Salida desde el agua, mucho nerviosismo con la “línea imaginaria de salida” y ¡¡moooooc!!!, vamos para allá. Siempre digo que me encanta nadar en Pálmaces, porque acostumbrada a ser 4 gatas, nadar con más de 200 personas te facilita mucho las cosas… después de los 300m iniciales de golpetazos de rigor, claro ;-). Este año además teníamos la novedad de que entre el viento y las barcas aquello parecía el Cantábrico, ¡¡qué de olas!!!.

Después de la batalla inicial me veo en medio de los dos frentes que se han abierto, así que opto por ir hacia el de la izquierda, que parece que hay más gente y, cuando llego, veo que tengo a Sergio al lado, ¡qué alegría!!. Miro a ver qué se cuece por ahí y veo un grupo a unos 20m por delante, así que ¡allá vamos!!. Voy avanzando y pienso que llevo a Sergio detrás, pero el pobre dice que con las eses que iba haciendo no me pudo seguir :-(. Agarro al grupito y con ellos giro la 1ª boya. Tras otros golpetazos, veo que voy muy suelta, así que no me conformo con ir ahí y sigo avanzando hasta que, en la 2ª boya, me junto con Arturo Formariz, así que ya tengo buena compañía en el camino de vuelta.
Me pongo detrás y veo que Arturo se va desviando, pero prefiero quedarme ahí porque siempre es mejor ir acompañada que sola, aunque hagas algún metro más y pienso que en algún momento se dará cuenta y corregirá la trayectoria… pero no, y cuando veo que como siga así acabamos en la presa ;-), decido cambiar el rumbo y tirar solita hacia la boya de salida. Me veo bien, deslizo e incluso me acerco al grupo de delante, que resultó ser el de Jaime (que solo me sacó 45”… cuidadín que a la próxima te pillo ;-)). Arturo nos ve, corrige el rumbo y se une a nosotros y así salimos juntos a tierra.

Me cantan que voy 2ª después de Ana Burgos (que me sacó 1’30”, lo mismo que en un sprint… yo y mi punta de velocidad jajaja), cojo mi cabrita y mi casco aero y a por la bici!. La salida hasta la carretera principal, que son 5km prácticamente subiendo, la hago tranquila, sin cebarme, que sé que esos excesos luego se pagan. Me van pasando un montón de chicos, pero es lo que tiene salir la 18º del agua... Llegamos a la carretera y, madreeeeee, vientazo de cara… toca sufrir. Siempre digo que Pálmaces tiene una bici de ir a plato casi todo el tiempo, pero con ese viento usé mucho más mi platín del 36 que el 50, ya que intentaba no atrancarme y tirar de cadencia. En el km 12 más o menos me pasa Sergio, que dice que no le responden bien las piernas… vaya :-(.
No voy mal, acoplada casi todo el tiempo y, aunque el viento me va machacando, me encuentro fuerte. Y así llegamos a Atienza, al punto de giro, donde soy consciente de que ya ha pasado lo peor, así que eso me anima. Tengo a Ruth pisándome los talones, y aunque sé que me va a pasar en breve, decido no ponérselo fácil ;-), así que intento ir fuerte, pero eso de llevar un plato del 50 con el viento de culo y picando para abajo hace que, aunque fuera a 120 rpm, me pasaba la gente como aviones (Ruth incluida), pero bueno, es lo que hay (ya veremos si el año que viene cambio el compact por unos platos normales para la cabra… eso sí, siempre Q-Ring).

Bajada hacia el pueblo (con casi 3’ menos de bici que el año pasado a pesar del ventarraco) y toca correr… ¿responderán las piernas y el estómago?. Pues parece que las piernas van bien, pero el estómago no tanto… no va muy mal, pero siento que voy ahí, al filo de la navaja, con un poco de presión a ratos en el diafragma, así que intento ir alegre pero sin pasarme, que sé de sobra que intentar ganar 1’ en este triatlón puede suponer perder 5’ como te de la petada…Además, veo que a la 4ª la llevo lejos, así que tampoco me preocupa demasiado…

Pero en el giro de los 9km veo que la 4ª se me ha echado encima… ay ay ay. Aprieto todo lo que puedo, pero resulta que es una keniata escondida en el cuerpo de una triatleta del Lagunak ;-), así que justo antes del cuestón (a 1km de meta más o menos), me pasa arrancándome el dorsal casi, así que mi gozo en un pozo… me quedo sin mi podium :-(, pero bueno, hago 4ª, que no está nada mal (y la 75º de la general, que está más que bien), así que estoy muy muy contenta :-).
Entre la entrega de premios, el sorteo (que nunca nos toca nada :-( ), la caldereta, el viaje de vuelta y demás, nos fuimos a la cama a las 2:15 de la mañana… y a las 7:15 en pie, que toca ir a la casa de Campo a por el Open de Madrid (que es el mismo formato que la Copa del Rey, contrarreloj por equipos). El año pasado hice también doblete con el Juan Carlos I (Cpto de Madrid), pero aquello era individual, así que no tenía la presión de tener que dar la talla para no incordiar a mis compañeras… Pero bueno, aunque muy fresca no es que estuviera tampoco ;-), al final no se dio mal y pude cumplir e incluso ayudar a mis compis en lo que pude (a la pobre Yurena la llevé a empujones en el agua ;-)… una buena paliza, ufff). Y, finalmente, nos alzamos con el 2º puesto y con un buen ensayo para la Copa del Rey de dentro de 2 semanas, así que mereció la pena :-).
Fotos: David Fernández