Ya es primavera

Ayer comenzó oficialmente la primavera pero, me digan lo que me digan, para mí no será oficial hasta el sábado, día en el que el reloj adelantará sus manecillas una hora. Entonces empezará lo bueno, por fin.

Se acabará el correr de noche, abrigada hasta las orejas, yendo y viniendo por la recta de 300m libre de grúas en el Parque de la Arganzuela, único lugar de tierra para correr iluminado cerca de casa. Se acabará el pasar frío en la bici, sudando en cualquier pequeña subidita por la cantidad de ropa que llevas, y tiritando al tener que bajarla después con sudor congelado. Se acabó el no sentir los dedos de las manos y los pies durante la primera media hora de bici. Seguro que, además, hay menos riesgo de resfriado al no tener que andar durante diez minutos a mi casa con el pelo húmedo después de la piscina (aún secándolo y aún con gorrito).

Ya, ya, ya sé lo que pasa hasta el 40 de mayo... pero, aunque nos queden días de frío, que nos quedan, por lo menos hay sol. Bendito sol. Entrenar con luz entre semana es un auténtico lujo... y un placer. Y por eso perdemos un poquito de mérito al entrenar porque, si en invierno se torna en algo duro al que hay que dedicarle un gran esfuerzo al que nos sobreponemos no sin queja en ocasiones, en primavera y verano es pura delicia.

Sí, la primavera ya está aquí. Y con ella las alergias. Pero eso son pequeñeces al lado de un sol radiante y duradero, así que mejor lo obviamos...

P.D.: volviendo a banalidades, ayer cambié las series de carrera, que no pude hacer por no salir a la calle, por una sesión de gimnasio variadito: 15' spinning + abdos + 15' remo + abdos + 15' cinta + abdos + 15' spinning + abdos + 15' stepper + abdos + 15' cinta. vamos, casi 2h ahí encerrada que, gracias a lo variadito del circuito, se me hicieron menos duros psicológicamente de lo que al principio parecía... esto marcha...