que casi nos pillan las del Covibar) y una copita para conmemorarlo, ¡enhorabuena, chicos!!.

Esa noche, además, dormimos fatal, tosiendo y moqueando y el pobre Sergio está medio pachuchillo (eso le pasa por nadar tan rápido…. 1’18” de media al final… telita (yo la misma media que el año pasado, 1’23”)) y nos levantamos como si nos hubiera pegado una paliza. Por suerte, con los 80 kilometrines suavecitos de bici el domingo en compañía de Rubén Asturianín bajo un precioso sol invernal, volvimos a la vida.

Y ayer, pues ya sabéis, cumple (29 años y cambio de grupo de edad, uffff) y nuevo juguetito… os vais a aburrir de grafiquillas jeje

jueves, 18 de diciembre de 2008

TO DO

No os extrañaréis si os digo que últimamente ando más liada que la pata de un romano. Las menores entradas en el blog supongo que os lo habrán hecho notar (aunque, claro, también influye que ahora hay menos que contar, que las competiciones siempre dan mucho más juego :-)).

Y es que tengo tendencia clara a meterme en todos los embolaos, así que acabo estresada yendo de un lado a otro, sin apenas pausa y sin parar en todo el día. Esto cansa, cansa mucho, pero al final todo este estrés tiene su recompensa en forma de satisfacción… satisfacción personal por colaborar en pequeñas cosas que espero que hagan un poquito mejor este mundo raro.


Pero, la parte mala de toda esta espiral multitarea en la que me hallo, es que tengo que hacer muchas otras cosas que no sé cómo encajar en este ajustado puzzle mío. He aquí la lista de algunos de mis TO DOs:



- Ir al fisio para que me trate, aunque solo sea una vez, la dichosa fascitis esta que cada mañana me recuerda a gritos su existencia. Y, ya de paso, que me suelten la espalda que ya está en muy mal estado gracias a mi querita y eterna rectificación cervical.

- Pedir hora con un podólogo deportivo para hacerme unas plantillas (cachissss)

- Tratar de averiguar dónde me pueden hacer una prueba de esfuerzo que siga el protocolo de la Fetri para justificar que no me tomo Ventolín con el fin de aumentar mí de por sí bajito rendimiento sino para evitar un susto al personal por un caso de asfixia.

- Hacerme unas pruebas de alergia, que hace mucho que no me las hago y yo creo que cada vez tengo alergia a más cosas…

- Buscar un nutricionista especializado en deporte para que me de unas pautas de alimentación que me ayuden a evitar las continuas situaciones de “jamacuco” (también conocido como hipoglucemia) o “interruptus” entrenando que llegan a desesperar. Y, ya que está, que me diga como puedo quitarme la sensación constante de hambre y así lo mismo hasta puedo perder un par de kilillos. Todo esto después de Navidad, claro…

- Ir a comprarme un móvil nuevo, que el mío cada vez tiene más arraigada su costumbre de apagarse sin más y sin previo aviso cuando le place. Menos mal que con esto me van a echar una mano mis papis a modo de regalo de cumpleaños (que es el lunes :-))


Esto son solo algunos, claro. Por otro lado están terminar las licencias para que mis compis de equipo puedan competir sin problemas (cosas de ser la Secre Ecosportiana…), terminar de una maldita vez el dichoso PFC, preparar reuniones interesantes que tengo por ahí, comprar los regalos de Navidad, asistir a las N comidas/cenas navideñas que me quedan,… ná, poquita cosa ;-).

De momento, para no agobiarme con todo esto, me centraré en mentalizarme para las 6 horas de Rivas del sábado… uhmmmm, 6 horas con series de 100 a muette… seguro que acabo relajadita relajadiiiita, como un pulpito apaleado ;-)).

lunes, 15 de diciembre de 2008

Ya no llueve... nieva

Pues ya dejó de llover… para empezar a nevar. La verdad es que, como dice mi cuñadete, la nieve viene siendo igual de fastidiosa para entrenar, pero por lo menos es más bonita de ver, así que no hay mal que por bien no venga…


Otra cosa positiva de saber que va a ser la cuarta semana consecutiva sin poder sacar la bici a la calle es que el sábado te olvidas de despertadores. Y, claro, sin despertador ya se sabe… 10 horitas de sueño del tirón (se ve que nos hacía falta, sí). No sé si por las energías renovadas por el sueño reparador o por el enfado por seguir siendo unos triatletas a un rodillo pegados, nos pegamos una buena sesión de rodillo orientada a trabajar la potencia que nos dejó las patitas tiritando.

Y seguía nevando. Así que piscinita toca. Cosa variadita, pero con un 10x50 r/30” intercalado con pique incluido ;-) del que acabamos con el corazón a mil y con la sensación de ir un poquito más preparados, al menos psicológicamente, para las 6 horas de Rivas del sábado que viene.

El domingo se levantó un día precioso. Sol radiante y todo blanquito. Hielo puro, eso sí. Y, puestos a no poder salir en bici (vaya novedad), pues decidimos que un cross por nuestro querido Central Park tricantino no iba a ser mal plan, así que para allá que fuimos, directos al Trofeo de Cross Corto del Club Oasis. 4 kilómetros con muchas cuestas, muchos giros y mucho campito resbaladizo pero bonito donde los haya.

Y no se dio mal la cosa. Sergio llegó 9º de la general (5º senior) y yo 5ª de la general (2ª senior). En mi caso, suerte que salió una carrera “táctica”, y las chavalitas (porque me sentía casi una abuelilla allí con tanta chavalería) que corrían decidieron salir despacito en vez de desbocadas, como suele ser habitual el los crosses. La verdad es que era un ritmo cómodo, pero la que no iba cómoda era yo, que aquello resbalaba muchísimo, que cuesta arriba se me iba el pie que apoyaba para atrás y no avanzaba, y cuesta abajo tenía que ir con mil ojos para ver dónde pisaba. Más de un escurrón bueno me pegué, pero por suerte no me caí de bruces, aunque el tener que estar rectificando la pisada todo el tiempo me dejó agotadita. A Sergio se le dio un poquito mejor (cómo corre aquí el amigo), que en estas cosas, eso de llevar zapas de clavos viene viniendo bastante bien ;-) (y allí llevaba zapas de clavos todo quisqui, hasta los chavalines :-O). Eso sí, los dos terminamos de barro hasta las orejas…




Buena paliza es esto de los crosses… vaya dolor de piernas que tengo hoy, ufffff… Pero bueno, un calentoncillo de vez en cuando no vendrá mal ;-).

martes, 9 de diciembre de 2008

Llueve

Llueve. Está oscuro, gris. Hace viento. Llueve… y no para de llover. Y, lo peor del asunto, es que hoy ya no me puedo escaquear de correr, porque ya son 3 días seguidos de rodillo (el sábado y el domingo de más de 1h20’ además) y porque llevo sin correr desde el sábado, cuando completamos 10km entre los 85’ de rodillo de la mañana y el remojo en la pisci por la tarde (que, agotada, tuve que sustituir por un ratito de sauna al no tener fuerza para mantener el codo alto y, al arrastrar el codo con el fondo, mejor dejarlo antes de adquirir malos hábitos).

Lo peor de todo es que ya van tres semanas sin sacar la bici, dos por lluvia y una por enfermedad. Aunque el invierno es así, lo tengo asumido y por ese motivo tengo el rodillo siempre a mano, no puedo evitar tener esa sensación de estar perdiendo forma sobre las dos ruedas (al menos cuando no están ancladas)… menos mal que el rodillo hace que tenga esa pesadez en las piernas tan propia de la bici y ayuda a que la razón se imponga y sea consciente de que no pasa absolutamente nada, que es lo que hay y ya habrá tiempo de ponerse a punto.


Y sigue lloviendo. Hoy me va a tocar mojarme me temo. Eso sí, después, a la ducha calentita directa, que no están mis defensas como para florituras. Y, por si eso ya fuera poco empape, después iré a la pisci a flotar un poquillo, que nadar sola es un rollo y los metros se hacen larguísimos, pero hay que apechugar y al menos ir a tocar agüita. Porque sí, vuelvo a estar de Rodríguez con Sergio en UK, donde parece que hemos hecho un intercambio de clima, porque allí parece que hace hasta sol. Menos mal que mañana por la noche ya estará de vuelta :-).

A ver cómo evoluciona el tema de la lluvia, porque como esto siga así me veo el sábado corriendo el cross de la Autónoma (a falta de bici…) a modo de penitencia (eso sí, sin pasarse, echando el bofe justo y necesario ;-)). Menos mal que las vacaciones navideñas están al caer y digo yo que algún día seco pillaremos… espero.

domingo, 7 de diciembre de 2008

11

1997


1998




1999



2000




2001




2002




2003




2004




2005




2006





2007




2008






Por todos esos pequeños momentos que hacen que mi vida contigo sea tan alucinante... gracias, mi pequeño.

jueves, 4 de diciembre de 2008

Hipoxia involuntaria

Últimamente tengo la sensación de estar entrenando en el CAR de Sierra Nevada. No por el frío que hace, no (bueno, igual un poco también ;-)), sino porque llevo ya dos días seguidos de entrenamiento en condiciones de escasez de oxígeno. Me explico.


El martes, después de un poquito de natación en la pisci tricantina con algún toque alegre (y cualquier otro calificativo que le quiera poner Sergio serán exageraciones suyas ;-)), sin merendar a pesar de que casi me como las corcheras del hambre que me dio en la pisci (bueno, pude comer un par de cachitos de turrón del duro, que te da el subidón calórico suficiente como para aguantar un ratillo), salimos a correr los 50’-1h que teníamos planificados.

Central Park tricantino a las 20h + 1ºC + una humedad de aúpa + yo aún convaleciente = 4 capas de ropa, gorrito de forro polar y buff hasta las orejas. Al principio no sentía ni mis propias pisadas de lo congelados que llevaba los pies, pero poco a poco voy entrando en calor. No voy mal dentro del ritmillo suave que toca… bien. Pero la humedad y el sudor empiezan a hacer estragos y, como el buff cada vez está más mojadillo, cada vez deja pasar menos aire. Y, para colmo, se me pega a la boca en cada bocanada. Os podéis imaginar. De vez en cuando tenía que bajarme el buff para poder llenar los pulmones, pero el aire era tan frío que prefería que pasara la mitad de aire calentito que el 100% congelado, que no estaba mi garganta para virguerías… No fue fácil, no, pero seguro que mi hematocrito ha pegado un buen estirón ;-))

El otro entrenamiento hipóxico de esta semana fue el de la piscina de ayer (después de un ratito de rodillo para entrar en calor, que la casa está muy fría cuando llegamos por las tardes ;-)). Con que diga que incluyó 2100m de tuba creo que ya tendréis suficiente información. Con los labios que ni Louis Armstrong salimos todos de la piscina. Eso sí, es genial poder fijarse en lo que hacemos debajo del agua. La pena es que la perspectiva que da nuestra propia horizontalidad no es muy fiable y lo que a nosotros nos parece un codo en unos 90º perfectos, puede tener 60º o 120º tranquilamente, así que no hay que fiarse de la primera impresión.




Hoy la cosa pinta algo más tranquila, al menos de cara al tema pulmonar… lo que ya no puedo asegurar es que vaya a ser lo mismo muscularmente, que siempre que leo “gradas” en el plan de entreno, me pongo a temblar….

martes, 2 de diciembre de 2008

Paquetito

Ayer se ve que SSMM los Reyes Magos tuvieron algún tipo de error con su agenda del iPhone o algo, que se liaron con el día y tuvieron a bien traerme un paquetito enorme a modo de autorregalo. Bueno, traerlo no lo trajeron, sino que lo dejaron el la tienda para que fuera yo a recogerlo, pero para el caso, lo mismo da ;-).


La foto por supuesto está photoshopeada para ocultar rastros del nombre del duendecillo fabricante… ya, ya sé que algunos lo sabéis, sssssshhhh, no digáis nada.

Cuando SSMM tengan un ratito para hacerme llegar el resto del regalo (que imagino que está tardando más porque viene de tierras nevadas y se ve que los camellos eso no lo llevan muy bien), podré estrenarlo con todos los honores que se merece tan precioso detalle (aunque más detalle hubiera sido que lo hubieran pagado ellos los muy #@€¬&”Ç*!).

Por lo demás, poco a poco me voy recuperando del gripazo. Ya el sábado reinicié la actividad con un poco de rodillo antes de la comida navideña ecosportiana (a la que le siguió una laaaaarga sobremesa) y ya más o menos voy cogiendo el ritmo. Eso sí, de momento me veo relegada al deporte indoor, que fuera hace mucho frío y no me encuentro yo recuperada 100%, así que toca hibernar.


Eso sí, ya sabéis lo bien que llevo eso de la cinta… esa maravillosa sensación de ir pegando saltitos a una supuesta velocidad de 10 km/h (que viene siendo 6’/km) que hace que me agote cuando a esa velocidad en la calle casi ni rompo a sudar. Será psicológico… Menos mal que lo de ayer eran dos bloques de 10’ y 15’ de trote intercalados entre los dos circuitos de gimnasio, porque hoy, que tocan 50’-1h, salgo a la calle aunque sea con 4 capas de ropa encima…