viernes, 9 de septiembre de 2016

¡A menos de 1 mes!

Justo ayer estábamos a un mes del gran día. A un mes de cumplir un sueño de muchos años. A un mes de algo que pensé que jamás viviría.
 
 
 
Desde que hace 12 años dejé de fumar y empecé a practicar triatlón tímidamente, la cita hawaiana de octubre ha sido un acontecimiento especial. Recuerdo la primera vez que lo vimos. Esa noche fui a pasarla a casa de Sergio (que por aquel entonces vivíamos cada uno con nuestros padres) y estuvimos haciendo el friki delante del PC chateando en uno de las canales de chat que otros frikis como nosotros creaban (la antesala de las RRSS) para hacer lo propio hasta altas horas de la madrugada, teniendo que madrugar al día siguiente porque Sergio corría el 10k del CSIC. Otros años nos hemos juntado en casa de unos o de otros para verlo y comentarlo, otros años con varios dispositivos funcionando a nuestro alrededor (retransmisión en directo, RRSS, seguimiento GPS, athlete tracker,…) ya desde nuestra propia casa,…
 
Tanto es así que para mí es casi como si viera una película, como un mundo paralelo. Creo que no me haré a la idea de que este año estaré viéndolo y viviéndolo en directo hasta que no estemos allí, en el mismo pier que antes aparecía en la pantalla, esperando el sonido del cañón.
 
Y ahora, estando a menos de un mes, me vienen a la mente algunas reflexiones:
 
-          La primera es que esta temporada que está a punto de terminar ha sido tremendamente dura. Si para cualquier familia preparar un Ironman al año ya es algo tremendamente complejo, imaginad lo que es preparar tres y con una niña menor de 3 años. El nivel de planificación, de cansancio, de no dejar nada a la improvisación, de renunciar a muchas cosas pero a la vez tratar de que nuestra hija no lo note, ha sido brutal. No puedo estar más orgullosa de lo que hemos logrado, independientemente de lo que pase en Kona.



 
-          La ventaja de esto es que, realmente, hasta que Sergio no terminó sus Ironman, yo apenas he pensado en el mío, así que es difícil que llegara a quemarme. Y casi mejor, porque cuando lo pensaba me entraba un agobio enorme de pensar en que lo que estaba entrenando se parecía como un higo a una castaña a un entrenamiento de Ironman en condiciones…

 
-          Pero aún con eso, aunque parezca increíble, estoy de nuevo en el mejor punto de forma de mi vida. Eso dicen los números y las sensaciones. Afortunadamente Jaime ya está curado de espanto conmigo tras 6 años trabajando juntos ;-), y este año lo hemos vuelto a conseguir. La clave creo que ha sido el plantear una periodización inversa sabiendo las pocas horas disponibles que iba a tener hasta final de junio, así que estuvimos entrenando poco tiempo pero bastante duro, y al pasar después al entrenamiento específico, se han notado los frutos.  En otra entrada posterior hablaré de números, pero si se miran de manera aislada, es como para echarse las manos a la cabeza al saber que se trata de alguien que preparar Ironman, pero si vas al detalle destaca sin duda la eficiencia…. Vaya, que todos los días son fiesta jeje. Bueno, eso y que al final son 12 años de entrenamiento planificado y constante, así que si vas subiendo la escalera escaloncito a escaloncito puedes llegar bastante alto.

 
-          Con todo este puzzle imposible, obviamente el 90% de los entrenamientos han sido en solitario. Eso es duro, pero te da un plus. Y más si en realidad es con la compañía del garmin y del powertap, que no me dan un respiro jeje. Hablando en serio, sé que me repito, pero para los que a duras penas llegamos a 250kms de bici a la semana (las semanas buenas!), si no entrenamos por vatios, estamos regalando minutos. Y más si el rodillo forma  parte de nuestra vida (especialmente la invernal).

 
-          Y, por último pero no menos importante, mi objetivo en Kona. Es difícil ponerse un objetivo cuando que alguien como yo pueda estar allí ya es “lo más de lo más”, pero tengo uno… y no es otro que poder cruzar la meta así:

 
 
Y diréis, ¡pues qué fácil!. Bueno, en realidad esto implica varias cosas. Implica que llego con fuerzas, con energía, que me he sentido todo lo competitiva que me puedo sentir estando rodeada de las mejores del Mundo, que ha salido ni más ni menos que lo que hemos entrenado, que he respetado a la isla y la isla me ha respetado a mí, que guardaré en mi memoria un bello recuerdo de lo que será el vivir un sueño.
 
No sé si es mucho pedir, pero es lo que me mueve en este día a día loco que llevamos… en menos de un mes tendremos la respuesta!.
 

Es un honor estar acompañada en este camino de 226ERS, Tamalpais - Powertap, ALGfisio y Airbus Defence & Space Tres Cantos