Ya sabéis todos que la carrera a pie es lo que más me cuesta, para qué negarlo. Pero el jueves, contra todo pronóstico por lo planificado (1 hora de carrera en circuito discontínuo… ¿1 hora?, ¿así sin más?, no suena muy apetecible, no...), disfruté de principio a fin.
Aprovechando los últimos rayos del sol del día que le daban unas preciosas tonalidades anaranjadas al Parque Central tricantino, salimos a cumplir en entreno de carrera antes de ir a Alcobendas a por nuestra dosis de natación. Desde el principio noté que las piernas no pesaban 200 kilos esta vez. Claro que no percibía la ligereza que suelo notar a partir de junio, pero no tenía nada que ver con la sensación de arrastre que es habitual en esta época. 1 hora, buen ritmo. No me preguntéis a qué velocidad fui, que lo ignoro y tampoco me importa… me quedo con las sensaciones de ir a buen ritmillo con facilidad durante 1 hora y eso, para mi, no es algo habitual ni mucho menos.
Fotos de Paco Salas
Pero el sábado… ¡ay el sábado!. Vale que el viernes habíamos ido al gimnasio antes de turnarme las series de 150 con y sin palas con Marta del viernes. Vale que el sábado por la mañana tuvimos una intensa y divertida sesión de piscina con ejercicios variados de transiciones (sal de la piscina, corre al otro lado, haz un largo, 10 sentadillas, otro largo, apnea y demás juegos acuáticos). Pero el entrenamiento de carrera a pie del sábado por la tarde fue un martirio. Y todo porque menos de 2 horas antes me había comido un plato de macarrones con verduras más grande que yo. Al final, en vez de carrera continua, tuvo que ser carrera discontinua. Estas cosas pasan, no hay que darle más vueltas.
Y el domingo la cal y la arena se mezclaron en un cóctel explosivo. Para empezar, estrenaba mis pedales Time que, en una terrorífica confabulación contra mi persona, se negaban a ser calados constantemente, teniéndome haciendo malabares para pedalear durante muchos minutos hasta que lo conseguía. Eso hizo que no me arriesgara a engancharme a la panda de ecosportianos e iniciamos nuestro viaje hacia Soto Sergio, Edu y yo solos. Eso sí, a buen ritmo. En Soto enganchamos con la gigantesca grupeta y, ya en el tramo de Soto hacia Cerceda, noto que voy pinchada. Paramos y descubrimos que el pinchazo es doble!!, con las cubiertas recién estrenadas y nuestra obsesión por llevarlas ruedas siempre bien hinchadas, no lo entiendo.
Tras arreglar el desaguisado, Armando (gracias por quedarte con nosotros :-)) y Sergio deciden subir a Matalpino y yo decido que mejor no arriesgo más y me uno a la gigantesca grupeta en la parada del bollo de Cerceda. Vuelta a casa y compruebo que al final han sido 85 km a una media superior a 28.5 km/h (incluyendo tramo urbano y en tramo 3C-Colmenar tirando solitos)… no está del todo mal, no…
La nota triste del día es la caída de Ruth (yo ya me había separado de la grupeta, así que no la vi). Pero Ruth es una guerrera nata y seguro que se recupera enseguida, estoy segura :-).
Bueno, a ver qué nos depara esta semana...
14 comentarios:
ya me conformo yo con unas de cal y arena así...menudos entrenos que te has pegado esta semana....lástima la caída de Ruth,pero dentro de lo malo solo daños materiales....
a seguir "cargando el cuerpo"!!
¿Dónde está la de arena, o es la de cal?
PS: Un día de estos te digo que puedes hacer con las cámaras viejas y cubiertas desgastadas...
Paciencia con los Time... tienen truquito, pero cuando te acostumbres son una pasada... yo no los cambio por nada del mundo...
Bueno, así mirado en frío, tampoco ha estado tan mal ;-)
Talín, cuenta, cuenta.... más que nada porque no suelo arreglar las cámaras (porque no suelo pinchar más de 1 vez al año como mucho... y en esta temporada ya van 3!!).
Carles, la verdad es que una vez encalados me gustaron las sensaciones que daban, pero me costaba tan meter el pie, uffff
Besicos!
Ya sabes Ishtar, esto funciona así un día vas bien y al otro sin comerlo ni beberlo no andas, pero son cosas con las que tenemos que convivir, o al menos eso dicen, ya ves el que no se consuela es por que no quiere.
Vaya mala pata lo de los pinchazos, jode un montón, tener que parar a reparar y demas eh!!!
Saludos y a seguir dando caña.
Llega a correr con la sensación de ir ligero y cómodo es una de las sensaciones que, por escasas en mi caso, más valoro. Y lo que cuesta llegar a ellas para los que somos auténticos "cotrocos".
Llevo 4 meses descubriendo la cal y la arena de este deporte y ahora con la rodilla muy tocada mucho más..solo me queda darte animos porque tu as que nadie sabes que esos dias vienen solos, asi que superarlos y disfruta mucho los buenos, animo¡¡
buenos entrenos chica. por ese parque corre cualquiera y esas series harán que consigas tu objetivo antes de tiempo, si no lo has hecho ya.
lo de la bici, enorme, lástima la caida de ruth. lo de los pedales peor es que se queden anclados y no saliesen, con la consiguiente torta (a mi me suena de algo) jejej saludos
pd: has visto que amigachos tengo ehhh???
http://mikelangel-finisher.blogspot.com
Fran, ya, es raro, no sé por qué a veces vas y otras no... aunque la mayoría de veces me voy arrastrando del puro cansancio ;-). Lo de los pinchazos... no veas la práctica que he cogido!!, ni los mecánicos de Fórmula 1, vamos ;-))
Maca, ¿correr ligero? ¿y ezo qué éh lo que éh?? ;-))
Emilio, lo tuyo sí que es mala pata... y yo quejándome, jo :-(. Mejórate pronto y no hagas locuras!, poco a poco...
Mikel A., ahora que los días se van haciendo más largos, ya podemos ir a correr alguna tarde al Parque y es una gozada!. Eso sí, vaya cuestacas, ufff... ;-)
Besicos!
creia que el que haya más horas de luz implicaría más largas las salidas de la bici ya que para correr no hace falta "luz", ¿no?.
Ánimo, que si sigues así, llegarás a algún lado, jeje.
Gaizka, resulta que el Parque Central no está iluminado, así que de noche tenemos que correr por otro sitio (el famoso circuito de las medianas tricantino jeje, que tampoco está mal, por otro lado, que siempre es un lujo poder correr por tierra por la noche).
Ahora, si salimos a correr según llegamos a casa del trabajo, podemos ir al Parque Central, cosa que antes, que ya era de noche, no podíamos.
Y eso de llegar a algún lado... lo más lejos que voy a llegar es a mi casa y con dolor de piernas incorporado, porque a otro sitio como que no... eso sí, en el camino me lo habré pasado estupendamente jeje
Besicos!
en cuanto a los pinchazos fijate el cubrellanta esté bien puesto, porque a veces un "error" leve hace pellizcar la cámara en cualquier curva....
Mucho contar km, medias, etc, etc y no cuentas esas pedazo de tostadas que te metiste en Cerceda!!! asi hiciste mas de 28km/h... eso es dopping!
P.D:¿Como van los Time? ya los metes mejor?
Robert, somos muy muy cuidadosos con eso. Revisé todo y nada. La verdad es que el carril está bastante guarrillo en esta época, y hay un montón de pinchazos :-(. Aün así me temo que tendré que comprar las armadillo, que dicen que son una coraza casi...
Ruth, ¿y lo ricas que saben esas tostaditas? jeje. Los Time me siguen dadno guerra para encalar, pero una vez encalados, las sensaciones en el pedaleo son muy buenas, la verdad, así que habrá que insistir para cogerles el tranquillo ;-). ¿Tú qué tal vas de tu pupita? :-(.
Besicos!
Publicar un comentario