Bendita paliza

Ayer fue el primer día desde que empecé con el bicho dichoso hace ya dos meses que puedo decir que entrené, con todas las letras y sin comillas o pseudos delante. Bueno, más bien creo que me pegué una buena paliza, pero la verdad es que lo llevé bien y no me encontré excesivamente machacada después (aunque sigo en este estado en el que 2 minutos en el sofá suponen quedarme completamente grogui, eso sí) y, aunque sigue siendo un poco “quiero y no puedo”, creo que he subido un escaloncito.

La cosa es que, como mañana se celebra nuestro duatlón y había que prepararlo todo, no estaba segura de poder entrenar con demasiada normalidad este fin de semana, así que había que aprovechar el viernes sacándole partido a la recién estrenada jornada intensiva de las que disfrutaré todos los viernes de aquí a octubre.

Así que llegué a casa, engullí un plato gigantesco de pasta y a rodar con la bici. El ritmo… pues bastante bajillo. Menos mal que a los 20km me pilló mi vecino Trivaras y me sirvió de compañía y de pantalla contra el viento hasta Cerceda y en la vuelta a casa. Total, unos 80 km a unos más que decentes 27,5km/h (que si llego a ir sola, hubieran sido bastantes menos, las cosas como son).

La verdad es que me sigue costando mucho pedalear, y cuesta arriba se me pega la bici al suelo, pero por lo menos ya voy notando que tengo algo de cambio, que no pillo el ritmillo de recoger amapolas y no salgo de ahí. Es verdad que el cambio no da para mucho, pero algo es algo. Para que os hagáis una idea, cuando intento apretar es como si intentas que un coche ande con el freno de mano echado. Pero ayer, por lo menos pude meter 3ª de vez en cuando. La 4ª y 5ª tendrán que esperar algo más, pero por lo menos parece que mejoro algo.

Y después, por si eso fuera poco, merienda rápida y rumbo a la pisci. Y no consistió la cosa en flotar un poco, no. Nos metimos entre pecho y espalda 4000 metrazos, ahí es ná, con un bloque central de 4x(3x100 tuba+3x100 palas + 3x100 crol)/20”/2’, todos entre 1:28 y 1:32. Claro que yo bastante tuve con perseguir burbujitas de mis compis, pero ahí aguante todos, uno tras otro, hasta el final. Y así, al final unas 4h15’ de entreno p’al cuerpo en una tarde.

Y, después de semejante paliza, hoy no me he levantado demasiado mal, e incluso he podido salir 1h50’ con la bici por la tarde (a 25,5 km/h donde antes iba tranquilamente a 27-28 km/h yendo sola y a 29-30km/h si iba con Sergio, pero oye, que me quiten lo bailao… lenta pero segura ;-)).

Sé que aún queda mucho camino para volver al punto donde lo dejé (y eso que era enero, que la cosa tampoco estaba muy boyante que digamos ;-)), pero parece que esto marcha.

A ver si dentro de no demasiado tiempo puedo colaborar en la piscina y en la bici en vez de ir siempre a rebufo y, sobretodo, a ver si recupero esas salidas en bici con Sergio llevándome con todo el ganchazo que echo tanto de menos…