miércoles, 25 de febrero de 2009

Pseudo-tricalendario 2009


Bueno, pues ya está más o menos diseñado la versión preliminar del pseudo-calendario triatlético 2009. He aquí:


Lo que está en rayado son los que hay duda. Los coloreados son las fechas fijas (salvo imprevistos).

Como veis, la primera toma de contacto será Fuente Álamo, que parece que queda un montón pero son apenas 2 meses. Según como me vea, ya me apunto al clasificatorio de Madrid en Élite o en GGEE. El clasificatorio Élite de Madrid es muy duro y hay que estar fuertecillo en bici para que no te doblen, que como te despistes, te cazan, así que muy bien me tengo que ver para lanzarme.

Como la idea es clasificarme para ir en Élite a Cangas, hay que ir a un clasificatorio algo menos complicado para intentar pillar plaza. La duda está entre San Pedro y Almería. San Pedro nos cuadra mejor la fecha, pero siendo clasificatorio para la Copa de Europa de Pontevedra, probablemente haya más nivel, y la cosa no está como para arriesgarse. Ya iremos viendo…

La Copa del Rey… pues depende de cómo esté en esa fecha. Si no doy la talla, pues nada, pero de momento la pongo en fijo como motivación extra ;-). Igual que en el campeonato de Madrid de contrarreloj por equipos del 19 de julio. Además, en la época pre-bicho, uno de los objetivos era intentar repetir en el tri de Autonomías (si es que se celebra) con la selección madrileña, pero claro, totalmente descartado.

El 4º fin de semana de julio también es una incógnita. Suponemos que ese fin de semana será Pálmaces (aunque aún no está publicada la fecha), lo que entraría en conflicto con el triatlón Parque Juan Carlos I, campeonato de Madrid de triatlón. Ya veremos cómo queda la cosa.

Ya en agosto, además de Teruel, hay que hacer algún olímpico pre-Cangas. De momento el seleccionado es Cuenca, aunque no es fijo 100%. Otra opción que cuadra más en fecha quizá es Aritzaleku, pero me niego a arrastrarme de nuevo por esas cuestacas como el año pasado :-( y en Cuenca me apetece repetir.

Y en Cangas, pues espero estar ya más o menos en forma y poder hacerlo en Élite (si me clasifico), pero también tengo claro que si no me veo capacitada, pues tendrá que ser en GGEE aunque me haya clasificado y 2010 ya será otra temporada...

Vamos, que todo es una incógnita. Yo tengo fe en que la cosa va a ir bien, pero hay que contemplar todas las posibilidades, que si no luego es un palo.

viernes, 20 de febrero de 2009

Equilibrio

La gente que me conoce bien creo que tiene claro que soy agnóstica por naturaleza. Esto no quiere decir que no tenga teorías sobre las cosas, porque como todo ser humano, de vez en cuando, cuando no estoy ocupada en otras cosas, me da por pensar ;-) y siempre hay cosas que plantearse. Pero lo que nunca se me ocurriría es hablar de esas teorías como si fueran certezas. Es más, siempre estoy abierta a escuchar otras teorías, porque siempre es divertido y, si me hace la suficiente gracia, incluso hasta puedo incorporarla a las mías.

Todo esto para decir que una de esas teorías (que no creencias) que me llama la atención es la del equilibrio, la del ying y el yang, la de una de cal y otra de arena. Cuando me pasa algo malo lo que pienso es que es para compensar algo bueno que está por llegar. Igual que pienso que si alguien hace algo malo, para que todo vuelva al equilibrio, se le devolverá de alguna manera. Teoría simplista y terriblemente ingenua la mía, pero oye, es mi teoría y la hago como quiero ;-).


No, no, no me voy del tema. Toda esta introducción filosófica tan poco usual por mi parte, viene porque, como siempre, estos días han tenido su cal y su arena:

- Mi lucha contra el bicho, como nos ponían en las cartillas de notas del cole, P.A. (para los tarras o yogurines, id est: Progresa Adecuadamente). Ya he llegado hasta los 50’ de rodillo, he superado la barrera de los 30’ corriendo y en la piscina ya empiezo a darle algo de guerra a Sergio ;-). Y, no solo eso, sino que ya empiezo a parecer una triatleta en lugar de una abuelilla, en horas bajas, eso sí, pero triatleta al fin y al cabo. La semana que viene ya empezaré a doblar (que esto de no doblar es un chollazo, que te deja tiempo para hacer un montón de cosas ;-)) e intentaré cumplir las sesiones planificadas, aunque haciéndolas más cortitas y, por supuesto, más suaves, que mis compis andan ya haciendo ritmillos bien majos.

- Sergio se hizo unos análisis para ver si tenía anticuerpos de mi bicho (para saber si había pasado ya la mononucleosis, porque si te da de pequeño, muchas veces es asintomático y no te enteras) y no, no los tiene. Esto quiere decir que seguimos con los besos en la mejilla y con un puntito de estrés superior al normal… uffff

- El hecho de haber tenido más tiempo estos días me ha ayudado a algo muy importante: mi PFC está terminado a falta de poner el formato un poco más cuco, lo que quiere decir que, si este fin de semana consigo apañarlo, el lunes lo entrego y ya seré casi casi casi una Señora Ingeniero y pronto dejaré de ser por fin una sin-papeles ;-).

- Tengo a Sergio griposete. Por suerte parece que solo es una gripe, así que en un par de días seguro que está como nuevo. Seguro que mañana ya está pedaleando por ahí :-).

- He tenido el honor de que Robert incluya una porcioncita de mi vida como curranta-ama de casa-triatleta en su artículo de triatletas.es. Espero que no os agobiéis mucho al leer el artículo completo ;-).


- Parece que el Campeonato de España de LD de Vitoria va a ser en distancia C, por lo que queda descartado del calendario muy a mi pesar (la verdad es que me apetecía mucho hacerlo). Esto hace que haya que darle un par de vueltitas más al calendario triatlético y, la semana que viene, os lo pongo ya por aquí, para que quede bien registradito ;-).

Bueno, al final parece que hay más cal que arena, ¿no? ;-).

lunes, 16 de febrero de 2009

Sin prisa pero sin pausa

La cosa marcha. Parece que mejoro poco a poco… ya he completado 1 semanita “entrenando” un poquito cada día y parece que voy recuperando un poquito mejor. La verdad es que esto va un poco por días, y hay días que me encuentro más fuerte y otro que me soplan y me agoto, pero creo que esto es lo normal, así que no hay problema. De hecho, el viernes, en la piscina, no aguanté ni media hora en el agua. La sensación es como si se me acabaran las pilas, así que no hay más remedio que parar. Pero lo importante es que cada día he tenido algo más de media horita de movimiento, y eso ya es una buena señal.


Pero, por suerte, el sábado y el domingo las sensaciones fueron algo mejores. Ayer salí de la piscina a los 40’ con ganas de más, y eso es buena señal, pero ni yo podía pasarme de tiempo ni Sergio estaba para muchos trotes después de los 135 km a 32 km/h que se metió por la mañana con una panda de salvajes :-O.

Y, lo mejor: el sábado al mediodía, con una temperatura de lujo y un sol precioso, por fin, estrené mi flaquita. Y no sé si porque llevaba más de 6 semanas sin salir en bici y ya me he olvidado de las sensaciones o porque tenía tantas ganas de estrenarla que me pareció un auténtica pasada cómo rodaba. Y eso que yo no estoy para sacarle partido a nada, pero aún yendo con mi platito pequeño y a un ritmo patatero, noto que es una pasada cómo va. Es mucho más manejable, mucho más agradable al ponerte de pie, más suave en su respuesta (va menos a trompicones) y se nota como si deslizara. Claro que no es solo el cuadro, que el llevar el Dura-Ace nuevito y las HED Bastogne con las cubiertas Vittoria Corsa Evo hinchadas a 9kg (pondré las Armadillo, pero de momento son las que tenía) también se notará, y las zapas Spiuk con suela de carbono que me trajeron SSMM los RRMM ;-) algo colaborarán también. Cuando le ponga las Stinger eso va a ser un cohete! ;-).



El caso es que esa horita que estuve rodando con la Cervelito me vino de perlas para “desasustarme” un poco, porque creo que puedo recuperarme bien antes de lo que pensaba, porque mis piernas siguen recordando cómo se pedalea ;-), así que solo es cuestión de que esta flojera se vaya yendo poco a poco, que lo que me impide de momento es estar más de media hora moviéndome a gusto, pero eso lo iré superando día a día. Más miedo me da la carrera a pie, claro. Ya os lo diré hoy cuando termine los 20’ de cacos que pretendo hacer esta tarde, a ver qué tal.

Pero eso sí, ya voy estando más animada. Prueba de ello es que me voy a poner sin falta a diseñar el calendario, que por miedo a no poder cumplir nada de nada ni lo he pensado hasta ahora. Claro que tendrá muchas incógnitas, porque nunca se sabe cómo estaré de aquí a 3 meses, pero por lo menos ya me voy plantando mini-objetivillos, que eso siempre viene bien :-). Ya os contaré…

miércoles, 11 de febrero de 2009

El umbral del cansancio

Que levante la mano el que no ha entrenado alguna vez cansado. Es más, que de un paso al frente el que no entrene casi siempre cansado. Cansado del entrenamiento del día anterior o incluso de la sesión de unos minutos antes, de la jornada laboral y los quehaceres domésticos o simplemente por no poder dormir lo suficiente. Esta costumbre hace que los triatletas en particular, o los deportistas llamémoslo habituales en general, tengamos el umbral del cansancio bastante elevado. Muy cansados tenemos que estar para saltarnos un entrenamiento.

Pues ese umbral elevado es el que me está haciendo bastante complicado el ajustar este retorno al movimiento a lo que el Señor Bicho que habita en mí me permite. Y más que me lo va a hacer durante algunas semanas más. El caso es que, durante el día, me suelo encontrar medianamente bien, con algún bajón de energías importante puntual, pero bueno, soportable. Por las tardes, al salir de trabajar, ya voy cansadilla. ¿Pero qué pasa?, que estar cansada es lo normal. Es verdad que es otro tipo de cansancio, bastante diferente al habitual, pero mi mente interpreta el cansancio como algo familiar y en una magnitud que no supera el umbral admitido, así que a entrenar toca.

Pero claro, ahí está el Bicho, que quiere permanecer calentito y confortable en mi cuerpo durante muuucho más tiempo, que me susurra: “mira qué día más bonito hace… qué temperatura… tanto tiempo has estado sin ver el sol y ahora ¿te vas a encerrar en un gimnasio?... sal a correr por el parque, anda”. Y es una lucha. Y luché, y mi mente ganó a la del Bicho. Así que ayer, tocó un circuitillo de gimnasio con pesos irrisorios (pero os puedo asegurar que tengo agujetas en todo el cuerpo) y 10 minutillos de cinta a 8,5 km/h (que en la cinta puedo controlar mejor el no pasarme y puedo parar en cualquier momento). Y después de eso, las tentaciones de salir a correr por el parque, que tenía una luz preciosa por el atardecer, seguían ahí, pero ya había “entrenado” suficiente, así que volví a contenerme.

Y, aún con eso, por la noche estaba bastante cansada. Este Bicho es un rollo. Acostumbrada a estar fuerte y verte ahora hecha un trapo… es duro, pero es lo que hay. Y hay que saber leer dentro del cansancio si estás mejor o peor que el día anterior y eso es complicado, por el famoso umbral que lo enmascara. Pero creo que el lunes, después de 30’ de rodillo sin apenas resistencia, estuve mejor que ayer, lo que indica que menos mal que me contuve. Así que hoy, bajamos un poco. 20 minutos de pisci bastarán.

Un atleta como la copa de un pino que casi es tan buen atleta como majo que es ;-) y que también ha pasado por esto me dijo que “más vale pecar de conservadora que de aventurada”, que pasarse un poquito supone dar un paso para atrás, aunque parezca que ya estás bien, aunque parezca que ya puedes ir un poco más rápido. Así que tendré que ignorar el umbral y no pensar en que estoy cansada y que eso no implica que no pueda entrenar. No estoy cansada… tengo un Bicho que aprovechará cualquier paso en falso para acomodar aún más sus posaderas en mi cuerpecito, y eso sí que no lo voy a consentir ;-). Con la ayuda de Sergio, claro, que creo que se ha comprado unas esposas para atarme al sofá si me da un arrebato y no entro en razón por las buenas ;-).

lunes, 9 de febrero de 2009

El retorno


En mi última entrada os dije que volvería a escribir cuando volviera a entrenar. Pues bien, ayer, exactamente 3 semanas después del último entrenamiento, volví a entrenar. Bueno, puede que entrenar no sea la palabra adecuada. Digamos que volvía a hacer algo, que ya es mucho después de no haber hecho nada de nada salvo algún que otro paseo y alguna sesión de Compex tratando de salvaguardar un poquito de fuerza muscular. Todo esto con la venia de mi doctora, que me hizo prometer que iba a ser muy cuidadosa y que iba a ir muy poquito a poco, y con la de un doctor triatlético que es un encanto ;-).


Y tal y como terminé, empiezo en el agua. Fueron poco más de 1000 metros… no sé, no los conté, casi media hora (y porque Sergio me obligó a salir del agua, con mucho criterio, eso sí). Las sensaciones… pues bastante desagradables. Ni tengo fuerza para mover agua ni tengo agilidad en los brazos para llevar una brazada ligera. Nado como a cámara lenta. ¿No os ha pasado alguna vez que habéis soñado que corréis porque os persigue algo o alguien y avanzáis a duras penas, como si tuvierais un vendaval en contra y algo os lastrara?. Pues esa misma sensación pero en el agua. Pero bueno, aunque no pudiera mover el agua, por lo menos sí parece que la cogía, así que eso me da esperanzas de recuperar sensaciones pronto.

Terminé bastante cansada, pero mejor de lo que pensaba. La temperatura corporal no se me ha disparado (subió un par de decimillas, pero nada) y el tamaño de los ganglios sigue controlado. El cuerpo está algo molidillo, pero bueno, nada fuera de lo normal ;-).

Esto pinta bien. Esta tarde, según como me encuentre, igual me lanzo a media horita de rodillo suave, a ver qué tal. Ya os iré dando el parte médico ;-).