lunes, 27 de junio de 2011

70.3 Pescara (Parte final)

Este prometo que ya es el capítulo final de la serie de Pescara ;-).

Es misma noche, después de una nueva pasta party en una preciosa plaza al aire libre con heladito incluido, llegaba la hora de la entrega de premios, primero, y la entrega de slots después (para los que andáis algo despistados con esto, esto de los slots para Las Vegas en los Ironman 70.3 funciona exactamente igual que los slots para Hawaii en los IM: hay X slots en total que se reparten proporcionalmente a los participantes de cada grupo de edad (AG)).

Y ahí estaba yo, más contenta que unas pascuas con mi plata en F30-34.




Y, obviamente, según estábamos bajando de la tarima, la 3ª (italiana) y yo le preguntamos a la ganadora (alemana) si querría su slot para Las Vegas… y nos dijo que “of course”, así que nuestro gozo en un pozo… no hay roll-down así que nos quedamos en casita, ya que para los grupos femeninos había 1 slot para cada grupo de edad.

Y, cuando terminaron los podiums, llegó la hora de los slots. Confiábamos en que Sergio tenía alguna opción, ya que quedó 10º y había 4 slots, así que nunca se sabe, que un viaje a Las Vegas es mucha pasta y suponemos que no todo el mundo está dispuesto… y más cuando anunciaron algún cambio en la distribución de los slots, ya que se redistribuyen en función de los participantes que toman la salida, no de los inscritos.

Empiezan desde los más jóvenes, le dan el slot a la alemana de mi grupo y, justo después, dicen: “and the second slot for female 30-34 is for… Esther Leal”… ¿¿qué???, ¿cómo????... salto de la grada dando botes, tan emocionada que casi ni me acuerdo de esos segundos mágicos. Abrazo al alemán de la organización que se parte de la risa y tiemblo mientras relleno mi inscripción ni más ni menos que para el mundial de 70.3!!!. por lo visto el AG de F18-24 había quedado desierto y ese slot fue a parar al grupo de edad femenino más numeroso que era el mío.

La parte negativa es que Sergio no pudo pillar plaza. No solo no hubo roll-down, sino que encima se redujeron los slots a 2 tan solo en su grupo (frente a los 7 que había por ejemplo en 40-44… se ve que hubo baby-boom en el 70 o algo). Eso sí, no se ha rendido y, en función de cómo se de Frankfurt, puede volver a intentarlo, porque poder competir los dos allí ya sería la bomba…

Y, el lunes, cochecito rumbo a Roma para disfrutar de la ciudad hasta el martes por la tarde. Lo más divertido fue cruzarnos Roma por todo el centro de lado a lado con el coche de alquiler (que nos equivocamos y nos pasamos la circunvalación) rezando para no tener ningún golpe, que dado cómo se manejan allí con el coche, no fue fácil… uffff. Mucho pateo, que con los pies llenos de ampollas y las piernas como estacas no fue fácil… he aquí dos momentos de “hasta aquí hemos llegado”:





Pero incluso subimos escaleras,



vimos todos los lugares emblemáticos




y nos dimos cuenta que la ciudad no había cambiado mucho en los últimos 7 años… ni nosotros tampoco, ¿no? jeje






jueves, 23 de junio de 2011

70.3 Pescara (Parte 2)

Ya en la bici lo primero que tengo es mucha incertidumbre. Las piernas van cansadas de una semana sin demasiada descarga y con un entreno exigente de bici el miércoles, con 3x40' a tempo alto que me dejaron bien tostadita. Y eso que el entreno de 1h15' de carrera a pie del jueves se quedó en 10' por culpa del asma.. (pero Sergio se metió 1h45'... no sé cómo pudo luego correr en 1h23' la media del 70.3... alucinante). También tengo dudas sobre si la cabra es la mejor elección para el circuito, que entre lo que decían en los foros italianos y la visualización previa en coche... bueno, no había opción, así que veremos..


La cosa pronto empieza a subir y los cambios dan la guerra que ya preveía. Para meter un piñón, me las veo y me las deseo, así que voy todo el tiempo para arriba y para abajo, a veces demasiado atrancada y otras demasiado molinillo, pero aparte de ponerme nerviosita y desconcentrarme un poco de lo que tenía que estar, no había mayor problema ni solución posible, auqnue no era muy cómodo que digamos.

Sigue subiendo la cosa y me pasan algunas chicas, primero una que iba como un obús y luego otras dos, una de ellas acoplada en un cuestón... estas alemanas... Estas dos pienso que son de mi AG, que imaginaba que sería como en los chicos, que los números de los dorsales estaban agrupados por AG, y estas llevaban dorsales cercanos a los míos. Pienso en seguirlas, pero veo que estoy subiendo por encima de mi FTP y es ahi donde debo estar, que esto es muy largo y queda mucho, así que decido hacer mi carrera. La pierna derecha se me carga un poco y me duele el isquio y algo la rodilla, pero prefiero no preocuparme de momento, que corriendo se verá.

Llego al 1er avituallamiento y sigo con la sed. Tiro mi bidón de agua vacío y cojo uno que enseguida me llevo a la boca y...¡¡¡puajjjjjjj!!!, ¿pero esto qué es???. Sabe a agua con lejía, como si hubieran rellenado los bidones en una piscina... ¡¡qué ascazo!!!. Pero de verdad que en esos momentos me hubiera bebido hasta el agua de los floreros, así que enterito me lo bebí antes del siguiente avituallamiento, aunque me moría del asco a cada sorbo (no sé qué pasó, porque el de Sergio no sabía así...).


Pasada la primera mitad ya has pasado lo peor, pero aún quedan dos subiditas majas... y es en una de ellas en la que vuelvo a ver a la alemana y a su compañera... sabía que este circuito era de reservar. Llegamos al km70 y a partir de ahi ya es favorable, así que llega el momento de acoplarse y apretar!. Del calorazo pasamos a la amenaza de tormenta, pero como vamos hacia la costa, yo me libro, aunque creo que a algunos les cayó una buena chupa. Voy pasando gente, y más gente, muchos de los que me habían aelantado hacía varios kms... ¡bien!. Casi al final, me pasa una tal Laura (llevábamos el nombre en el dorsal) sospechosamente pegada a otro italiano... uhmmm... me enfado, pero pienso que no es de mi AG por el nº, así que decido no gritarla...

Llego 5ª chica a la T2 y 1ª de mi AG, aunque en ese momento pensaba que iba mucho peor... no sé, no tenía buenas vibraciones.

Me bajo de la bici doblada de lumbares y con el estómago revuelto (¿será la lejía?), así que decido hacer una paradita en el WC... de ahí mi tiempazo de T2 (ejem). Echo a correr y parezco quasimodo... los lumbares me matan, pero confío en que se pasará... y sí, se pasa hacia el km3, pero empieza algo peor... calvario estomacal a la vista... Y corro un rato, y bebo en el avituallamiento hasta casi encharcarme (¡me moría de sed!), y me paro a caminar con el estómago del revés y me pasa la alemana que creía que era de mi AG y la italiana que pensaba que no lo era, vuelta a correr y vuelvo a pasar a la alemana que va caminando y a la italiana que no para pero que corre más despacito, pruebo con la coca-cola a ver si me calma y lo que me da son unos gasazos que me revientan, vuelta a caminar y me vuelven a pasar las dos,...

Y así casi toda la carrera a pie. Me pasa más gente y pienso que voy fatal... tengo ganas de tirar la toalla. Y para colmo voy con ampollas desde el km 5 porque como no he entrenado nada de carrera tengo las plantas de los pies como los de la princesa del guisante... qué angustia. Por suerte, los ratos que corro, lo hago a buen ritmo, y eso es lo que me mantiene un poco a flote.

Pero, milagrosamente, a falta de 6km el estómago se me asienta, y al fin puedo correr sin parar. Voy genial, adelantando a mucha gente, entre ellas a la alemana (a la que le voy sacando bastante) y a la italiana, que va cerca pero no me preocupa... ¡si no es de mi AG!. Por supuesto, ya tiro hasta el final sin beber un sorbo de nada, que nunca se sabe...




Y llego a meta... molida pero contenta. La cintilla no ha hecho acto de presencia y en ese momento era lo único que me importaba... en Las Vegas ya ni pensaba, que me veía lejísimos. Voy coja y con naúseas pero estoy feliz.


Pero he aquí la sorpresa... vemos las clasificaciones y he quedado 10ª general y 2ª de mi AG!!. ¡¡Qué rabia estar tan cerca del slot!!. Y la famosa italiana, la que a mi no me preocupaba, resulta que sí era de mi AG (nuestros dorsales iban por orden alfabético, no por edades!) y le he sacado menos de 30"!.

Y, lo que pasó después... en la siguiente entrada, que si no os aturullo con tanta letra... ;-))

lunes, 20 de junio de 2011

70.3 Pescara (Parte 1)

Todo empezó a principio de temporada, en plena definición del calendario. En esos días leímos en algún sitio que el mundial de Ironman 70.3 pasaba de ser en Clearwater a ser nada más y nada menos que en Las Vegas!. No sabíamos cómo sería aquello, pero desde luego, sonaba bien y, aunque lo veíamos poco menos que imposible, no perdíamos nada por intentarlo… y así localizamos en 70.3 de Pescara, que cuadraba en fechas perfectamente con la preparación del IM y, sin tener muy claros ni los circuitos, ni cómo estaría organizado ni nada de nada, allá que nos apuntamos.

Y, cuando nos quisimos dar cuenta, estábamos ya en Pescara con nuestro coche de alquiler… lo único malo es que eran las 23:30 y los del Bed&Breakfast no respondían a nuestras llamadas, ni localizábamos el lugar ni parecía que aquello fuera a tener solución, así que primer impedimento del fin de semana… suerte que encontramos un hotel a última hora con una habitación libre (que resultó estar bastante bien y a unos 2kms de boxes), que si no me veía durmiendo en el coche con nuestras dos maletas y las dos bicis…

El sábado, montamos las bicis (con varios problemas con los obuses, los adaptadores para las ruedas de perfil, las cámaras… empezamos el día con buen estrés), recogida de dorsales, briefing e inspección de los primeros kms del circuito de bici (que es a 1 vuelta). Mis cambios van peor que mal… no me entran los piñones, me salta la cadena…. Corriendo a por el mecánico de la prueba que, tras una larga espera, no consigue dejármelo bien (aunque algo mejora) y dice que tire millas con eso, que vaya probando y ajustando con la maneta en modo continuo… pues sí que estamos bien. Con tanto jaleo, volvemos tarde al hotel y como son más de las 15h, no nos dan de comer en ningún sitio… supermercado y bocatas al canto. Vaya diítas llevamos.

Cogemos el coche y toca inspección del circuito, que ya vemos que será duro, con algunos puertecillos, todo el rato subiendo y bajando (genial para mis cambios), subidas largas y tendidas y bajadas algunas peligrosas, hasta el km70 que ya se vuelve favorable y termina bastante rápido… claro que con el coche se nos eternizó el recorrido y por poco no llegamos al check-in. Nuevo momento de estrés.



Con tanta mala suerte, basándome en mi teoría del equilibrio del Mundo :-), yo solo le decía a Sergio: “tantos problemas solo pueden significar una cosa: que algo bueno está a punto de pasar”… pero él me miraba como si estuviera loca ;-). Pasta party perfectamente organizada y a dormir.

El domingo se levanta soleado y con una buena chicharrera. Preparando las cosas en boxes yo creí que me daba una insolación, uffff, qué turra. A las 12 de la mañana, con toda la solanera, se da la salida, en la primera tanta, de pros, chicas y veteranos. Tuvieron que cambiar el circuito por el oleaje, así que nadábamos en paralelo a la costa muy cerquita de la orilla, lo que, al cubrir muy poquito, se forma un poco de caos al principio con la gente que se pone de pie y demás, pero poco después ya estoy más sola que la una… como siempre.






Por detrás llevo a una pro (gorro negro), que no para de incordiarme, así que decido dejarla pasar… y era Martina Dogana, a la postre, ganadora de la prueba. Y así, juntitas, llegamos a la boya de giro, giramos y, ¡madre mía!, ¡cómo se mueve esto!. Buenas olacas había. Volvemos como podemos y justo cuando estamos llegando, nos viene de frente un mogollón de triatletas, que acaban de dar una de las salidas y nos cruzamos en el circuito… vaya caos, ufff. Pero tras choques varios, ya llegamos a la salida (y salgo primera de AG) que, como me falta un poco el puntito competitivo, me tomo con tranquilidad, bebiendo de los vasitos de agua, enjuagándome bien los pies en los barreños, tratando de no tostarme en el largo camino a mi box…



Cojo mi cabrita con sus zapatos de gala y allá que vamos…

(continuará)

miércoles, 15 de junio de 2011

Viva Las Vegas!!!



Ya os contaré más detalles cuando sea capaz de asimilar todo lo que ha pasado este fin de semana, pero básicamente todo se resume en que... ¡¡¡nos vamos a Las Vegas!!!




La carrera ha sido dura, con muchas cosas que se nos volvieron un poco en contra desde las horas previas, con una natación en solitario prácticamente y con un mar bastante movidito, una bici dura pero preciosísima y una carrera a pie penando lo que no está en los escritos, pero sin haber podido entrenar no se puede pedir otra cosa, aunque la buena noticia es que la cintilla no ha dado nada de guerra... es más, creo que me dolía todo menos la cintilla jeje.


La cara en meta lo dice todo... en ese momento no lo sabía, es más, ni me esperaba la más remota posibilidad, pero algo grande estaba a punto de pasar...

lunes, 6 de junio de 2011

Clasificatorio CdC

Esta entrada bien podría titularse “sorpresas te da la vida” o “cómo empezaba a pensar que el entrenamiento cruzado era una falacia pero va a ser que no” ;-). Y todo por lo acontecido en el Clasificatorio de Madrid el pasado viernes… sí, sí, el viernes. Es muy raro competir un viernes a las 19h después de llevar en pie desde las 6:30, con mil reuniones en el curro, vete para casa, come como los pollos, preparara las cosas y rumbo a la Casa de Campo, así que imaginad las ganas que se tienen de competir en esas circunstancias… Pero bueno, con la vuelta al circuito en bici en compañía del jefe parece que me espabilé un poco y me mentalicé para lo que me esperaba, con la incertidumbre de no tener muy claro qué iba a pasar…

Suena la bocina y no hay vuelta atrás. Los primeros metros de natación siempre me cuestan, pero luego voy cogiendo mi ritmito y en la 2ª vuelta me pongo a pies de una chica del Ferrol y a ir pasando los metros… A la salida nos espera una transición kilométrica que hice con bastante miedo, que correr tanto descalza seguro que bien no me iba a venir para la lesión… (y me proclamo la más lenta de la T1 ;-)). 12ª posición.









Cojo la bici y las instrucciones eran claras: “tu tira para adelante pase lo que pase, te ayuden o no te ayuden, para llegar a la T2 lo antes que se pueda, ya que en la carrera a pie no irás fina por mucho que reserves en la bici, así que al menos hay que hacer un buen entreno hasta T2”. Y así hice. Apretando tanto en llano, como subiendo Garabitas (que se me da bastante mejor que el Teleférico), cogiendo a chicas y soltándolas (menos a Sara Regidor, que no la despegaba ni con agua hirviendo!), sintiéndome fuerte, ligera y confiada, tirando todo el rato sin descanso… “buen entreno para Pescara”, pensaba. Llegamos a coger a Guiomar en la última vuelta y las 3 llegamos juntas a la T2 en 5ª posición (para los que os gusten los números, 39,2km en 1h14 a 31,5km/h, 182w medios (3,2w/kg) /195 w normalizados (que viene siendo mi FTP))… buena remontada.











Entre el globo que llevaba y que no confiaba mucho en mi carrera a pie, en la T2 poco más y me hago la pedicura!. 30” me sacaron mis compañeras de transición, pero bueno, entre que no iba mentalizada, no tengo gomas en las Fastwich, quería dejar todo dentro del cesto y en realidad es el primer tri que hago esta temporada, pues tampoco es tan raro… Total, que echo a correr y… ¡pero bueno!!, ¡si no llevo malas piernas!!. Como siempre, empiezo a pasitos cortos y rápidos, cogiendo sensaciones, y poco a poco voy aumentando el ritmo y, no sé sabe cómo, tengo buenísimas sensaciones!!.







Durante los casi 10km me faltó ese puntito de sufrimiento que te da el entrenar calidad a pie, pero las piernas iban frescas, con una buena zancada para lo que acostumbro y un ritmo que no me atrevía ni a soñar. Lo único malo es que no pude tomarme el gel porque no nos pusieron agua hasta el final de la 3ª vuelta (¡¡¿¿??!!) y encima calentorra e iba un poco canina, pero aún así iba en la gloria y sin ninguna moletia en la cintilla. Me pasa Patri-talaverana, que tuvo problemas mecánicos en la bici y por eso la adelanté, que si no ni la huelo, y Matete se va acercando, que es impresionante cómo puede correr así a tan solo 2 semanas de su carrerón en Lanzarote. De pronto, al inicio de la 4ª vuelta, me arrea un flato inhumano en toda la tripilla, de lado a lado, que hace que me doble y que no pueda apenas trotar… es muy raro, nunca me había pasado en toda la franja, que normalmente suele ser en un lateral… puede que fuera algo del diafragma, no sé… Me coge Matete, le digo lo del flato y me aconseja cómo quitármelo, así que entre inspiraciones, espiraciones y apretujones en las lorcillas voy manteniéndome a “su rebufo” y llegamos prácticamente juntas a meta, en 7ª y 8ª posición, en lo que creo que es mi mejor carrera en Madrid, que además este año vale por dos…







Y el resto del fin de semana, disfrutando a todo de una Casa de Campo totalmente triatlética, con la Dextro del sábado y los GGEE del domingo, en el que Sergio me hizo vibrar viéndole por fin en la posición que se merece, saliendo delante en el agua y con fuerzas para agarrar al primer grupo de bici lo que, con su habitual carrera a pie brillante, le dio un top-5 que en Madrid es mucho decir!.




Y con el subidón de moral que esto supone, con una sonrisa que aún me dura, afronto estas últimas semanas rumbo a Frankfurt con un atisbo de esperanza, siempre con cautela, pero pensando en que quizá podrá ser…


Fotos: Sergio y Felipe Gutiérrez