Triatlón Portocolom

Vale, vale, ya sé que me he saltado el Festrival y voy directa a Portocolom, pero ando hasta arriba de curro así que, para que no os aburráis de ver siempre el dichoso resumen del entrenamiento de Abril cada vez que entráis a visitarme, os comento cómo fue Portocolom, que el texto ya lo tenía escrito para otras vías de comunicación...

El tiempo no acompañó demasiado (menudo chaparrón cayó mientras íbamos en bus hacia Portocolom aunque luego nos respetó durante la prueba) y las piernas tampoco estaban para muchos trotes después de la semanita del Festrival en la que los entrenos a ritmo relajado brillaban por su ausencia.

La natación era en el puerto, con aguas tranquilas, a una sola vuelta. las chicas salíamos antes... muy poquitas éramos. Nos tirábamos desde el puerto, a unos 2 metros del agua, así que decidí tirarme sentada... y lo mismo eso fue la causa de todo. A los 100m noto que el neopreno está abierto y se me hincha de agua como un globo. Me paro, lo coloco e intento seguir, pero ya he perdido mi grupillo, y al ser tan pocas me toca nadar sola. Voy recortando a pesar de mi desorientación (la boya estaba lejísimos al ser 1 sóla vuelta) y, zas, de nuevo desabrochado el neopreno... al hincharse me iba para atrás, así que hay que abrocharlo. Vuelvo a perder al grupo, llego a la boya y no sé ni dónde estoy. El de la piragua me da gritos para indicarme por dónde tengo que ir, pero nado sin saber hacia dónde. Antes de llegar a la boya de la mitad, se vuelve a desabrochar el neopreno, pero ya paso, que no veo a nadie a mi alrededor, así que hay que llegar cuanto antes. Nado como puedo, lastrada por el agua que se cuela por el cuello, metiendo mucha braza para tratar de orientarme, que la boya no se veía.

Salgo del agua, respiro por fin, y me dicen que voy 9ª... bueno, podía haber sido peor. Tras una transición lamentable, empieza lo bueno. 44kms en dos ida-vuelta de carretera ondulada cortada al tráfico, sin drafting, sin curvas, sin bajadas peligrosas, un asfalto perfecto y un pasaje verde precioso.

El trazado era del estilo de Pálmaces, onduladito y rápido, aunque algo más duro que este, ya que la ida picaba siempre hacia arriba, pero en la vuelta se volaba.

Recupero algún puesto y me encuentro muy muy cómoda... tanto que iba más fuerte de lo que al principio pretendía y pensaba que mis piernas me dejarían (163 ppm medias... buena idea llevar el pulsómetro para no dormirme). Los ánimos de Eneko Llanos (que sacaba unos cuantos minutos al 2º) también ayudaron, claro :-). ¿Se me pegaría algo de las salidas en bici con los craks? jeje

Vaaale, tampoco fue para tanto... 29,3 km/h de media, no está mal, pero siempre mejorable.

T2 con bajada en la bici como los pros ;-) y a correr!!. Al principio tenía un dolor muscular increíble, como nunca, así que a pasitos como podía iba avanzando. Claro que, cuando vi el "repechín", casi me da algo, pero poco a poco iba sumando metros.

Al pasar por meta e iniciar la segunda vuelta ya me voy encontrando mejor, así que subo un puntito. ¡Qué raro encontrarme tan bien corriendo!. A falta de 1km me pasa un compi aguaverdiano, a buen ritmo, que me anima y sé que Sergio viene un poquito detrás, así que intento apretar para ver si con un poco de suerte entramos juntitos en meta. Pero no, me hizo esperar el tío ;-).

Después algo de vitualla, masajito, recojida de mi sobrecito con el premio por ser 6ª ;-) y vuelta al hotel.

Por poner un "pero" diría que hay que procurar abrir los boxes antes, que no nos dio tiempo a calentar, poner la salida femenina y masculina juntas si somos tan poquitas chicas y cuidar un poco las clasificaciones, que están rebosantes de erratas. Pero bueno, eso son cosas menores...

Bueno, a lo que iba. Que es un triatlón precioso, muy al estilo Pálmaces en cuanto al circuito y al espíritu, con gente muy atenta y un entorno precioso. Recomendable 100% así que ya sabéis, expedición el año que viene :-)