domingo, 31 de julio de 2011

IM Frankfurt: la crónica

Cuando nos quisimos dar cuenta, ya estábamos en Frankfurt. La semana fue dura y estresante... mucho trabajo y asuntos varios que nos tuvieron más ajetreados de lo normal, que de por sí no es poco. Sin embargo, el viernes y el sábado previos fueron muy tranquilos. El sábado nadamos 20 minutillos antes de desayunar y luego llevamos las bicis al lago para el check-in en lo que fueron unos 50' de pedaleo tranquilo. Buena comida, visita a la expo, descanso con la crono del Tour, cena con los compis Ecosportianos haciendo cábalas sobre el tiempo que haría y la ropa que nos íbamos a poner (hablábamos más de eso que del propio IM) y prontito a la cama, que a las 4am había que estar en pie. Desayuno, bus y al Lago.

Parecía que el día no se había levantado tan mal... aunque solo lo parecería. En boxes, preparando los trastos ya pillada de tiempo por la enorme cola de los WC (uno de los escasos fallos de la organización), veo a Vigaray, Pablo y Lu, que me ayudan muchísimo con la logística en esos últimos momentos y me dan valiosos consejos que tan bien vienen en esos últimos minutos.

Me pongo el neopreno y, 13' antes de la salida, me meto en el agua para coger un buen sitio y en ese momento, veo a Sergio que está haciendo la misma operación, así que los dos nos colocamos en 1ª fila y un poco hacia el exterior. Los últimos minutos en el agua se hacen eternos pero al fin dan la salida y allá vamos!!. Después de chocarme de bruces con un torpe en piragua, aprieto pensando en coger una buena posición en esos primeros metros, pero la gente pega muy duro, casi como en un sprint, y me llevo puñetazos, aguadillas y codazos hasta en el carnet de identidad. Voy abriéndome hueco y, hacia los 500m ya voy más tranquila y, a partir de la 1ª boya, a los 1000m aprox, ya voy nadando prácticamente sola, (primer motivo para los que opinan que nadar bien en LD no es importante) tan agustito, remontando posiciones y creo que haciendo buena grupeta detrás.

El resto de la natación, disfrutando, nadando fuerte pero a gusto y, aunque a Sergio le fastidia que diga esto ;-), me hubiera dado hasta otra vuelta de lo que me gustó y lo corta que se me hizo. Salgo del agua en 1 hora pelada (única vez que miraría el reloj en todo el IM), aunque dicen que tenía unos 200m más, pero a mi eso me da igual, que ya se que la natación de los triatlones mide N, pero mis sensaciones son de haber nadado bien. Subo la cuesta de tierra mojada con cuidado por la cintilla y me meto en la carpa con mi bolsa, en la que había dejado de todo para elegir en ese momento qué ponerme, con dos voluntarias para mi sola porque no había nadie (2º motivo para hacer buena natación en IM).



Cualquiera que vea que he tardado 7' en T1 pensaría que es impropio de alguien que viene de la CD ;-), pero ese día era importante abrigarse bien e ir lo más seca posible, ya que estábamos a 9ºC y lloviendo, así que prácticamente me vestí entera en T1 (tri-top seco, chaleco y manguitos) después de secarme bien (y de que las voluntarias me arrancaran el neopreno porque mis manos no funcionaban bien, imagino que del frío), porque el frío te hace gastar muchas energías y te agarrota los músculos y no estamos para eso. Cogí la bici, mi precioso casco Specialized verde esperanza (primer regalo de bodas adelantado de Jaime ;-)) y al lío.



Enciendo el Powertap y... ay madre, que no va!!, ¿qué le pasa?, parece que se le han acabado las pilas... ay ay ay. Justo ese día... ni uno antes ni uno después... maldito Murphy. Pues nada, por sensaciones, que he entrenado mucho el ritmo IM y sé perfectamente cómo es. En ese momento pienso en las palabras de Lu: "La 1ª vuelta hazla tranquila, aunque vayas sobrada, con cabeza fría porque te pasará mucha gente, y en la 2ª aprieta y verás como pasas tú a muchos de ellos". Y así lo hice, tranquila, deseando que llegaran las subidas (que no eran pocas... el circuito es rápido pero nada llano) para entrar en calor, sufriendo con la lluvia y pasando mucho miedo en las bajadas con el fuerte viento racheado lateral y con mis frenos que no funcionaban nada bien (se destensó el muelle y no tenían tensión... y eso que la llevé a reparar justo eso 2 semanas antes, pero volvieron a fallar... justo ese día... maldito Murphy).



El circuito es muy chulo y entretenido y pasábamos por pueblillos muy cucos con bastante animación, a pesar del día que hacía, pero allí estaban los lugareños, envueltos en mantas pero animando a los triatletas. Las subidas no eran nada sencillas, y menos la de The Hell, con unos adoquines infumables que tenías que subir bien sentadito o resbalabas, o la de Bad Vielbel, que pasaba muy rápido con tanta animación.



La 1ª vuelta pasa bastante rápido, yo creo que porque iba más centrada en no caerme, en mover los pies congelados dentro de mis calcetines empapados y en no calentarme con los que me pasaban (que chicas no fueron muchas) que en la propia bici. Y llega la 2ª vuelta y decido subir un poco el ritmo. De pronto veo a Xavigon, que me pasó a mitad de la 1ª vuelta, que me dice que ha pinchado y que, aunque ha sellado el líquido, tiene miedo de ir muy bajo. Le digo que no se preocupe, que la rueda va bien, y arranca. Como veo que al rato le sigo teniendo a la vista y sé que él va a llevar un ritmo constante porque va con el PT, decido usarle como referencia y allá que voy, a seguirle.


Como mantengo la distancia, se me van metiendo chicos en medio, siempre los mismos que somos los que ya vamos en el grupillo (grupillo legal que, por cierto, no vi casi nada de drafting intencionado... otro motivo para salir delante del agua, que está menos masificado el circuito): Sven, Sebatien, Luis,... hasta que veo que ya son muchos, me acoplo, arranco y vuelvo a recuperar mi posición tras Xavi, y así hasta Bad Vilbel, en la que ya decido llegar hasta T2 tranquila para preparar la carrera a pie. En esa 2ª vuelta el viento ya se hace casi insoportable... lo que nos decían que, quitando la subida a Bad Vilbel, los últimos kms de la vuelta se hacían a 50km/h casi sin pedalear, para nosotros fue a 25km/h y pedaleando... pero era lo que había y era igual para todos. Y, efectivamente, como decía Lu, adelante a muchos de los que me pasaron en la 1ª vuelta y prácticamente a todas las chicas que me adelantaron, así que intuyo que debo ir bastante bien posicionada. Durante toda la bici desecho los pensamientos negativos promovidos por el día asqueroso que nos está haciendo y los cambio por pensamientos positivos: "esto ya lo has vivido en Ibiza y lo superaste, así que aquí también puedes hacerlo...". Y, así, llegamos a T2...



Me vuelvo a secar bien, sobretodo mis congelados pies, cojo mi Fuel-Belt, mis botellitas de geles para rellenarlo (me daba miedo dejarlos rellenos el día antes por si se ponían malos... paranoica que es una), paso por el WC y a correr!. La bici veo a posteriori que salió en 5h44', a 31.36km/h, que no está nada mal para las circunstancias, pero ya os digo que allí mismo ni miré el reloj.

Voy con mucho miedo por la cintilla, que me volvió a dar guerra los últimos 10 días, pero sigo teniendo en mente el objetivo inicial que es hacer todo el maratón sin parar. En seguida me quedo clavada con los lumbares, como me pasó en Pescara, pero con un dolor muchísimo más fuerte. Me quito el Belt, me lo pongo, me automasajeo... el dolor es muy fuerte, pero pienso que a los 20-30' se me quitará, como pasó en Pescara, así que ni me paro y sigo, aunque sea en modo Doña Rogelia. Eso sí, las piernas van como nuevas y tengo que ir frenando para no embalarme.



Me planteo el maratón vuelta a vuelta, de la 1 a la 4, siempre concentrada y pensando en positivo, cosa no muy dificil viendo la animación que había, que siempre había gente a tu alrededor y continuamente oías "Super Ishta!!...
Superklasse!!!" ;-)... cuando hace bueno tiene que ser impresionante. Paso por la 1ª vuelta y el dolor lumbar ya no es tan grande, aunque con las cuestecillas de subida a los puentes me pegan buenos latigazos, pero al menos ya es soportable. "Venga te quedan 30km, como en Ibiza, que los hiciste perfectamente", pienso.

2 vueltas: "va, esto ya es como un medio IM, que has hecho ya unos cuantos". Sigo frenándome porque voy como una rosa, con las piernas que van solas y mi estómago portándose fenomenal con el plan de solo geles y agua a sorbitos pequeños (eso sí, el equivalente a 12 geles en la bici y 8 en la carrera a pie... os preguntaréis si no paso hambre y la respuesta es sí: me hubiera comido todos los bollos de los avituallamientos ;-), pero no me importa pasar 10 horas de hambre en mi vida si de fuerzas y energías voy bien, como así era).

3 vueltas: "¿10 km?, ¿qué son 10km?, ¡eso te lo haces con la gorra!!" ;-)). Eso sí, en la última bajada del puente de la 3ª vuelta la cintilla me da un aviso... la llevo agarrotadísima y me da miedo que me arrée el latigazo y tenga que pararme, con lo bien que voy, que ni para beber agua me he parado ni medio segundo!!. Toca bajar el ritmo, que hasta ahora había sido de 5:2X/km (aunque eso no lo sabía... ¿os he dicho ya que no miré el reloj? ;-) , no sabía qué bueno me podía aportar aparte de ponerme nerviosa, así que pasaba de mirarlo). Pasitos cortos pero seguros y sigo sin parar, aunque ya no tanto porque no quiera sino porque veo que como me pare, se me van a agarrotar las piernas y lo mismo no puedo volver a arrancar...

Última vuelta, de fuerzas como una rosa y de piernas regular, pero bastante para lo que he podido entrenar por la lesión. Ya veo el final... veo el objetivo cumplido: un IM con sensaciones de competición, apretando y haciendo el maratón sin parar y además luego vi que por debajo de las 4h (3h57'), que ni en mis mejores pronósticos.

Ahi está la meta... está jarreando, pero no me importa. Voy llorando y pego un grito de desahogo, de ver que todo ha salido mejor de lo soñado, de ver que lo he logrado... todo el esfuerzo del entrenamiento se materializa, los malos ratos por la lesión se compensan... ¡¡¡es mío!!!

10h54' y 6ª de mi Grupo de Edad

Ya en el Athlete Garden, con más hambre que el perro de un ciego (buena señal ;-)), veo a Sergio, que en ese momento no está muy contento, que lo ha pasado muy mal con el tiempo horrible que hemos tenido, pero que ya se ha dado cuenta de la gran carrera que ha hecho, terminando con un maratón a 3:19 dejándose ir en la última vuelta, que se dice pronto... y solo es el principio. También les fue bien a todos nuestros compis ecosportianos, y terminaron con nota salvo a Yoli que tuvo que retirarse por hipotermia, como pasó en Ibiza, que la verdad es que hemos tenido mala suerte, pero seguro que pronto se quita la espinita ;-).

En la siguiente: el post-IM y algunas reflexiones, que también tiene su miga ;-))


miércoles, 20 de julio de 2011

El camino al IM

Como os comenté en la anterior entrada, apenas unos días antes de la gran cita me gustaría contaros un poco cómo he vivido la preparación de mi primer IM, tanto para ordenar mis propias ideas como para que sirva de referencia (para bien o para mal) o motivación para los que os lo estéis planteando. Así que os voy a contar lo que, para mí, han sido las claves de este proceso:

 Este es mi 7ª temporada de triatlón. Hasta el año pasado me he dedicado a la corta distancia con algún toque de media distancia (que se puede hacer perfectamente con un entrenamiento de olímpica) y fue el año pasado cuando debuté en LD en el Cpto de España en Ibiza con creo que buen resultado y muy buenas sensaciones

 Durante estos años, salvo el primero que solo estaba coqueteando con el tri, siempre he tenido entrenador, primero Pablo Cabeza, después Ángel Aguado y ahora Jaime MdL, y he sido obediente y disciplinada, tanto para no despistarme y vaguear como para, sobretodo, no pasarme e ir dando los pasos que tenía que dar, por lo que considero que hemos ido edificando unos cimientos robustos sobre los que ir construyendo las temporadas triatléticas.

 Creo que precisamente por esto último, porque Sergio y yo somos como hormiguitas que vamos progresando pasito a pasito, sin prisa pero sin pausa, y Jaime así creo que lo ha visto, el entrenamiento de IM ha seguido el hilo de esa progresión, constituyendo una metamorfosis progresiva a triatletas de LD sin que sean necesarios volúmenes excesivos ni grandes machadas. Esta metamorfosis ha sido tan suave que, cuando en febrero hacíamos semanas de 13 horas estábamos agobiadísimos y en estas últimas semanas hacíamos 17 horas sin darnos apenas cuenta y sorprendiéndonos al rellenar la ficha semanal porque nos parecía que habíamos entrenado poco

 Símbolo de esto último, de que no ha sido necesario hacer entrenamientos apocalípticos, es que la salida más larga en bici ha sido de 153km (con series acoplada y solita al ritmo que tenía prescrito, nada de pasear) y la carrera a pie más larga ha sido de 1h50’ (poco más de 20km para mí y unos 25km para Sergio). En natación una vez hicimos 4500m y el resto normalmente entre 2500m y 3500m.

 Aunque no me gusta hablar únicamente de volúmenes porque se obvian los entrenamientos de calidad que han sido muchos, 8 han sido las semanas que hemos superado las 15 horas de entreno, con 4 por encima de 17h, que eso para nosotros no está nada mal y más teniendo en cuenta, como digo, que había entrenamientos de calidad (que a mí me habían contado algo de que la LD era rodar y rodar y yo creo que he sufrido más en el agua y en la bici que nunca).




Azul - natación; Amarillo - ciclismo; Verde - carrera a pie; Rojo - otros (gim, pilates, elíptica, etc)



 Siguiendo con los números:

o TOTALES (desde finales de noviembre): 275km de natación6350km de bici468km a pie

o MEDIA ÚLTIMAS 24 SEMANAS13 horas semanales con 8300m de natación - 215km de bici14,3km a pie (sí, habéis leído bien)

 Analizando cada disciplina:

o En natación hemos notada una bajada en el volumen, que antes apenas bajábamos de 10000m/semana con 4/5 sesiones y este año lo normal era hacer 3 sesiones semanales. Eso sí, en invierno/primavera nos hemos metido palizas piscineras como en nuestra vida de modo que, cual perro de Pavlov, nos temblaban las canillas cada vez que olíamos a cloro. Pocos metros pero mucha calidad que nos ha permitido mantener el nivel (e incluso, al menos para Sergio, dar un salto importante). Personalmente he echado en falta que algún delfinillo me saque un poco de punto de vez en cuando, que el 99% de los entrenos los he hecho sola o tirando yo, pero esas han sido las circunstancias y, aún con eso, creo que le hemos sacado jugo a la piscina.





o La bici creo que ha sido la clave. Un invierno/primavera con unos entrenos de calidad en el rodillo de hasta 2 horas que te dejaban las piernas hechas puré y una primavera/verano con bastantes kilómetros pero siempre marcados por las series con la inestimable ayuda del Powertap. Cumpliendo siempre los entrenos pero sufriendo mucho… pero, por suerte, parece que ha dado resultado y las sensaciones que tengo ahora son muy buenas.








o La carrera a pie marcada totalmente por la lesión en la cintilla cuyos primeros síntomas se dejaron ver la semana -26 (principios de enero) y que me han tenido 5 semanas ignorando las señales, 2 meses sin correr nada y otros tantos haciendo “cacos” tratando de recuperarme (lo veis claro en la gráfica). En la semana -8 ya pude empezar la carrera continua y en la -4 ya corro 1h50’ seguida sin molestias. Sé que voy justísima, pero teniendo en cuenta el momento de Decisiones que tuve, ahora me doy con un canto en los dientes. Hay que confiar en el entrenamiento cruzado y en que el fondo lo tengo y, total, la velocidad tampoco me va a afectar mucho…




 En cuanto a las competiciones, no me gustaba el plantearme una temporada en la que todo girara en torno al IM. Me gusta el triatlón y me encanta competir, y el IM es como cualquier otro objetivo principal de los que he tenido en mis otras temporadas. Tenía en mente competir algo menos de lo habitual para no tostarme mucho, pero al final ha sido mucho menos por la dichosa lesión. Eso sí, con lo poquito que he hecho, me siento contenta y creo que he rendido todo lo que podía rendir dadas las circunstancias.

 Ahora, con la sensación de trabajo bien hecho, pero con la inseguridad que provoca siempre el haber tenido una lesión tan latosa, me presento en Frankfurt con la ilusión de hacerlo bien. Como he dicho en alguna ocasión, no sé en qué tiempo ni me importa, pero la idea es llegar lo más delante posible y con las mejores sensaciones posibles. Mi satisfacción sería total si pudiera correr todo el maratón (salvo caminar en algún avituallamiento, claro, pero poco más), aunque no sé si me preocupa más la cintilla o mi estómago, pero hay que pensar que todo irá bien. Por suerte, se ha cruzado en mi camino el nuevo objetivo del Ironman 70.3 Las Vegas, así que la tensión del IM está más suavizada y eso siempre da tranquilidad.





Bueno, pues espero poder contaros desde allí cómo ha ido y, si no, a la vuelta croniqueo lo que haga falta :-)


lunes, 18 de julio de 2011

Liga de Clubes

Esta semana, teniendo en cuenta lo que acontece al final de la misma, me gustaría poneros una entrada resumiendo lo que ha sido el entrenamiento enfocado al IM, cómo lo he vivido y cuáles creo que han sido sus bases, tanto para ordenar mis propias ideas (que para eso sirve, entre otras cosas, escribir estas entradas :-)) como por si a alguien le puede servir como referencia o ayuda. Pero antes, os haré un resumencillo de lo que ha pasado este fin de semana en Pulpí, en la Liga de Clubes… más que nada para mostrar lo que no hay que hacer jeje.

Está claro que correr un sprint con otras 90 chicas la semana antes de un IM no parece lo más apropiado, no por la competición en sí misma (que, total, ese fin de semana ya no hay que entrenar propiamente y un sprint tampoco te machaca mucho), sino por el riesgo de caídas, que en ese circuito además hubo unas cuantas, pero esta competición es la más importante del año para los clubes, ya que el hecho de estar ahí, ya sea en 1ª o en 2ª división es fundamental. El equipo femenino de Ecosport además nos jugábamos la permanencia en 1ª que, aunque lo veíamos muy complicado con el nivel que había, había que estar ahí para intentarlo con todas nuestras fuerzas.





Después de una tarde de sábado bajo un sol abrasador viendo como nuestros chicos hacía unos carrerones impresionantes que les hicieron ganarse su permanencia en 2ª división y con nota, llegaba nuestro turno el domingo, a las 10h, con un calor que apretaba más y más según avanzaban los minutos. Cámara de llamadas, línea de salida y al agua!!. Acostumbrada a nadar con poquitas chicas, nadar con tantas se hace duro, pero es que esta vez fue aún peor. Una mala entrada en el agua (que siempre ha sido mala, porque mi velocidad punta es similar a la de un caracol, pero esta fue aún peor) me supone chocarme de bruces contra un muro infranqueable de triatletas. Intento buscar huecos para avanzar sin éxito y llevándome muchos golpes de propina. Voy hacia un lado, hacia otro y no hay manera, no hay por dónde pasar.




Poco antes de la 1ª boya decido salirme al lateral interno porque no lo soporto más, así que ahí voy, solita pero tranquila… hasta la 1ª boya, claro, que me doy de bruces contra ella y, para rodearla, la tengo que abrazar e ir rodeándola casi parada, igual que con la 2ª, pero ahí sigo, en el lateral y haciendo ni se sabe los metros de más hasta la salida.

Salgo del agua y toda la gente que veo por delante y haciendo la T1 es gente que normalmente sale por detrás, pero bueno, es lo que hay… lo importante es entrar en el corte y puntuar. Cojo los trastos, me subo a la bici (sin dar el saltito… hay que minimizar riesgos de caída) y cuando pongo el pie encima de la zapa, no sé qué pasa que se me descala la zapatilla y me sale volando. Paro la bici, me bajo, la dejo apoyada en una valla mientras voy maldiciendo sin parar, corro para atrás, me pongo la zapa, corro con las zapas puestas, cojo la bici y, por si no hubiera salido bastante tarde ya del agua, en esa maniobra me adelantan 10 o 15 chicas más por lo menos. Pues nada, habrá que remontar…


Salgo fuerte en bici, voy recuperando puestos y en la primera cuesta va y se me sale la cadena… ¿pero qué leche pasa hoy??, vaya diíta que llevo!!!. Por suerte consigo meterla en marcha y toca reanudar la remontada. Subo fuerte y voy avanzando, adelantando gente sin parar con algo de ayuda de Anais de los Diablillos y una chica del Reus. En la bajada de la 2ª vuelta (para los que no conozcáis el circuito, es un todo-para-arriba y todo-para-debajo de 5km al que hay que dar 4 vueltas) miro para atrás y veo a lo menos 20 chicas detrás y pienso… uhmmm, esto no puede ser, que llevar a gente de otros equipos hacia delante no nos interesa, así que, en la siguiente subida, arreón para arriba (a más de 300w ;-)), aguanto fuerte toda la subida y, al dar el giro, veo que la cosa se ha roto y detrás ya quedan bastante menos… bien bien. Las bajadas con cuidadito, sin entrar en peleas y, ya en la última subida, más tranquilas pero intentando abrir algo más de hueco. Vuelta a bajar y, ¿ya termina esto?, ¡qué rápido!. A 33,5km/h de media que no está naaaada mal.





T2 y toca correr. La consigna era “no te calientes mucho que nos conocemos”, que me repitió mi fisio Ángel 3 o 4 veces el viernes después de soltarme por enésima vez la cintilla que ha vuelto a darme guerra la última semana. Lo importante era entrar en el corte manteniendo la cintilla intacta, que el 24 me hará falta. Pero claro, una vez en el ajo… El caso es que, si nunca he sido precisamente rápida, este año que con lo poco que he corrido no he hecho ni media serie, pues ya es el acabose :-), pero bueno, que conste que yo intentaba apretar y, de hecho, algún puestecillo gané y medio me mantuve, así que no puedo pedir más y encima ¡sin molestias!!. Así que objetivo cumplido.





Por desgracia, aunque luchamos como leonas y conseguimos meter a 5 ecosportianas en meta antes del corte, este año había un nivel tan alto que solo pudimos hacernos con el 9º puesto, lo que supone que descendemos a 2ª división :-(. Pero no pasa nada... solo es una excusa para volver a subir el año que viene y poder celebrarlo a lo grande :-). ¡¡Gracias, chicas!!!



Fotos: Felipe Gutiérrez e Irene Díez

lunes, 4 de julio de 2011

Tristar Madrid



Aunque muchos ya sabéis el final, intentaré contaros desde el principio cómo fue la cosa…

Un poco de casualidad y como parte del último achuchón de cara al IM de Frankfurt de dentro de 3 semanas, decidimos participar en el TriStar de Madrid, que celebrara su primera edición en el entorno de la Casa de Campo, en la que había que nadar 1km, pedalear 100km (que al final fueron unos 107km) dando 10 vueltas a un circuito que subía Garabitas y correr 10km en un recorrido similar al habitual de la CdC. El planteamiento era hacer un buen entreno de calidad ya que, aunque el formato es con drafting permitido, al no permitirse el drafting entre sexos, era de prever que las chicas, al ser pocas, iríamos muy solitas, así que sería un entrenamiento físico y, sobretodo, mental. Además, lo metíamos con calzador en lo que han sido dos semanas de bastante caña, con la semana pasada sumando 18 horitas de entreno con algunas series majas y esta semana sumando casi 16h, de manera que partía de salida con 377km en los 7 días anteriores, que para nosotros es mucha tela.

El sábado por la tarde, recogida de dorsales y pasta party, a la que no pudimos ir pero nos han contado maravillas y, el domingo, a las 5h30’ en pie, que a las 8:00 daban la salida. Todo organizado al modo del IM, con tus bolsitas de bike y run y sillitas para cambiarte.



Todos al pantalán, primera salida en falso porque un micrófono se acopla y suena a bocina (vino bien para activar ;-)), salida buena y al agua!.

Como siempre, no soy capaz de empezar a ritmo fuerte, me quedo atrás y toca ir remontando. Voy pasando a gente y me cuesta casi 400m agarrar a Sergio, que es una máquina en esos primeros metros. A partir de ahí, más sola que la una y lamentándome otra vez de que si tuviera velocidad para los primeros metros, podría ir en el grupo de mi nivel, que está ahí delante, con mucho menos esfuerzo, pero bueno, así es esto…

Salgo del agua a 1’30” de cabeza y primera chica, así que ahora tocaba mantener el puesto en la bici, que no sabría si sería fácil o difícil, porque no conocía a las rivales. Me pongo los calcetines (que normalmente no lo hubiera hecho, pero tengo los pies llenos de ampollas y hay que cuidarlos), me subo a mi Cervelo que la tenía olvidada a la pobre con tanta cabra y a por las 10 vueltas con sus 10 Garabitas. En la 1ª vuelta, en el tramo del ida/vuelta que nos cruzábamos, localizo a la que entonces va 2ª, la holandesa Marlies, que tiene buena planta en bici y puede ser peligrosa, así que trato de apretar para ver cómo van las referencias en la siguiente vuelta, que ya ni la veo, por lo que deduzco que voy más fuerte que ella, lo que me tranquiliza.



Las vueltas van pasando y, a decir verdad, sin referencias y ahí solita, pues te vas dejando un poco (la 1ª hora hice 171w medios y la media total me salió a 155w, subiendo Garabitas rondando FTP), pero trataba de apretar todo lo que pudiera al menos por hacer un buen entreno. Hacia la mitad de la bici soy consciente de que me estoy alimentando poco (solo llevo 400cal de gel en un bidón con agua), pero como sé que no digiero bien lo sólido, lo intento con un bidón de coca-cola que, como no está mezclada con agua, me resulta intragable, así que a aguantar con lo puesto.



Voy completando vueltas y la verdad es que se hace duro duro, pero vas descontando y al final, ¡10 vueltas!! (unos 107km en total). Nunca pensé que tendría tantas ganas de bajarme a correr. Llego a T2 y toca la carrera a pie, que sabiendo que son poquitos km no hay problema. Voy bien, a paso lentito, pero veo que los demás van igual, que las estampas son más de medio IM que de tener que correr solo 10km. El estómago va regulín, y eso me hace mantenerme solo con agua, porque veía riesgo en tratar de meter un gel y más vale correr algo lenta que caminar. Me voy cruzando ya con algunas chicas, pero veo que a la 2ª (que luego me enteré que es una exciclista dos veces olímpica con 8 Giros y 6 Tours en sus piernas) le saco casi 1 vuelta (y a la 3ª casi vuelta y media), así que me centro sobretodo en mantener el ritmo y aguantar esa diferencia.






Y así fue… últimos metros… ahí está la meta, preciosa con su cinta, lista para mi llegada. Como no puedo describiros lo que se siente, esta foto lo dice todo (gracias, Pilar, por la fotaza!):





Y aquí en vídeo con la entrevista posterior (de la web de Tristar):



Nunca me atreví ni a soñar con poder ganar una competición, así que imaginad la emoción y la alegría que sentí y siento... ni me lo creo aún.







Después tocaba recuperar fuerzas en el festín post-meta con el que nos obsequió la organización, pequeño masajito y, por la tarde, entrega de premios y merendola. Mil gracias a la organización y a la Fede Madrileña por mimarnos tanto, y a ver si el año que viene se animan muchas más y hacemos unos buenos grupillos!! :-)





Fotos: TriStar, Pilar-Naranja y Sergio