martes, 28 de abril de 2009

Aplataná

Por fin llegó la descarga. Tanto tiempo quejándome de lo dura que era la carga y, cuando llega la descarga, hacer tan poquito me acaba aplatanando y, lo que es peor, haciéndome pensar que no estamos haciendo nada. Pero no, en época de descarga es cuando hay que ser más fuerte, porque nos pueden las ganas de hacer demasiado, pero si te dejas llevar, incumples tres de las funciones básicas de la descarga: el poder asimilar la carga previa, preparar el cuerpo para la carga siguiente y, fundamentalmente, fijar un estímulo diferente para el cuerpo, porque solo se mejora si sometes al cuerpo a diferentes estímulos, y si cuando toca descarga, cargamos igual, el cuerpo siempre recibe el mismo estímulo y se estanca. Esto probablemente, alguien que sepa de fisiología del entrenamiento, lo podría explicar con términos más científicos, pero yo lo único que tengo claro es el concepto básico, así que a rajatabla que lo llevo.

Claro que, esta descarga, no supone hacer poco tampoco… o eso pienso cuando lo miro fríamente, aunque mi sensación sea la contraria porque, por ejemplo, el viernes, aunque el entreno en la pisci quemó de lo lindo (3x10x50 c/1’/55”/50” + 500 prog (a 1:31/100)… todo sin ir a pies, claro, que series tan cortas a pies es como si nada), como fue lo único que hicimos, se nos hizo corto. O el sábado, que “solo” hicimos 67km de bici a más de 30km/h de media con algunos ratillos de ir muy muy fuerte en el llano (cosas de salir con Rubén asturianín, que nunca sabes cuándo te va a sacar los ojos… ;-)) seguidos de 15’ de técnica de carrera… me gustaría saber qué límite hemos cruzado para pasar el sábado pensando que no habíamos entrenado nada después de eso ;-). Eso sí, hasta nos dio tiempo a ir al cine (a ver Gran Torino… muy chula) y a cenar tranquilamente (una pizza gigante… qué rica)!!.
Lo sé, soy muy débil... así no hay quien afine...


El domingo, apenas 2700 metrillos de pisci (cambiamos lo que tocaba el sábado por el domingo, previendo chaparrones) y, como nos seguía sabiendo a poco, matamos el gusanillo por la tarde con 30’ de rodillo suave de propina, solo para movernos un poco. Y, ayer, algo más de 30’ de trote y poco más de 30’ de piscina alternando remadas y crol, todo con tuba, porque no había quien nadara (se ve que los lunes no es un buen día para nadar, que hay overbooking a todas horas en la piscina).

El caso es que cuanto menos hago, menos quiero. Me siento pesada, cansada, aplatanada… no sé. Supongo que es normal y que estas malas sensaciones se volverán buenas el sábado en Fuente Álamo… o eso espero. A ver si entre las series cortas explosivas de bici de esta tarde (que toca hacerlas en rodillo), el masaje de descarga de después y los toquecillos que quedan esta semana, conseguimos desperezarnos y estar a tope cuando hay que estarlo…

jueves, 23 de abril de 2009

El mister aprieta, pero no ahoga...

Ya falta poco, ya falta poco… no paro de repetírmelo. Sé que es un último empujoncillo para encarar la semana de descarga y dejar de cargar y cargar. Ya casi estoy soñando con el martes que viene, que además ya tengo cita para un masajito pre-competi porque siento que me van a estallar los gemelos.
Como ya os dije, son muchos días de “tute”, porque esta es la 3ª semana de carga y, la anterior, aunque fue de descarga, a mi me pareció lo contrario, porque antes estaba prácticamente en pretemporada. Por suerte este lunes pude descansar un poco… bueno, de piernas, se entiende. El caso es que fuimos a la piscina tricantina a la hora habitual al salir del trabajo y aquello parecía la playa de Benidorm en agosto. Yo no sé si será la operación bikini o qué, pero cada vez hay más gente. El caso es que creo que aguanté unos 30’ y me tuve que salir de allí, porque estaba a punto de cortarme las venas. 6 personas en mi calle y nadando todos en modo rana ocupando todo el ancho de la calle, así que lo único que podía hacer eran remadas o piernas, nada de nadar, así que me harté y salí de allí, que el tiempo es escaso como para perderlo así. Salí directa a hacer la compra y, ya en casa, después de cenar, aunque me costó arrancar, hice una visitilla al gimnasio y a sus curiosos habitantes para hacer 1 circuitillo completo de fuerza-resistencia (aunque me cueste, voy a intentar no dejar ese diíta de gim a la semana, que viene bien para reforzar). Bueno, día de descanso activo completado.



Y el martes, después de 40 minutos de rodillo con trabajo de cadencia, tocaba el infierno de las series en la pista. Esta vez tocaba: 3x1000 r/3’ marcando mejor tiempo de las 3 en la 3ª + 6x500 r/2’ marcando mejor tiempo de las 6 en la 4ª + 8x250 r/1’ marcando mejor tiempo de las 8 en la 6ª. Salvando que los gemelos casi me estallan (odio la moqueta verde esa, ufff) y que el rodillo previo, aunque no fue nada machacante, se hizo notar, no salieron demasiado mal, marcando un mejor 1000 de 4:05 (aunque es un poquito corto, así que equivale como a 4:10 aprox), un mejor 500 de 1:56 (idem) y un mejor 250 de 56” (idem). Ni que decir tiene que llegué a casa en las últimas. Últimamente tengo el cojín en la cama para elevar las piernas ya como algo perenne…
Y ayer, viendo en la previsión del tiempo que parece que el sábado podremos salir en bici, como lo planificado eran 40km o 1h de rodillo antes de la piscina, ya me había hecho yo a la idea de dormir un ratín de siestecita (que llevaba todo el día durmiéndome por las esquinas), hacer rodillo, merendar e ir a la pisci (ventajas de nadar a las 21:15, que tienes tiempecillo antes) pero, cuando estaba yo ya tumbándome en el sofá con la mantita, viene Sergio con el culotte y me dice que qué hago, que si no íbamos a salir con la bici. Ufffffff… claro, no voy a quedarme en casita mientras él sale a entrenar ;-), así que a vestirse de guerrera y a la calle. Yo no sé si era que por primera vez salíamos de corto y se emocionó o qué, pero, aunque empezamos tranquilos, al final acabó llevándome a muerte… en la vuelta Colmenar-3C no quité el 50x12 en todo el camino!! (y porque en las ruedas de entrenamiento no llevo el 11, que si no…). En fin, 46km a más de 30 km/h (incluyendo tramo urbano). A toda leche. Menos mal que después en la pisci la cosa no fue muy salvaje: 750m progresivos con camiseta y palas + 1500m a ritmito a crol (calculo a unos 1:33/100 más o menos, pero iba a pies de mi compi Jesús en la gloria ;-)), poco menos de 3000m en total.

En fin, que a pesar de que noto las piernas como palos de la carga que llevamos y de que psicológicamente estoy ya un poco hartita de tener que apretar un día sí, otro también (y lo que nos queda, que hoy tenemos series de 800 explosivos+400 suaves en el velódromo + transición de 5km f +3 km s, ay), creo que me encuentro bien (aunque me falta chispa aún, pero eso a estas alturas tampoco es algo tan extraño, que para coger esa chispa están las propias competiciones) y tengo ganas ya de probarme en Fuente Álamo. Además, con el método de controlar las cenas (que como me inflo a merendar, luego ceno muy poquito) me noto más finilla (el peso no lo sé, pero con ver que el cinturón ahora es mi fiel amigo me vale para saberlo ;-)) y eso se tiene que notar también. Sólo queda 1 semana para resolver el misterio…

lunes, 20 de abril de 2009

Series y más series

Tengo que reconocer que me encanta la corta distancia. Me gusta tanto la forma en la que se entrena como la forma en la que se compite (y eso que es totalmente contraria a mi fisiología, que soy más diesel que mi pequeño Clio). Pero os confieso que a veces me mata… cuando estamos sumergidos en el trabajo de calidad, no atino más que a ir dando tumbos todo el día. Además, en esta ocasión, creo que se me está haciendo duro porque ya os conté que la supuesta semana de descarga, como yo me acababa de reincorporar a los entrenamientos planificados, se me hizo como si fuera de carga, así que llevo 3 semanas de tute (y la que me queda, que esta también es tela marinera).

No sé si son peores estas series o las otras... :-P

Lo que más me machaca de todo son las series de carrera a pie, sin ninguna duda. Y esta semana hemos tenido doble ración: el martes (1000/80%+1500/85%+2000/80%+2500/85% //r: 2’), que las hicimos en la pista controlando el ritmo de manera que salieron a un ritmo majo (a algo menos de 4:30/km) pero controlando; y el jueves (3x4x600 r:1’/3’), que los hicimos en el parque embarrado, con alguna que otra cuesta y un viento frío huracanado que hicieron de un entreno duro de por sí algo inhumano (de hecho yo me comí las 2 últimas, porque no podía dar un paso más). Misteriosamente, el viernes, que antes de la pisci también teníamos 8km de carrera a pie, pude correr con relativa soltura sin forzar nada (vuelta de 5km al parque con cuestecillas importantes en 24:30) a pesar del dolor la carga de los gemelos, así que no es mala señal.

Pero claro, eso no es lo único. También tuvimos nuestra ración de series en la piscina, cómo no. El miércoles, después de un poco de rodillito, pirámide subiendo de 25m a 225m aumentando de 25m en 25m, con 10” de recuperación, con palas y camiseta y, después, solo con la camiseta, lo mismo pero hacia abajo. De lo que dolían los brazos después de eso me costó hasta salir de la piscina, uffff. Y, el viernes, después de unos cuantos metros de técnica y trabajo de hipoxia, 20x50 c/1’ que no sé si dolieron más en los brazos o en el coco. El sábado también tocó piscina, pero con 2000m de técnica (piernas, aletas, palas, pull… juguetitos varios), tuvimos más que suficiente.

Y, cómo no, la bici, que también tuvo sus correspondientes series el sábado. Como el día estaba tonto, optamos por la opción del rodillo (mala elección, que un poco más y me deshidrato, ufff… hacía tiempo que no sudaba así). El bloque principal era 10x(2km fuerte + 1km recuperar) (guiándonos por los kilómetros que marcaba el Tacx), que tuve que dejar en 8 repeticiones, porque llevábamos ya 1 hora dándole y las piernas se me caían a cachos.

Y, para el domingo, el plato fuerte: 100km de bici + 7km transición. Nos levantamos tardecito (que el sábado por la noche estuvimos de jarana en el cumple de MAE ;-)) y allá que nos fuimos. La ruta elegida fue la misma que la semana pasada, pero al revés: 3C- Colmenar-Subida al Cerro-Subida a Miraflores-Cerceda-Soto-3C (99km). Y claro, tanta serie toda la semana lo que tiene es que te deja las piernas hechas trizas, así que según salimos de casa ya sabía que me iba a tocar sufrir. Y, para colmo, Sergio cabreado con los elementos (hasta las narices del viento ya), canaliza su enfado a apretar y apretar. La subida al Cerro se me hizo durísima con el viento de cara, y la subida a Miraflores, aunque no pegaba tanto viento, se me asemejó casi a un puerto de montaña (y encima Sergio me demarró y me quedé sin rebufillo a la mitad). Y ya, bien tostadita, en el llano aprieta que te aprieta, y yo agarrada a los cuernos y apretando los dientes con las piernas ardiendo… horrible horrible. Y en esos momentos odio muchísimo a Sergio… ya sabéis. Pero tampoco me puedo enfadar con él, porque él tiene derecho a entrenar a su ritmo, así que no le puedo pedir que vaya al mío por lo que, si quiero mantenerme ahí, a su rueda, es mi elección, así que a apechugar. Así que llegué pajarito a casa, pero no perdonamos… tocaba transición, así que nada de lloros y a por ello. No sé si lo llamaría yo correr a lo que hice, pero sí, me arrastré durante casi 7km.

Total, unas 4h15’ de entreno del tirón y las tantas que eran ya, así que nos pusimos a comer a las 17h!!


Los que tengáis la suerte de tener una pareja o una madre que os tenga la comidita caliente en la mesa para que cuando volváis de entrenar no tengáis que preocuparos de nada, no sabéis la suerte que tenéis, así que ya podéis besar el suelo que ellas/os pisan. Menos mal que yo, cuando hago lentejas, hago como para un regimiento, así que ayer solo tuve que descongelarlas, porque si no nos dan las 18h…

martes, 14 de abril de 2009

Semana Santa


Qué dura es siempre la vuelta al trabajo después de pasar 5 días de vidorra. Descansar no sé yo si hemos descansado mucho (aunque dormir 8 horas y a veces hasta siesta cuando normalmente apenas pasas de 6h se agradece bastante), pero cundir ha cundido de lo lindo, que hemos tenido tiempo de hacer algunas compras, de preparar nuestro viaje otoñal a Japón, de ir 2 veces al cine (a ver Slumdog Millionaire y The Reader (El Lector), ambas muy recomendables), de salir a tomar algo y, como no, de entrenar.

Según Sergio nos han salido un churro de horas (y eso que ha sido algo más de 14h), pero si el domingo volviendo a casa en la bici soltó que “vaya Semana Santa de pasión”, podréis intuir que muy suave como que no ha sido.


Después de la paliza de las series del martes que ya os conté, el miércoles, directa del trabajo a la piscina a meternos entre pecho y espalda un bloque de series de 300-400-500-600 rec/45” al 80-85-90-85% que salieron a 1:37-1:34-1:32-1:37/100 de media. Os aseguro que en el 500 casi me da algo… mira que intentaba descolgar a Sergio pero nada, ahí seguía el tío, tocando mis pies de vez en cuando para hacer notar que seguía allí ;-). Y, al salir, rápido a cambiarme de ropa, un puñaíto de almendras y a correr 50’ a ritmo de supervivencia (y es que correr 2 días seguidos a mi me mata…). Vuelta a casa, ducha rápida y al centro se ha dicho, a disfrutar de lo tranquila que se queda la ciudad en Semana Santa (demasiado a veces).

El jueves, con un poquito de sueño y algo más tarde de lo previsto, aprovechamos el único día de sol y calorcito de toda la SS para cumplir con las 3h30’ de bici planificadas. Total, unos 99km con un par de subidas majas (Miraflores y Cerro de San Pedro) y luchando contra el viento que pegaba fuéramos en la dirección que fuéramos (y de frente a tope e la subida al Cerro, ufff). Eso sí, un apunte para Sergio. El plan eran “3h30’ de fondo suave”…. suaaaaaaaaave. Parafraseando a Furi:

suave.
(Del lat. suāvis).
1. adj. Liso y blando al tacto, en contraposición a tosco y áspero.
2. adj. Blando, dulce, grato a los sentidos.
3. adj. Tranquilo, quieto, manso.
4. adj. Lento, moderado.

5. adj. Dicho, por lo común, del genio o del natural: Dócil, manejable o apacible.


No hace falta que diga más, ¿no?.


El viernes comenzó con un infierno natatorio: 3 x (2x200 r/20” + 4 x100 r/10”+ 8 x 50 r/5”). Series cortas con poquísima recuperación y 4000m en total. Sergio se conformó con 2 bloques por su hombro maltrecho y yo con 2 bloques y medio, que creía que me daba algo. Yo creo que empezamos demasiado fuerte y, además, este tipo de entrenamiento se llevan muy bien cuando los haces en grupo, pero tirando todas (o casi todas, vale, que un par me relevó Sergio ;-)), se hacen pesadísimas. De propina, sesión de gimnasio no planificada pero que no conviene dejar, al menos 1 vez por semana. Por la tarde, rodillo con series de cuesta (4x3x2’ r/1’/5’) y estreno del nuevo juguetito de Sergio (que está chulo chulo).

El sábado minitransiciones. Estos entrenamientos cuando hace frío son complicados porque te quedas congelado, así que hay que cambiarse de ropa entero en cada cambio, pero bueno, hay que apechugar. Lo planificado era 10 km ciclismo (20’ rodillo) + 2 km carrera ritmo competición r/5’ +20 km (40’ rodillo) ciclismo ritmo competición + 5 km carrera continua ritmo suave (que de suave nada, que vas acelerado de la bici de antes, así que complicado). Tremenda sudada.

Y, el domingo, 50km de bici luchando contra un viento absolutamente infernal y, por la tarde, 5km corriendo fuertecillo y 2000 de técnica en la pisci de propina para soltar.

Ayer ya fue la cosa más tranqui, con 2500m de pisci y un circuito de gim, que hay que coger fuerzas para el resto de semana.

Y todo esto sin el más mínimo bajón, sin décimas de fiebre y sin excesivo cansancio. Yo no sé si el bicho me irá a dejar tranquila ya permanentemente (aunque siempre hay que andarse con ojo y esperar a ver cómo responde en competición), pero parece que lo voy teniendo bien acorralado…

miércoles, 8 de abril de 2009

Primeras series a pie


Ayer tuvieron lugar, en el bonito emplazamiento del Central Park tricantino, las primeras series de carrera a pie de la temporada. Las primeras para mí, claro, que mis compis ya llevan alguna más, pero yo ya sabéis que hasta ahora bastante tenía con trotar…

Lo planificado: 3km cal + 5x2km (pares a ritmo de competición (lo que yo suelo traducir como a Umbral Anaeróbico, a 172 ppm, que a ritmo de competición, al menos yo, solo puedo ir en competición) e impares un 15% por debajo de las otras (que yo en principio calculé a unas 165 ppm), recuperando 2’ + 1km enf.

Suena duro, ¿eh?. Pues eso pensé yo, así que la idea era hacer lo que pudiera y, cuando no pudiera más, volver a casa sin más.

El circuito que elegí no fue circular, que me aburro tanto tiempo dando vueltas, sino un circuito por el parque de 2km que, en las impares, que eran las “suaves”, picaba hacia abajo (aunque pegaba un vendaval de frente el primer kilómetro que casi era peor que subir), y en las pares, las duras, picaba hacia arriba. El suelo, pues de tierra y gravilla, que por poco me escogorcio un par de veces en un giro.


Caliento y no me encuentro demasiado bien. Bueno, se hará lo que se pueda… con hacer 3 series me conformo. Empiezo la primera y, salvo la lucha contra el viento, parece que no voy mal. Pillo las pulsaciones que quiero pillar y me sale algo más rápido de lo que pretendía (quería 5’/km y lo hice a 4’45”/km, pero lo achaco a la pendiente media favorable). Descanso y a por la fuerte. Sufro, cómo no, pero acabo bien a algo menos de 4’30”/km, que teniendo en cuenta el terreno, está más que bien. La siguiente también bien, que incluso me pareció suave el ritmo, y el tiempo salió igual más o menos que la primera.

Venga, vamos a por la última, que dejamos la cosa en 4 que ya está bien. Y terminé, no sin esfuerzo, pero me vi lo suficientemente entera como para rematar con la 5ª serie que, total, era a ritmo “suave” (que, en otro momento, me dicen que iba a llamar a ir a 165-167ppm ritmo suave y me parto).


Acabo, muertecita, y vuelta a casa al trote (1,25km). Llego y no me lo creo… me he cascado 1h20’ de entreno de carrera a pie (contando con los descansos, así que sale a 1h10’ netos) con 10km de series y he podido, y encima a buenos ritmos (buenos para mi y para las circunstancias, claro). Soy consciente de que "gracias al bicho", después de 3-4 días buenos viene 1 malo, pero ver que los días buenos son cada vez mejores me da muchas esperanzas para poder salvar la temporada, quizá no en los primeros triatlones, pero tengo fe en poder hacer algunas competiciones al menos al mismo nivel que el año pasado.

Y, ahora, a coger fuerzas para estos 4 días festivos que vienen, que tienen pinta de hacer pupita…

lunes, 6 de abril de 2009

Arriba la moral

Para no variar, la semana pasada ya tuve mi “pasito para atrás”… y es que no hay semana que falle. Y eso que, aunque el miércoles me pegué la palicilla que ya conocéis, el jueves intenté tomármelo con tranquilidad, pero tocaba sesión de habilidad de transiciones en el velódromo, y al final tanto cambio bici-carrera te cansa aunque no te exprimas. Así que el viernes, cuando llegué a casa por la tarde, tenía algo de tiritona y las ya familiares decimillas así que, tras una larga lucha interior, ganó la razón y decidí no entrenar. Eso sí, me tocó hacer de “mister” acuática con mis compis y se me pusieron los dientes larguísimos a pesar de encontrarme hecha un trapillo.

Pero no, esta no es una entrada de lloriqueo, no. Eso fue solo el viernes. El sábado ya me encontré mucho mejor (quizá fue por el pulpito y los pimientos de padrón de la cena del viernes…) y pude hacer una rutita en bici de casi 90km con Rubén asturianu, Óscar aguaverdiano, Ángel tricantino y Sergio encontrándome relativamente bien. Y digo relativamente porque la subida a Mataelpino se me hizo sufridilla (en las subidas no me siento nada cómoda aún… ¡con lo que me gusta subir!) y cuando se picaron con un ciclista y metieron un arreón a lo salvaje no pude ni seguirles medio kilómetro, pero es lo que hay… Al final la cosa salió a más de 29km/h de media, así que no está nada mal, no… Por la tarde, un poquillo de piscinita para soltar.


Y ayer… ¡santa paliza!. Tocaba bici y carrera a pie, que no transición, así que como eran 8km a ritmo medio/suave, decidimos hacerlos en ayunas, para desayunar después y ya ir a hacer la bici con las piernas cargaditas. Me acordé muchísimo de Ruth y sus entrenamientos salvajes en ayunas… ¿pero cómo lo hará?, yo no pude más que arrastrarme por el parque con la sensación de que eso ni era entreno ni era ná, pero bueno, para algo servirá, aunque solo sea para bajar el panderete ;-). Atracón de torrijas de mi mami y a la bici!.




Lo planificado era 1h30’-1h45’ a buen ritmo con dos bloques de 8’ apretando un pelín más. Pero claro, después de lo del sábado y de la carrerita de antes, las piernas se quejaban ya desde el principio así que salimos muuuy despacito. Y ahí es cuando Sergio va y me hace la guerra psicológica. Me dice: “uffff, cómo me duelen las patas, no me apetece apretar”, con lo que mi mente automáticamente piensa “bien, él no aprieta y yo, solo para perseguirle, ya voy un poco alegrilla, así que genial, toca no matarse” y una sonrisa de alivio se dibuja en mi cara. Pero apenas 2 minutos después, llega una de las cuestas larguillas y va el animal y se pone a subirla a plato de pie a toda pastilla. Automáticamente intento seguirle (toda mi obsesión cuando salimos juntos en bici es “no pierdas esa rueda, no pierdas esa rueda”) y llego arriba muertecita, así que Sergio me empieza a meter cada vez más metros y yo, intentando recobrar mis pulmones, pienso que se acabó lo bueno y que toca apretar, aunque sea sola.

La parte buena del asunto es que hace un día precioso y que aunque voy tostadita ya me puedo picar con algunos ciclistas ;-), así que se me hace más entretenida la cosa. Llega a Soto y, antes de llegar al giro, veo a Sergio que viene de vuelta, así que me engancho a él y, ahora sí que sí, esa rueda no la pierdo ni loca. Y no la perdí… y eso que el malvado intentó dejarme, ¿eh? ;-). A toda leche me llevó, pero aguanté, aguanté… y eso me da una moral tremenda, ni os lo imagináis :-). Y, por si no estábamos suficientemente cansados, por la tarde tocó algo de piscinita (que si no se quedaba la cosa en 3 días de natación esta semana y todo lo que sea menos de 4 me pone nerviosita) con algo de técnica y alguna seriecilla a ritmo progresivo donde le devolví a Sergio parte de lo que hizo pasar él por la mañana sobre la bici... si es que donde las dan, las toman ;-))

jueves, 2 de abril de 2009

¿Descarga?


Siguiendo la directriz de los posts, hoy tocaría uno de lloriqueo, pero esta vez no… rompemos tendencia y de nuevo hoy seré optimista :-).

Esta semana parece que voy cumpliendo con el entreno planificado y voy saliendo bastante airosa. Bueno, no sé si esto es muy real, porque en realidad me duele absolutamente todo el cuerpo y se supone que esta semana es de descarga, así que no quiero ni pensar en lo que pasará en la de carga, uffff.

Pero al margen de dolores varios, estoy muy muy contenta porque he recuperado dos de las cosas que más me hacen disfrutar especialmente de los entrenamientos:

- Poder perseguir a Sergio en la bici.
- Tomarme mi revancha sacándole los ojos en la pisci ;-).

Ya os conté que el domingo compartimos salida ciclista, si bien la cosa se me puso un poco favorable porque tenía un murito asturiano cortándome el viento y Sergio el pobre estaba como un trapillo. Pues ayer, aprovechando el cambio de hora, salimos un ratillo (46km) antes de la piscina y, aunque me costó, pude seguirle. Claro que mi sensación fue de que íbamos “a toda leche”, sobretodo de vuelta, y luego él me dijo que “bah, alegrillo, pero ná, ritmo medio”… mi gozo en un pozo. Pero bueno, ya por lo menos voy teniendo algo de cambio y no tengo que ir continuamente a un ritmo pestoso trantranero…

Eso sí, la salidita exprés en bici terminó de machacar mis ya maltrechas patitas por la sesión de trote+escaleras+más escaleras+y dale con las escaleras+ tonificación+técnica de carrera y velocidad de reacción+10’ progresivos del martes (después de pasar por la pisci para cumplir con el segundo guión en un par de divertidos fartleks-locomotoras de 800m). Vamos, que después de la bici, ayer en la piscina iba continuamente temiendo que los gemelos se me subieran a la altura de la nuca…

… cosa que no ocurrió porque iba pendiente de no ahogarme por enredarme con las mangas de la camiseta. Este año hemos hecho bastantes sesiones de piscina con la camiseta, por aquello de lastrar y fortalecer, pero es que ayer tocaba con camiseta de manga larga (y no me refiero a una de esas pegaditas, no… bien anchita). Hacía tiempo que no pasaba semejante agonía en el agua. Ni se podía deslizar, ni sentía el agua en los brazos, se me enredaban las mangas y se me inflaba todo, especialmente en los giros. Un infierno absolutamente inhumano. Tenía que avanzar por fuerza bruta, y eso a mi se me da fatal. Eso sí, después, al quitárnosla, parecía un fueraborda!..

Pero, tras todo esto tengo que reconocer que me duele todo el cuerpo. Hoy tengo que sacar un rato para dormir algo de siesta como sea para recuperar, que si no no llego al domingo y la semana que viene, con aquello de que hay muchos afortunados de vacaciones, creo que nos vamos a inflar a bici y carrera a pie…


P.D.: las fotos son de la quedada ciclista de las chicas ecosportianas el día de San José en Torrelaguna ("robadas" a Sonia). No tienen nada que ver, pero me apetecía ponerlas ;-))