martes, 28 de septiembre de 2010

Sólo 5... sólo 3

Pues ya estamos a menos de 5 semanas, de las cuales solo nos quedan 3 duras: esta misma, la siguiente será más tranquila, luego otras dos semanas de esfuercillo (o un poco menos) y ya a descansar, mantener y supercompensar. Y es que dicho así casi parece que estamos contando las horas… y algo así es lo que está pasando ;-)), pero bueno, al final el tiempo pasa más rápido de lo que parece en un principio y vamos superando pequeñas barreras que seguro que nos están haciendo subir algún peldañito, aunque sea pequeño, que a estas alturas de la temporada no es poca cosa.

Lo que no es una sorpresa es que os diga que no está siendo fácil. 2 meses es muy poco tiempo para cualquier adaptación y máxime si a lo que te tienes que adaptar es a una nueva forma de entrenar, a una nueva alimentación y a una nueva filosofía. Está claro que es un riesgo, pero el que no arriesga no “gana”, así que al menos merece la pena intentarlo, especialmente de cara a tomar nota para saber cómo ajustar las cosas lo mejor posible para el año que viene. Para aprender, hay que probar, y aprender para mí, ahora mismo, es lo más importante.

Pero claro, esto también tiene su parte dura. La carilla triste que se me pone por las mañanas mirando el bizcocho de Sergio mientras yo ingiero mi bol de avena con leche de soja y unas pocas nueces es para foto. El “mono” de carbohidratos y guarrerías que me da muchas tardes en las que me comería 8 donuts de chocolate del tirón me hace pasar unos minutillos salivando. La semana que he pasado arrastrando los pies porque me encontraba bajilla no ha sido sencilla. Pero, al final, todo son pequeñas barreras que he superado y voy superando, y eso es lo que más fuerza y moral te puede dar.



Foto: Sanabria


Y otro momento crítico es cuando recibes los entrenos y se te saltan los ojos de las cuencas al ver los ritmos. Estábamos mentalizados para el volumen, pero no pensábamos en esa mezcla explosiva de volumen más intensidad. Como muestra, ahí van algunos botones de los últimos días:

• Los más de 16km del jueves haciendo 12 de ellos con 1km @4:40 + 1km @5:10 compartiendo algunos de esos kms con nuestro vecino Sergio. 1h22’ que me dejaron las piernas hechas trizas pero que, no se sabe cómo, especialmente cuando el día anterior me había arrastrado durante casi 70’ (tanto que tropecé y me pegué un buen piñazo), no salieron mal del todo.

• La natación del viernes donde, aunque no tocaba especialmente, acabamos haciendo ritmitos majos turnándonos Sergio, Jaime S. y yo, para continuar con un poco de técnica en fatiga hasta completar unos 3300m.

• El sábado con 2h30’ con la cabra a 145w de media que sirvieron de “calentamiento” para los 70’ de transición con 4 cambios de 6’ a 4:36/km (que supuestamente tendrían que haber sido a UAN, que es un pelín más rápido, pero no pude dar más de sí). Con esta sesión cumplo 49km a pie esta semana… vaya tela. Y, para recuperar, un rico cous cous con verduritas y pollo al wok mmmmmmm



• El domingo con 114km penando sobre nuestras cabras pero arreando al llegar al Cerro de San Pedro, allá sobre el km86, que subimos tratando de hacerlo a FTP y que, sigo sin saber cómo, me salió a 197w (en 19m28s desde el cartel de salida de Guadalix), lo que teniendo en cuenta que ahora rondo los 56kilines (cómo se nota ese 1,5kg menos corriendo, uffff), da 3.52 w/kg que parece que no es mal dato. Eso sí, al pobre Sergio casi le tengo que ir a buscar luego con el coche jeje

Pero, como todo, esta nueva metodología de entreno, si bien hay muchas sesiones muy duras que te dejan muy cansado, sí que es verdad que tiene alguna ventaja, como por ejemplo, que doblamos menos y el no tener que estar todos los días corriendo de acá para allá también estresa un poquito menos. Es más, incluso algún día, como ayer por la tarde, he tenido tiempo hasta de aburrirme y todo jajaja.

Y así, con una sonrisa, encaramos esta semana, que sobre el papel da auténtico miedito, pero que estoy segura que superaremos :-).

lunes, 20 de septiembre de 2010

Metamorfoseando

Solo quedan 6 semanas de las que no más de 4 será duras. Eso me repito una y otra vez, y es que llevamos ya muchos meses entrenando, muchas competiciones en las piernas, mucho esfuerzo acumulado. Pero solo quedan 4 semanas duras.

Y así vamos avanzando en nuestra metamorfosis a la LD, concienzudos como somos, tratando de hilar todo lo fino que podamos. Y en ese camino hemos tenido que introducir algunos cambios. El primero y más significativo es que contamos con un valioso guía que nos irá mostrando el camino, que no es otro que
Jaime Mndz. de Luarca. ¿Y eso por qué?, pues primero porque tener que preparar algo tan concreto, para un día específico y en nuestras circunstancias determinadas requiere una planificación dedicada, que distinto es cuando compites en corta distancia, donde los objetivos son comunes para el grupo y una planificación de la temporada grupal es suficiente y más que apropiada. Y el segundo motivo es un pequeño Tamagochi amarillo que reclama mi atención ;-), que espero que me haga más amenos los largos entrenamientos de bici que nos esperan, y cuyo idioma Jaime domina a la perfección. Él nos conoce, sabe de qué pie cojeamos, sabe de dónde tirar y de dónde no, comparte nuestras ganas de hacer bien las cosas y nos entendemos a la perfección, así que seguro que conseguiremos lo que nos propongamos :-).



Pero, eso sí, siempre que podamos, compartiremos entrenamientos con nuestros compis ecosportianos, porque es un lujo entrenar con ellos y, especialmente en la natación, ningún entrenamiento en solitario puede igualar esas sesiones piscineras bajo la batuta de Raúl y Ángel que tanto fortalecen física y mentalmente.

Y otro cambio, propiciado por Jaime, es el tema de alimentación. Cierto es que siempre he tratado de cuidarme. Me gustan las verduras y el pescado, me gusta la comida sin salsas y sin aditivos, y soy amante de la cocina casera aún cuando eso me supone pasar demasiado tiempo, que no me sobra precisamente, delante de la vitro y el horno inventando recetas con productos naturales con el aceite de oliva por bandera. Pero también siempre he sido consciente de que mis desayunos no eran los más apropiados (tostadas, bollos, magdalenas, galletas,… sin grasas trans, eso siempre, pero con calorías vacías a gogó), de que abusaba de los lácteos y tomaba demasiado pan de molde. Así que Jaime me ha dado unas pautas, que no una dieta, para mejorar esos hábitos y en ello andamos, probando a ver qué tal nos adaptamos. Claro que el pobre Sergio opina que “queremos amargarle la vida entre los dos” ;-), pero bueno, haremos el esfuerzo y le compraremos a él sus caprichillos mientras yo sigo con mi tazón de leche de soja y avena tratando de no abalanzarme sobre sus tostadas ;-).


Foto: Pálmaces 20101 por Lucanux


Eso sí, esto de la mutación está costando más de lo que creía, que yo pensaba que esto de la LD era más tranquilo y llevamos dos semanas haciendo series a ritmos que no hacía ni entrenando olímpico casi… Como muestra, el 4x2000 r/2’ del jueves en 8:30-8:45-8:30-8:47 (en el que las 3 últimas tenían que ser a 4:30-4:35 aprox pero se me fueron de las manos, que trataba de subir un pulso que no subía) o el 1000 técnica+10x50 c/50”+500 intenso (en 7:26) del miércoles en la piscina cortesía de Raúl. Pero el peor día fue ayer, sin lugar a dudas… test de 1500 con neopreno en la piscina de Moralzarzal que salió en 21:12 sufriendo muchísimo por el calor, que salí en el punto de cocción justo para estar bien tiernita y comestible con un poco de salsa barbacoa ;-), seguido de unas series en la cabra entre FTP (195w) y tempo (155w) que hicieron que en la última pegara un petardazo espectacular y tuviera que llegar a Cerceda con el platico pequeño y sin poder subir apenas de 100w. No sé si fue la carga de la semana, si afectaron los 79km a 136w del día anterior con la cabra (que ese día no me costaron, pero puede que cargaran aún sin darme cuenta) o qué se yo, pero bendita petada…

Y ahora, un par de días de descansito, que las próximas dos semanas dan miedo!!!.

lunes, 13 de septiembre de 2010

Aprendiendo en Sanabria




Pues sí, eso fue exactamente, un nuevo punto de aprendizaje en nuestra ya anunciada mutación a triatletas LD. Bueno, eso y una bonita experiencia, a pesar del sufrimiento... os cuento.

Llegamos allí el sábado, al Centro de Turismo Rural El Molino en Congosta de Vidriales, donde nos trataron estupendísimamente (y que os recomiendo para pasar un fin de semana de campo y relax), sin mucha mentalización competitiva y sin demasiado descanso en las piernas (que el "objetivo" es Ibiza). Comimos con el lujo extra de ver en directo en TDP al gran Javi ganando su título mundial (y al pobre Frodeno sufriendo lo suyo, que me dió penilla porque es uno de los triatletas con más clase y elegancia del panorama internacional y además parece buena gente) y tocaba un poquito de posición horizontal mientras nos echábamos unas risas con los comentarios de "Miguelón" en La Vuelta y dábamos un respingo con la caída de Igor Antón.



Salimos a probar las bicis 15 minutillos, un poco de trote, ducha, reunión técnica (demasiado tarde para mi gusto teniendo en cuenta que más nos valía acostarnos pronto con el madrugón que había que pegarse), cena (demasiada también) y a dormir con la venia de los bichos que querían hacer noche con nosotros (es lo que tiene el campo :-)).

5:45 de la mañana y ya desayunando. Cogemos trastos y a las 7 estamos ya en el autobús que nos llevará al lago y, poco más de 1h después ya estamos preparando todo en la T1. Mini-calentamiento, cámara de llamadas a las 10h y ahí que vamos las 8 élites al agua (1' después GGEE femenino, 10' después élite masculino y 15' después los GGEE masculino).



Nunca he nadado 3000m del tirón, así que ni idea del ritmo que tengo que llevar, pero creo que salgo demasiado fuerte y, después de la 1ª boya, ya pierdo hasta a Estefanía, así que me toca ir más sola que la una, con lo que implica eso de fallos de orientación (y más con un tramo con el sol de frente) y demás. Además, hacia los 2000m, se me sube el gemelo izquierdo que lleva 2 semanas dándome bastante guerra en los rebotes de la piscina, así que me toca seguir con las piernas flotando. Se me cargan los hombros, me da flato, voy haciendo eses y encima se me hace aquello más largo que un día sin pan. En fin, que a los 48' salgo de allí junto a los primeros chicos élite.

T1 tranquila y a la cabra. Los primeros kms son suavecillos y se va bien acoplada, pero poco después ya empieza la fiesta. Cuando me decían que la bici era dura, yo decía "pues muy dura no puede ser cuando se nada más alto que donde se corre". Aaaay, cuán equivocada estaba. Y más cuando Murphy es así de simpático y durante los 84kms que recorrimos en línea tuvimos el viento de frente... constantemente... era desesperante. Para arriba, para abajo, ahora arriba otra vez... no sé ni para qué me sirvió la cabra, y además creo que llevé más tiempo el plato pequeño que el grande. Eso sí, preciosísimo el recorrido...

km 20, me tomo medio Powergel aunque no me apetecía (y eso que hacía casi 6 horas que había desayunado) y me sienta como un tiro. Bien vamos. El el km 40 decido intentarlo con un Mulebar y solo puedo comer 1/3. Creo que cené demasiado y desayuné forzando pensando que tenía que esperar más de 4h hasta el inicio de la prueba, así que llevaba el estómago hinchadísimo y del revés. km54 con 9km de bacheado horrible seguidos de una cuestaca bien hermosa que me termina de rematar. Pienso que más me vale comer, pero es que no puedo...

Los últimos 15km son favorables e intento acoplarme y apretar, pero empiezo a "irme por la patilla" y me planteo hasta pararme en la bici, pero pienso que la T2 está cerca y que ya verá allí qué tal me apaño...



T2 tranqui, cojo el par de kleenex que tengo en la bolsita e inicio la carrera a pie pensando más en encontrar un arbustillo que en correr. Y lo encontré poco antes del km1, donde hice mi "parada técnica" compartiendo terreno con una araña gigante que miedo me daba que hiciera conmigo lo mismo que le estaba haciendo a un abejorro... puajjjj. Ahí ya empecé a ir un poco mejor, manteniendo las distancias a una portuguesa de GGEE con una planta que no veas a la que había adelantado (ella me pasó antes nadando) en la bici y que llegó poco después que yo a T2 y que alucinó al verme desaparecer por los caminos perpendiculares al de la marcha (y luego me preguntó la pobre jeje).



Pero, claro, es lo que tiene no comer en algo tan largo, que empiezas a flojear y para colmo empiezo a notar mucho calor, que no había ni una sombra en los 10km de recorrido, por no hablar de las cuestas y de esas carreteras largas y rectas en las que veías todo lo que tenías que subir y un reguero de triatletas penando (qué dura esa carrera a pie, ufff), así que decido pararme en los avituallamientos (que había 1 cada 2,5km) para beber, que en marcha no era capaz, si no quería que me encontraran tirada por los caminos. Claro, son muchos avituallamientos y parando se pierde mucho tiempo, pero gracias a eso pude meterme otro medio gel en el km 10 y por ello pude terminar, aunque fuera a ritmo patatero.

Y así, poco más de 5h30' después, llegué a meta, reventada, con el estómago del revés pero con unas cuantas lecciones aprendidas, que al fin y al cabo es de lo que se trata, especialmente sobre el tema alimentación, que ya sabía yo que iba a ser mi talón de aquiles es pruebas largas, así que a trabajar toca. Nada que ver con el Half Challenge, que se me hizo mucho más sencillo (todo lo sencillo que puede ser un tri de MD) y el único problema que tuve fue el cacho ampollón, que en este caso no tuve ni rastro de ampollas gracias a los X-Socks y a mis nuevas Saucony Fastwich.



Eso sí, también disfruté de lo bonito de la zona, de los simpáticos voluntarios y de la amabilidad de los locales. Bueno, y de ver a Sergio contento con su carrera, (lástima de esa medallita de chocolate) que si él está contento, a mí se me quitan todos los males :-).

lunes, 6 de septiembre de 2010

Largo y tendido

Os mentiría si os dijera que a estas alturas no estamos ya tostadetes. Son muchos meses entrenando desde que empezamos a mediados de octubre del año pasado, muchas competiciones (14 exactamente) desde el primer duatlón el 7 de febrero y eso se nota, y más cuando mucha gente ya ha terminado sus temporadas y a nosotros aún nos quedan 8 semanas para terminar la nuestra. Claro que, por suerte, como este último microciclo está orientado a la LD, el cambio de filosofía y de manera de entrenar también nos sirve como motivación para seguir exprimiéndonos un poquito más.

Y, de cara a ponernos un poquito a punto para Sanabria, que casi legamos con “lo puesto” para Pulpí, esta semana no podíamos flojear, aunque comenzamos muy cansados por la competición, el viaje, el calor,… así que hasta mediados de semana no empezamos a espabilar un poco, pero aún con eso, hemos llegado casi a 14h de entrenamiento, que no está mal. Eso sí, fue gracias al achuchón del fin de semana, que empezó con un poco de piscinita el viernes con unas series de 200 alternado palas y crol en el que Sergio y yo nos íbamos turnando para las que fueran sin palas ir a rebufillo del otro con palas, así que se hizo durilla la cosa. Buena manera de clausurar la temporada de piscina veraniega de 50m al aire libre :-(. Y, para terminar la tarde y exprimiendo las horas de sol que ya empiezan a escasear, 78km con la cabra suavecitos y recordando posturas, que desde Pálmaces que la tenía cogiendo polvo…

El sábado, toda la mañana de reunión arreglando el mundo y, por la tarde, sesión dura dura de carrera a pie. 15km haciendo 5km a 5:10/km aproximadamente, otros 5km que hice en el circuito medido del parque en 23’ (a 4:36/km) en los que sufrí telita y los 5 últimos sin dormirme a unos 4:50/km aprox de los que llegué con las piernas hechas puré y una sudada tremenda.





Y apenas 12h después, con los gemelos tocadetes, llegaba el plato fuerte de la semana y una de estas pequeñas locuras que se convierten en pequeños placeres triatléticos porque, ¿qué mejor manera de trasladarse a Peñafiel, dispuestos a celebrar el cumpleaños de la abuela de Sergio, que encima de una bici?. Y es que, acostumbrados a salir y llegar al mismo sitio, esto de ciclar de un punto a otro hace que todo sea mucho más agradable. Eso sí, para no morir tampoco, salimos desde Cerceda en lugar de desde 3C, así que nos ahorramos unos 30km, que ya hubiera sido demasiado.



Así que a las 9h salimos desde Cerceda y comenzamos a subir y a subir hasta que llegamos ya “calentitos” al inicio del puerto de Navacerrada, en el que “pitamos nuestros juguetitos” y comenzamos un pequeño test en subida, tratando de hacerla a umbral. Y hay que ver lo duro que se me hizo… no conocía Navacerrada y sufrí de lo lindo (con “todo metido” prácticamente toda la subida), pero bueno, mantuve esas 170ppm los 37’ en 8km de subida y salió la cosa a 198w, que no sé si está bien o mal pero es lo que hay ;-). Fotito, manguitos y periódico al canto y a bajar las 7 revueltas, que el pobre Sergio casi lo pasó peor que subiendo jeje.





Cuando estábamos ya en San Ildefonso y pensé que aún nos quedaban casi 100km tuve claro que por la cuenta que nos traía, teníamos que ir tranquilitos. Por suerte las carreteras eran amplias, en buen estado y sin tráfico, el día era caluroso pero sin pasarse, las fuentes de los pueblos tienen agua fresca y clara (y menos mal, porque nos bebimos unos 5 bidones de 700ml) y, salvo el tramo hasta Turégano en el que pasamos algunas colinitas que hicieron pupa, el resto del camino era bastante llano (aunque tengo que admitir que pasados 100km ya voy pidiendo la hora), así que poco más tarde de las 14:00, tras 132km y 4h41’ pedaleando, llegamos a Peñafiel, cansados pero con una gran sonrisa y contentos de haber tenido el privilegio de poder hacer algo así.

jueves, 2 de septiembre de 2010

El camino


PASADO




Campeonato de España Pulpí 2006






PRESENTE



Campeonato de España Pulpí 2010




FUTURO