lunes, 30 de noviembre de 2009

Finde formativo

Este fin de semana ha tocado formación intensiva de nuevo, la última de tipo presencial del curso de entrenador de nivel 1. Por suerte, esta vez ha sido en Madrid y a trancas y barrancas hemos podido sacar un poquito de entrenamiento que mantenga nuestro cuerpo bien despierto, que si no se amodorra.

  • Rodillo y piscinita el viernes (con tres fartleks de 300f+50s+250f+50s+200f con 1º bloque respirando c/3, 2º con pull y 3º a ritmito más que alegre que, dado que Sergio iba gruñendo en todos los descansos ;-), parece que salieron a buen ritmo (yo no sé nada de ritmos a estas alturas, que no llevo reloj :-)),
  • El sábado, trote de 46' a las 22h reventaítos después de 12 horas de Jornadas Técnicas, que pretendía ser suave pero que, con esta cosa de tratar de correr mejor técnicamente, me hace subir el ritmo irremediablemente y suelo rondar los 5'/km en el parque con su tierra y sus cuestas, que no está mal.
  • Y, el domingo, después de una mañana de curso, una buena comida y de quedarnos totalmente traspuestos media hora en el sofá, un poco de piscinita técnica (para tratar de refutar eso de que no se puede mejorar la técnica siendo ya tarra, que a 1:15 igual no nado nunca, pero siempre mejor intentar ir a 1:25 que quedarse en 1:35, ¿no?), gimnasio enfatizando piernas y rodillo con series atrancada para rematar.

La verdad es que las Jornadas Técnicas estuvieron bastante bien. Por la mañana se contró más en los triatletas jóvenes, tema que ya teníamos algo más trillado de las Jornadas de Talavera, pero siempre se agradece ver cómo se lo curran algunos municipios y provincias que no tienen apenas recursos o descubrir algún detalle en el que no habías pensado sobre el talento y la tecnificación. Por la tarde la cosa iba de LD, y todas las charlas, la de Jose Luis Cano y su amplia y variada experiencia, la de Álvaro y su obsesión con el material y derribo de mitos, la de Ciro y Virginia sobre su planificación e incluso los comentarios de Antonio Alix como moderador :-). Aunque todo me gustó, me llamó bastante la atención algunas de las cosas de las ponencia de Ciro y Vir, como el comprobar la diferencia entre entrenar bien y entrenar mucho, que en LD a veces es confusa, y cómo con volúmenes bastante controlados (para ser profesional, que hay muchos amateurs que entrenan más hora que ella), con una buena planificación de cargas y trabajo variado y de calidad, se pueden obtener resultados enormes a nivel mundial. También hubo un detalle en la distribución de las cargas en los macrociclos que a ellos les había funcionado y que le encuentro tanto sentido que tal vez lo ponga en práctica en algún punto concreto de mi temporada, porque creo que puede funcionar... ya veremos y ya os lo contaré cuando llegue el momento :-).



Y, el domingo, jornada específica de presentación de los cursos de entrenador, me llevé un poco una sensación agridulce. Por un lado me encanta la manera en la que utilizan las nuevas tecnologías para facilitar el camino a los aspirantes a entrenador y además lo están haciendo en un formato sencillísimo y muy atractivo y parece que de una forma muy coordinada entre todo el equipo. Pero por otro lado me da la sensación de que todo lo enfocan al entrenamiento para la alta competición, cuando el 99% de los que estábamos allí nunca entrenaremos a Mario Mola o a los Naranjo, sino que algunos serán los encargados de dirigir escuelas de chavales que apenas tienen 1 o 2 días de piscina y que se tienen que buscar las vueltas para que el triatlón sea factible para ellos de una manera divertida y asequible, otros simplemente quieren mejorar su conocimiento sobre su propio entrenamiento y otros tantos se encargarán de planificar el entrenamiento de su vecina del 5º para el triatlón de la mujer, o el de un triatleta que quiera clasificarse para su GGEE o hacer top-10 en el mismo, o clasificarse para Élite, terminar su primer IM o mejorar su rendimiento en el tercero que hace.
Y la manera de explicarlo no parecía darte las bases para esto, sino que supuestamente te plantean un caso ideal con chavales que lejos de ser triatletas, son nadadores de los de 5 días/semana y 25-30km semanales que igual montan en bici y corren en verano, cuando se cierran las piscinas, pero que supuestamente no harán triatlón hasta los 16-17 años (y luego el encargado de la parte de ciclismo y carrera a pie te dice que los chavales deben empezar desde bien pequeños a hacer técnica y habilidades de carrera y ciclismo... ¿en qué quedamos?)


Foto: FETRI

Pero bueno, vamos a darles un margen de confianza y al finalizar el curso ya valoraremos de nuevo, porque aunque es verdad que luego es el talento de cada uno el que ha de encargarse de adaptar los conocimientos básicos teóricos a las situaciones concretas, cuantas más herramientas aplicables al mundo real te den, mejor, para poder jugar con todas ellas y que el mosaico sea más rico. yo confía en que será así, así que empezamos el curso con muchísima ilusión :-).

jueves, 26 de noviembre de 2009

Las mujeres y el deporte

Hace un par de días, brujuleando por un popular foro de atletismo me encontré con un post que trataba sobre por qué se ven pocas mujeres corriendo maratón, lo que derivó en un debate sobre las causas de que seamos tan poquitas compitiendo. Así, mensaje tras mensaje, cada uno daba una opinión, y algunos de ellos algunos datos, como mi cuñaete Misha, que es un enamorado de los números, y reflejó la participación femenina en el maratón de Nueva York, en el que participó hace pocos días, y en el total de las mujeres suponía el 34% de la participación, algo impensable en ninguna cita atlética o triatlética un poco exigente en este país nuestro, en el que si llegamos al 20% casi se trata de un éxito (y en triatlón ni eso).


Foto: www.as.com

Lo más curioso es que, entre las respuestas del foro, las de los chicos que querían dar una imagen de que apoyaban el deporte femenino reflejaba frases como “para mí es un factor más que importante el hecho de que sea su propia pareja quien las anime“ o “antes corro yo a mi ritmo y luego la recojo para acompañarla”. Esto me parece tremendamente grave, porque sin pretenderlo, son este tipo de actitudes que en principio parecen tan “galantes” las que no nos dejan salir de la espiral en la que estamos.


¿Animarnos?, ¿y por qué nuestra pareja tiene que animarnos?, ¿qué no sabemos decidir solitas lo que queremos o no queremos hacer?, ¿por qué creen que necesitamos que nos animen especialmente?. Creo que está bien que se anime a la gente a hacer algo de deporte, sobretodo porque nosotros lo vivimos como algo tan bueno que queremos compartirlo con los demás, pero esto es independiente de si es hombre, mujer, pareja, amigo o compañero de trabajo, ¿no?. Y lo que me puede ya es el tema de los “acompañamientos”. Últimamente la verdad es que se ven más chicas corriendo, al menos por Tres Cantos, pero es que 2 de cada 3 van con su parejita al lado, que el pobre hombre va casi silbando porque en vez de entrenar está acompañando a su chica, así que probablemente ya haya tenido que entrenar antes o lo tenga que hacer después. ¿Qué pasa?, ¿que se pierden o algo?, ¿no saben ir solas?. Y cuando esto ocurre en una competición (casos hay hasta de hombres que acompañan a sus mujeres durante tooooodo un IM, así que imaginad) ya me puede (no hablo de hacer de liebre en una competición concreta por un objetivo específico, hablo de acompañar, que es diferente)… pero el problema, como digo, es que esto se ve como un acto de galantería, de amor, de cariño, de que se preocupa y la cuida, y así es como lo ve tanto él como ella. Creo que mientras esto esté tan extendido, nunca podremos estar en igualdad de condiciones… nunca.


Foto: img.mensencia.com

Ojo, que cada uno es libre de hacer lo que quiera y está claro que la sociedad hoy por hoy es así, y que muchas mujeres si no salieran de la manita de sus chicos ni siquiera saldrían, lo que con vistas en el presente podría decirse que es hasta bueno, que así por lo menos hay alguna más, pero creo que a futuro esto es algo tremendamente perjudicial. Para mí estas actitudes de tratarnos como muñecas de porcelana que nos fuéramos a romper, como si necesitáramos siempre un hombre a nuestro lado que nos cuide porque no sabemos cuidarnos solitas, lejos de considerarlas románticas, las considero como muros que no nos permiten desarrollarnos, como una forma indirecta de decirme que soy débil. Para mí lo realmente romántico es tener a alguien a tu lado que confía en ti, que te apoya y que está orgulloso de tus logros, aunque cuando haya que salir a correr él corra a 4’/km y tú a 4:50/km, cada uno por su lado, o salir en bici en grupos distintos (o uno delante y el otro detrás en vez de ir en paralelo) porque se trata de entrenar, e ir juntos supone que o uno no está entrenando, o está entrenando por encima de lo que debe o ambas cosas a la vez. Claro que a mi también me gusta compartir entrenamientos con Sergio, pero solo de manera puntual cuando lo planificado lo permite (esto en carrera a pie, que ya sabéis que en bici ambos cumplimos el entrenamiento yendo él delante y yo a rueda y en natación lo mismo pero al revés ;-), que no hay “acompañamiento” por ninguna de las dos partes, sino que se trata de “compartir” o “simultanear”).


No quiero molestar a nadie con este tema… solo se trata de mi opinión y respeto a quien lo haga de otra manera y, es más, lo entiendo, porque hoy por hoy es lo que hay, pero a mi me apetece ver un futuro parecido a lo que se ve por Central Park o Hyde Park, en el que el número de mujeres corriendo supera al de hombres y se las ve muy felices yendo solitas, haciendo su entrenamiento o simplemente haciendo un poco de “jogging” para estar en forma (aunque también hay países que están pero, que me han comentado que en Italia los gimnasios están llenos de mujeres pero ninguna hace deporte en la calle porque está mal visto el deporte femenino y lo que se lleva es hacer ver que tienes buen cuerpo por "inspiración divina"), y creo que esas actitudes nuestras distan mucho de ser el camino…


Foto: www.nyrr.org

Claro, que esto solo es la punta del iceberg. Luego están temas como que nosotras mismas nos echamos a la espalda demasiadas tareas que nos restan tiempo para aficiones (y teniendo hijos ya ni hablamos), el pensamiento de que este tipo de deportes "masculiniza" nuestros cuerpos (y es verdad que aún a la mayoría de los hombre una mujer fuerte les intimida y las prefieren con carne blandita aunque estén delgadas), la falta de aceptación social de nuestra competitividad (que muchas la tienen pero tienen miedo de sacarla a la luz porque es algo que no gusta en nosotras), las absurdas vergüenzas que son un lastre enorme (y que colaboren a que tengan tanto éxito las citas específicas de mujeres, como la carrera de la mujer o el triatlón de la mujer),...

lunes, 23 de noviembre de 2009

Intensivo de pedal

Se cierra la 6ª semana de entrenamiento de la temporada y es la primera que termino casi pidiendo la hora. Está claro que en mi mente sigue apareciendo la palabra “pretemporada” bien grande, sobretodo las tres primeras letras, así que los ritmos son los adecuados y la cabeza sigue lo suficientemente fría como para que mi corazón caliente (como el de cualquier persona competitiva) no me haga apretar de más cuando no se debe.


Pero no he terminado así porque esté floja, no, es que pasar de las 15 horas de entreno, y más en estas fechas, pues se nota (y eso que el miércoles tuve que dar por terminado mi entreno a pie a los 15’ por nauseas varias). Y si de esas 15 horas, 8 han sido de bici en sus distintas modalidades (velódromo, rodillo, ruta y montaña), pues los cuádriceps acaban bien hinchaditos.

Y es que esta semana era específica de bici, así que correr poquito (3 sesiones, pero cortas, sobretodo la del interruptus :-( ), nadar normalillo (4 sesiones para casi 11.000m), un par de sesiones de gim y bici a gogó (aunque no excesivos kms, que apenas hemos pasado de los 200km (que ya está bien), pero es que el rodillo y la BTT es lo que tienen).


Sí, sí, ya me he estrenado con la BTT… no sé si decir que con mejor o peor suerte, pero ahora recordándolo me da la risa jeje. Después de juerguear un poco el viernes, el sábado decidimos dar una vuelta en BTT ya que nos habíamos levantado tardecillo. Pensábamos que una vuelta a la Tapia de Viñuelas estaría bien, que nos llevaría 1h45’ como mucho… y allá que fuimos. Parecía que mi iba apañando más o menos bien, hasta que llegaron las cuestacas, que subiendo no atinaba a meter el plato pequeño (¿qué tecla era?, ay ay, ¿cuál era?, ¿era la grande o la pequeña?, ay aaaaay) y bajando tendía a echar el culo para adelante en vez de hacia atrás y no tenía muy claro con qué freno había que frenar, así que por poco me escalabro un par de veces, por no hablar de los resbalones en los bancos de arena o los escurrones en las grietas… p’habernos matao (de los tramos que tuve que cruzar reptando por el suelo tras lanzar la bici al otro lado casi mejor ni hablo jajaja, menos mal que Sergio no llevaba la cámara ;-)).


Pero es que eso no fue lo peor… lo más fuerte fue que nos perdimos!. No sé en qué punto nos separamos de la Tapia y, haciéndole caso a Sergio y su orientación gracias a los ríos ;-), acabamos en el Factory de Sanse!!. Vaya tela jaja. Así que al final la cosa se nos fue a casi 3 horas de BTT y una paliza bien maja (por no hablar de que comimos a las 17h, claro). Y, para soltar, por la tarde 35’ de trote a buen ritmillo con Sergio por el Central Park tricantino (la idea es que fuera suave, pero como pretendo aprender a correr bien e ir suave me supone arrastrar los pies, pues hay que darle alegría :-)).


Pero claro, estos alardes se pagan, y ayer iba en la bici de carretera con un dolor de piernas horrible desde el minuto 1, así que las 2h40’ se me hicieron durillas. Menos mal que un poquito de pisci por la tarde ayudó a soltar las piernas…


Esta semana toca más suavito, que al cuerpo hay que darle una de cal y otra de arena para que tire para delante…

viernes, 20 de noviembre de 2009

Comidita

Hoy toca hablar de comida. Y es que ayer cometí el grave error de pesarme y ya he pasado de nuevo la barrera de los 59kg, 4 más que en septiembre, y es que no me lo explico.


Todos sabéis que en temporada de competición me cuido más y me corto bastante con la comida, no tanto en cantidad (¿cómo se puede tener hambre a todas horas?) como en calidad, y básicamente lo que hago es olvidarme de las patatas fritas y los fritos y no abusar de los postres dulces ni de los bollos, así como controlar mucho las cenas, por mucha hambre que tenga al salir de la piscina. Es ahora hasta enero cuando me olvido un poco de tanta restricción y disfruto de las patatitas que me encantan, algún escalope de vez en cuando y no me quedo mirando como una tonta cómo en mi oficina se comen los dulces cuando hay alguna celebración mientras yo muerdo mi manzanita.



Pero creo yo que tampoco es algo tan grave como para coger 4 kilos en 2 meses, ¿no?. Es verdad que luego me estabilizo en este peso hasta que vuelven los entrenos con algo de calidad (para que todavía haya gente que diga que lo que adelgazan son los entrenos suaves, ¡ja!) y las patatas vuelven a quedarse en mi plato mirándome con ojitos lastimeros y empiezo a perder poco a poco, pero es que sigo sin entender cómo entrenando cada día, aunque sea suave, por algún capricho que otro, mi cuerpo se me rebele así.


Es cierto que comer fuera de casa es bastante problemático, pero por suerte casi siempre tengo una verdurita rehogada como primer plato para elegir (o legumbres 1-2 días por semana) y un pescado a la plancha o pollo de segundo (y algún día de carne roja, pero poco, y pulpo siempre que lo hay, que me pierde). También es verdad que la cantidad de aceite que usan tanto para una cosa y para la otra dista bastante del concepto “a la plancha”, pero bueno, tampoco pido nada con salsas ni cosas así. Y no os voy a engañar: en esta fecha no me resisto a alguna tarta, arroz con leche u otro postre caserito pero bien dulce cuando me apetece, que ya me pasaré a la fruta cuando toque…




Y eso es la comida. Los desayunos siempre son igual (bastante opíparos, todo sea dicho: 2 tostadas de las gordas con aceite y mermelada (que ahora, con la nueva panificadora, estoy haciendo yo misma), algún bollito y más de alguna galleta mojada en el café con leche), a media mañana mi frutita que no falte, la comida ya sabéis y la cena suele ser ensalada o verdurita o algo ligero (normalmente, que alguna pizza también cae alguna vez… mal mal, hidratos cenando mal asunto). ¿Y la merienda?, pues he ahí mi cruz. La merienda me supera, porque no encuentro nada que me vaya bien. Si como fruta, luego entrenando me dan unas hipoglucemias que alucino, igual que si como cereales, si como dulce mal porque va al pandero directo, si tomo leche la digiero fatal… lo que como últimamente es un sándwich de pan integral con pavo y un poco de queso o jamón serrano, un puñaíto de frutos secos, un plátano si hay y/o un yogurt y alguna galletita de propina. Y tampoco me va bien. Yo no sé si es que como con ansia (es que como a las 13h y a las 17:30, cuando llego a casa, tengo un hambre que me como los nudillos) o qué, pero la merienda me sienta fatal y, si además no dejo más de 2h de digestión antes del entreno (cosa que ocurre a menudo), lo más probable es que no pueda completar el entrenamiento (15’ de trote duré el miércoles… vaya nauseas me dieron). Una cruz, vamos… habrá que seguir buscando una opción válida o buscar a un especialista para que me eche una mano, porque miedo me da este tema cuando haga LD.


Y eso que no hemos hablado de la hora de hacer la compra, que cada vez tardo más leyendo los ingredientes de todo porque hay que ver la cantidad de cosas que tienen grasas hidrogenadas (trans), cosas que ni te imaginas (ayer compré hojaldre congelado para hacer una empanada y también tiene!) y, los peores, los que encima estámn etiquetados como "light". A ver si al Gobierno se lo ocurre de una vez poner una etiquetita como en el tabaco (“la grasas trans pueden matar”) en esos productos y así me ahorro el leer todo, que además hay que estar atento a los que tratan de ocultarlo (uhmmmm, grasas vegetales, aceite de palma o de soja…. malo malo si no especifican). Menos mal que tengo la panificadora para fundirla a hacer panes y bizcochos caseritos con aceite de oliva y harina integral... ;-).

miércoles, 18 de noviembre de 2009

¿Otra? :-)

Recuerdo el año pasado, cuando cada fin de semana se levantaba el día nublado, chispeando, con el suelo mojado… Eran días de rodillo y más rodillo (porque una es miedica por naturaleza y las ruedas finas y el suelo mojado me parece que no casan bien… de hecho este domingo, tras las lluvias del sábado, un poco más y se forma una montonera en nuestro grupo que hubiera sido un buen trompazo) y, en esos días, siempre pensaba en lo bueno que sería poder tener una bici “de ruedas gordas” con la que poder al menos dar una vueltita por la calle.


Porque, aunque a la gente “de a pie” le parezca algo raro, no tenía BTT (y, hoy por hoy, casi todo el mundo tiene una, aunque fuera del Carrefour). Es algo que no me llamaba la atención. Desde que empecé a montar, con mi bici de carretera del año de Maricastaña, hace casi 5 años, me enganchó tanto la estética como las sensaciones de la bici de carretera. Rodar en llano a más de 35km/h, agarrarte a los cuernos y levantar el culillo para coger velocidad, engancharte a una rueda, dar unos relevitos, retorcerte en los puertos,… eso sí que está chulo. Así que nunca me dio por las ruedas gordas… hasta ahora.


Porque, aunque algunos me diréis que ya me vale y que la crisis de los 30 está afectando seriamente a mi Visa (y eso que aún me queda un mes para cumplirlos ;-)), tenemos un nuevo miembro en la familia, el último ya por un tiempo y por mi parte (aunque este sí que estaba premeditado ;-)), y es mi pequeña gordita “Myka” (que, a falta de foto personal porque siempre que estoy en casa, que es poco, se me olvida, he aquí la foto oficial):

Chula, ¿eh? ;-).


Es verdad que no creo que la use mucho, solo de vez en cuando y especialmente en pretemporada, primero para divertirme, segundo para no abusar del rodillo, que el pobre se me desgasta, y tercero para ver si consigo coger un poco de soltura y dejo de ser tan patosilla y tan miedica sobre las dos ruedas.

Y, para eso, tras empollar un poco porque de BTT no tenía ni idea y evaluar varias opciones, pues escogí un modelo sencillo pero de calidad más que aceptable de Specialized, específico de chica y que me da las garantías que necesito porque, aunque no sea para competir ni meterle mucha caña, yo me resisto a montarme en un vehículo, por mucho que no tenga motor, que me pueda dejar tirada o que no funcione de una manera decente (vamos, que no me subo yo en una bici del Carrefour ni en una guarrera del Decartón), así que exijo un mínimo de calidad. Y la Myka lo cumple con creces y encima a un precio más que razonable, así que no se puede pedir más :-).


Ya os contaré si Myka y yo nos adaptamos mutuamente, que seguro que sí :-).

viernes, 13 de noviembre de 2009

De curso

Había algo que teníamos pendiente, pero por cursos, trabajos y proyectos varios no habíamos podido llevarlo a cabo, pero este año era el año… al menos de intentarlo, que aún está por ver que podamos sacar el tiempo necesario y requerido, pero hay que intentarlo.


Y tampoco es gran cosa, no os vayáis a creer… solo nos hemos apuntado al curso de entrenadores de la Fetri (nivel I, por el momento), aprovechando que se hace on-line y eso nos da un poco de flexibilidad para nuestras ajetreadas vidas.


No es que tengamos ningún interés en dedicarnos a ello con algún cuerpo ajeno al nuestro (al menos no es la idea inicial), pero nuestra mente “ingenieril” tiene la mala costumbre de intentar comprender cualquier cosa que pase por “sus manos”, así que imagino que esto ayudará a entender por qué un día hacemos una cosa y no otra y por qué la semana X es de carga o descarga, además de ayudarnos a fiarnos más de nosotros mismos cuando por necesidad tengamos que adaptar el entrenamiento a nuestras circunstancias particulares partiendo del entrenamiento que compartimos con el equipo (que, aunque está separado por grupos, objetivos y niveles, no deja de ser un entrenamiento grupal),


Así que hoy, en pocas horas, marchamos a Talavera a iniciar nuestra formación con las Jornadas tituladas “El Entrenamiento y la Promoción del Triatlón en Jóvenes”, a ver qué tal se da.



Así que toca entrenar nuestra mente, porque lo que es el cuerpo, entre que he estado con fiebre por un gracioso virus casi toda la semana y ahora que vamos para allá, mal va la cosa, pero bueno, no es momento aún de agobiarse, así que no pasa nada :-)…

martes, 10 de noviembre de 2009

Ya está aquí


Pues parece que el invierno ya está aquí. Durante el veranito y los primeros días de otoño en los que la temperatura es una gozada y salir a entrenar es un auténtico placer se nos olvida lo que cuesta hacer lo mismo cuando el viento helado corta tu cara o la lluvia te cala hasta los huesos.

Pues este fin de semana ha sido el primero de realidad invernal y se ha manifestado en forma de auténtico vendaval. Tanto que el sábado, valientes nosotros, nos vestimos de faena y nos lanzamos al carril con la bici... par de ingenuos... 1 hora duramos, luchando contra el viento y, sobretodo, tratando de no dar con nuestros huesos en el suelo con esas peligrosas rachas de viento lateral. Y, para no quedarnos con la sensación de trabajo incompleto, terminamos subidos 45' en el rodillo y, por la tarde, un poco de remojo en la piscina.

El domingo se nos fue la valentía con solo asomarnos a la ventana, que la cosa tenía peor aspecto que el sábado aún, así que la bici se queda guardadita en casa y la lucha contra el viento la haremos a pie, que tampoco es moco de pavo. Pero al menos las sensaciones no fueron malas durante la hora de trote por el parque... y, para redondear, 30' de rodillo justo después y 50' de piscina por la tarde puliendo defectos en el agarre.

Pero ayer sí. Teníamos fiesta, así que había que aprovecharla, así que salimos en bici a pasar frío (no pensábamos que fuera a hacer tanta rasca, así que nos faltó algo más de ropa) y a luchar contra el viento (y, en mi caso, además para no perder la rueda dorada powertapera de Sergio, que no hay manera de que vaya despacito, ay ay...). Con 2 horitas nos bastó y nos sobró, que ya está bien para la fecha en la que estamos. A ver hoy qué pasa, porque no me encuentro muy católica...
Al margen de esto, seguimos dando vueltas al calendario. Del tema del Half de Calella casi mejor ni hablo, porque lo más elegante si están en litigios varios es paralizar las dos webs a la espera de lo que se decida y no confundir a la gente (esto para el que sepa más o menos de qué va la historia, porque habrá gente que no sepa ni que existen estos problemas y que se estén inscribiendo en una u otra web, y a saber qué pasa luego con ellos...). A mi me apetecería bastante correr allí, así que a ver por dónde respira la cosa...


Y, por otro lado, mirando lo de Wiesbaden, resulta que también es muy muy duro, con bastantes subidas y algún tramo rondando el 10%, pero el pasar una semanita allí en plan tri-vacaciones nos llama bastante... ya veremos.

Eso sí, echando un ojo a las clasificaciones del año pasado no puedo más que enfadarme con las pros (y supongo que también los pros) que corren como Grupo de Edad no sé con qué objetivo pero quitando a la gente que es "age grouper" de verdad la opción de hacer un buen puesto o de clasificarse para la prueba que corresponda si la hay. Si ir más lejos, la que ganó en mi GE (que quedó 3ª de la general), Eva Janssen, es una habitual de la selección holandesa en pruebas ITU, tanto de LD como de CD. Sinceramente, yo les retiraba la licencia profesional de inmediato y no les permitía competir más en pruebas oficiales como Pro/Élite... (esto si es que no hay alguna explicación razonable al asunto, que quiero creer que la hay, como que la aplicación ha fallado o vaya usted a saber... siempre hay que intentar pensar bien)

jueves, 5 de noviembre de 2009

La familia y uno más

Bueno, pues diluyo el misterio y os presento a mi nueva pequeñina:


La verdad es que ha sido algo no planificado (porque sí que tenía claro que cuando hiciera IM sería encima de una cabra, pero con los medios pensaba apañarme bien con la S1), pero una está mirando lo que se cuece en UK antes de ir para allá, sin querer encuentra a una bici de su talla de 2008 rebajada que le hace ojitos, piensa en cómo está la libra, le hace un par de preguntas a Jaime para no liarla y, con todo eso, no puede resistirse ;-).

Como la véis es tal y cómo ha venido. Lógicamente hay que hacer unos "pequeños" cambios, como darle la vuelta a esa potencia, bajar las arandelillas, juntar los apoyacodos, y las barras montarle unos lustrosos pedales Time, cambiar los platos (que la verdad es que son chulos) por unos Q-Rings (que igual no son tan chulos pero que van que da gloria) y, por supuesto, quitar la cosa esa reflectante de las ruedas jeje. Bueno, y jugar con la posición hasta encontrar la buena, a ver qué podemos hacer...

Apuesto a que con esos cambios y con las Stinger va a quedar chula chula... la envidia de los 70.3 ;-).

P.D.: por cierto, estoy esperando otra cosilla, que sí era buscada y deseada, pero ahora mismo está en la incubadora, así que ya os la enseñaré...

Juguetito

¿Qué será?? ;-)))



martes, 3 de noviembre de 2009

¿Nos internacionalizamos?

Pues aún seguimos dándole vueltas al calendario… Todavía la cosa no está nada clara, porque hasta que no salgan fechas definitivas de Liga y Copa no puedo decidir nada (aunque me temo que, por ejemplo, Buelna quedará descartada porque coincide casi seguro). La balanza se va inclinando hacia el Half Challenge (que además tiene el aliciente de que así podremos por fin zanjar nuestra deuda pendiente de una visitilla a Carles, Oli y el resto de tri-compis catalanes ;-)), casi fijado Sanabria (que, al ser una semana después del Cpto. de España de Pulpí, suena fenomenal como broche fin de temporada) y aún nos quedaría uno (bueno, al margen de las locuras que se le ocurren a Sergio al estilo Vitoria, que yo a aplaudirle voy donde haga falta pero nada más ;-)), así que ahí seguimos, mirando opciones.

Y una de esas opciones es la de salir fuera. Mirando en la web de 70.3 (¿por qué no serán Doble Olímpico? :-( ) encontramos un par de cositas interesantes y que podrían encajar en fechas: el 70.3 de Antwerp (Amberes), en Bélgica a finales de julio, y el de Wiesbaden, a mediados de agosto. La verdad es que siempre está bien salir por ahí a competir (salvo por el rollo de las bicis y el avión, claro), primero porque es curioso ver cómo se toman esto del triatlón fuera de España, de una manera mucho más relajada, que los buenos son muy buenos pero, el grueso de los competidores se toma el triatlón (y pasa con cualquier otro deporte también) mucho más como un hobby y con muchos menos prejuicios y vergüenzas que los machacas de los españoles; y segundo porque se puede aprovechar para pasar unos días de turismo triatlético que nunca vienen mal.


Así en principio, precisamente por el segundo factor, me tira más Bélgica, que aún recuerdo cuando estuve viajando por la zona de Brujas camino de Holanda (por los pueblos cercanos a Edam) en un viaje express hace unos 7 años, que me encantaron todos los pueblecillos de los Países Bajos y ya entonces, que ni tocaba una bici, pensé en lo chulo que sería recorrerse esas carreteras encima de una. Pero lo malo es que el tri tiene una bici llana llanísima (los primeros hicieron una media de 45km/h el año pasado) y, aunque tiene pinta de ser en un entorno muy chulo, me llama mucho más el circuito de Wiesbaden (que además nos cuadra mucho más en fechas). Vamos, que ahí andamos… ¿alguno de vosotros conoce alguno y puede darnos algún dato más?.

Y, por lo demás, la vuelta a la rutina sigue su ritmo… vuelta a la piscina municipal a intentar hacer algo (porque eso no se puede llamar entrenar… 20’ aguanté ayer, que 6 personas en la calle ya era demasiado), vuelta a la técnica de carrera a ver si consigo corregir mi “bonita” pisada, vuelta al gim, a sus tíos cachas y a las agujetas, y vuelta a las salidas en bici con la grupeta que, aunque a estas alturas aún van a un ritmo razonable, me dejan las patitas quejumbrosas un par de días por lo menos…