viernes, 18 de septiembre de 2015

IM Wales: la crónica

Voy a comenzar la casa por el tejado tal vez, pero quizá resumiría lo que ha sido mi participación en el IM Wales con 3 ideas:
 
·         La prueba es absolutamente brutal, tanto en dureza como en belleza
·         Mis sensaciones se resumen en: como un tiro :-)
·         Ten cuidado con lo que sueñas no vaya a ser que se cumpla ;-)
 
Y ahora viene el momento de enrollarme, pensando sobretodo en esa gente que, como yo he estado haciendo estos meses, están pensando hacer este IM o preparándolo y utilizan todas las herramientas disponibles para ello. Como buena ingeniero ;-), a falta de poder ir a ver el circuito, yo me he empollado crónicas, segmentos de Strava, perfiles, planos, clasificaciones,… de esa manera estaba en la línea de salida pensando que tenía bastantes cosas bajo control, y eso te da mucha seguridad y tranquilidad. Además, Jaime lo conocía de primera mano y eso también era un plus.
 
Lo único que me tenía con incertidumbre era el tiempo. Cuando llegamos, hacía un día de perros y las previsiones eran bastante poco halagüeñas, así que me preocupaba, para que engañaros (que el pobre Jaime tuvo que hacer una labor dura de coaching ahí para que me relajara jeje). No me gustaba la idea de pasar más de 11 horas calada y congelada, así que hice lo que pude por minimizar los posibles daños (ropa seca y adecuada, zapatillas secas en T1 en vez de en los pedales, guantes, punteras de neopreno,…), aunque finalmente la fortuna nos sonrió y, aunque comenzó con algo de lluvia, luego salió el sol y el día se portó (exceptuando el viento, claro, aunque con eso ya contaba).
 
Tenby, un pueblo con mucho encanto. Y con una playa sur alucinante!

Ya en la línea de salida comenzaron las emociones. Este año cambiaron en el último momento la salida y pasó a ser rolling start, con una larga fila organizada por sectores en función del tiempo estimado de natación, que empezaba a contar en cuanto pasaras por la alfombra del chip. En principio no me gustaba la idea, porque luego en carrera no sabes si los que te adelantan o adelantas están en tu tiempo o no, pero tengo que decir que me parece que hace que la natación sea más limpia y, total, yo nunca tengo ni idea de cómo voy ;-). Con el himno nacional se me saltaron las lágrimas y ya sentía que iba a ser un día muy especial.
 
Vídeo salida IM Wales (Anna Hick)

Me coloco en el primer cajón sin problema (< 1h), bocinazo y al agua!. El shock térmico fue brutal, ya que no nos dejaron calentar y el agua estaba heladita (15ºC dijeron). Al principio algún golpe pero, según avanzábamos hacia la boya, el mar estaba más y más bravo, chocando con las rocas de modo que no sabías ni por dónde te venía la ola y nosotros nos íbamos chocando unos con otros (incluso cayéndome triatletas encima y yo encima de uno). Como bien dijo el ganador Jesse Thomas, aquello era como estar en la peli de La Tormenta Perfecta. Para mí el peor momento del día fue cuando sales del agua tras la primera vuelta, mareado y congelado, y te tienes que volver a meter, cuando lo único que te pide el cuerpo quedarte llorando en la arena como un gatito. La segunda vuelta ya decido que lo más importante es no tragar más agua salada, que eso trae muchos problemas, así que me intento separar del resto de triatletas, que andábamos bastante desperdigados, y trato de centrarme en la pura supervivencia. Luego me dijo Sergio que salí del agua en el primer grupo grande, así que genial. 2ª de mi AG en 1h03’, 11’ más que Harry Wildshire, así que bastante bien (aunque en ese momento no sabía nada).


Y ahora viene una de las particularidades de Gales: una T1 de 1 km después de subir un zigzag en cuesta para la que, afortunadamente, te dejan ponerte unas zapas y que además vino bien para entrar en calor.


Ropa seca, demás achiperres y a la bici. En ese momento llueve y hace bastante fresco, y me cuesta bastantes kilómetros entrar en calor, con una buena tiritona. Pero una vez ya asentado el ritmo (km10 aprox) ya me encuentro más templada y con el estómago asentado, así que ya empiezo a hacer uso de mi bote con el equivalente a 15 geles y al agüita.

 
Sé que los primeros 60 kilómetros son más o menos rodadores y decido que los haré a un ritmo como si este fuera un IM normal, de esos con bici de a menos de 5h30’… Se rueda bien acoplada, aunque es un toboganeo constante con alguna cuesta maja y el asfalto bastante rugoso, pero la belleza del paisaje es inexplicable, y más aún cuando empezaron a asomar los rayos del sol (cuando llegué a Angle se me saltaban las lágrimas!). Digamos que no es excesivamente rápido pero es relativamente cómodo de ciclar, si no tenemos en cuenta el viento que te pega lateralmente y da algo de susto a veces. Hacia el km37 me adelanta Emma Pooley (los pro comenzaron 5’ antes) y sería la única chica que me adelantaría en toda la bici (bueno, un poco más adelante me agarró Zoe, que finalmente quedaría 2ª AG y 1ª de su grupo de edad 30-34F), pero algo después la volví a pasar y llegó un poco por detrás a T2.
 

Luego empieza un tramo que luego hay que repetir, y aquí ya tienes cuestas que tienen su miga, no excesivamente largas tampoco, pero sí de subir al tran-tran, pero también tienes tramos de rodar un poco y las bajadas no son excesivamente peligrosas (y eso lo digo yo que soy una cagueta total). Esto lo digo porque uno de los temas recurrentes cuando se habla del IM Wales es el debate flaca VS cabra. Y os digo que para mí es un circuito de cabra 100%. Tranquilamente pude pasar el 75% del tiempo sobre los acoples, que además me encuentro cómoda, y creo que se le saca partido, a pesar de que a veces es estado del asfalto digamos que está un poco castigado.



En ese bucle además está la cuesta de Wiseman Bridge, que bendito piñón del 28 (y llevo compact de 36 en plato!) que si no no la subo (y menos con 170km en las piernas), y la mítica St Bride Hill, que tiene una buena pendiente pero que el público te sube en volandas. La segunda vuelta al bucle me la tomé con mucha tranquilidad, porque veía que los vatios estaban altitos para tanto tiempo, así que iba con el freno echado pero encontrándome realmente suelta en todo momento.
 
Durante todo el circuito de bici hay animación en los pueblos, la gente entregada y un circuito que, no me cansaré de repetirlo, es una preciosidad, naturaleza en estado puro. Así que, aunque es una larga jornada sobre ruedas, no se te hace nada pesado y los kilómetros pasan sin darte cuenta. Y, desde luego, lo del drafting aquí no existe. No vi ni un grupo y en mi caso, durante varios tramos, iba tan sola que a veces hasta dudaba si me había equivocado de camino.


 
Para los que os gusten los números: 141w medios, 159w normalizados (IF0.76) para 55kg.
 
Llego de nuevo a Tenby (en cuesta, como no) y me cambio de ropa de nuevo, esta vez con el dos piezas y tirantes, que viene el viento fresco pero hace buena temperatura. Nada más salir, hago la globerada del día y es que, como no nos dejaban acceder a las bolsas el domingo y yo no quería dejar los geles con agua ya echados en el fuelbelt durante más de 30h a la intemperie, voy echándolos sobre la marcha, en los primeros metros a pie, pero no sé por qué, esta vez los geles estaban como solidificados en las botellitas y no fui capaz de echar en el fuelbel más de la mitad, por no contar con que me puse perdida, pegajosa, se me cayeron al suelo y los recogí varias veces… un numerito. Menos mal que en mi papel de “controlatodo” le dejé a Sergio una botellita del fuelbelt con otros geles preparada por si acaso, para que me la diera en el “special needs”. Uffff, menos mal.
 
 
Pasado el trance, paso por el WC para la meadita de rigor y a entrar directa en el “túnel”. El maratón consistía en 4 vueltas en las que no había ni 50m llanos!. Para arriba, para abajo, para arriba, más arriba, más arriba, baja y baja,… tremendo, durísimo. Y para colmo en algunas subidas te pegaba un ventarrón de frente que era terrible. Como no tengas el día, avanzar puede ser una tortura. Pero yo sí tenía el día. Subía las cuestas a pasitos cortos y rápidos, y bajaba adelantando el centro de gravedad pero controlando para no tener que tirar de cuádriceps mucho para frenar. Y es que yo tengo claro que el maratón del IM se corre con la cabeza más que con las piernas. Tan solo tuve un momentito un poco malo hacia el km20 que me empezó a molestar un poco la tripilla y me apretaba el pantalón, el fuelbelt y todo. Me aflojé lo que pude, bajé el ritmo un par de kilómetros, y a seguir.
 



 
Como había tramos de ida y vuelta, ya iba controlando a ver qué tenía alrededor. Le dije a Sergio que no me diera ninguna referencia, que yo en el Ironman prefiero mirar “hacia dentro” que hacia fuera así que, aunque voy en modo competitivo, prefiero no tener distracciones sobre escuchar a mi propio cuerpo. Ahí ya sabía que iba bien, que sin que nadie me adelantara en la bici y nadie en la carrera a pie (me adelantaron 2 chicas pero con 1 vuelta menos, y Zoe me pasó cuando entré al WC pero luego la volví a pasar cuando entró ella), tenía que ir bastante delante, pero como no sabía qué había pasado en la natación, tampoco tenía claro cuánto de delante, hasta que ya, a falta de la última vuelta, Sergio me dice que voy primera de todas las AG… ¡¡¡primera!!!, ¡¡ay mi madre!!!!. Pues si ya iba bien, los últimos 10km ya iba enchufadísima, con sensación de ir volando y para colmo adelantando a cientos de triatletas, que ahí ya había bastante densidad con gente de varias vueltas mezclada (de hecho gané 90 puestos en el maratón, pero adelantar no sé ni a los que pude adelantar… ¡así da gusto!).
 
Y así de emocionada llegué a meta. No hace falta que explique nada teniendo el testimonio gráfico.
 





 

 Vídeo cortesía de Jaime Vigaray y Lu, ¡¡gracias!!!!
 
El resultado: 11h29’ de carrera (lo que se ajustaba perfectamente a mi previsión, ¿eh, Lu? ;-)), 8ª de la general femenina y primera de todos los grupos de edad femeninos (y primera de 35-39F, claro, con la segunda a más de 2 horas, que si lo llego a saber me lo tomo con más calma jeje… que noooooo ;-)), además de la 151º de más de 1700 participantes. Pero lo más importante es la sensación de control, de estar disfrutando todo el tiempo, de ir apretando sintiéndote fuerte de principio a fin durante todas esas horas… eso es indescriptible.  


Y el mayor premio de todos, ese slot para Kona que pensé que estaba fuera de mi alcance, que nunca podría lograrlo, pero ya es mío, aunque aún no me lo termino de creer… ¡¡todos los años viéndolo por internet y en 2016 estaremos allí!!!.
 
No quiero terminar la crónica sin agradecer públicamente a Jaime por ser mi guía en este camino, por confiar en mí y hacer que solo tenga que preocuparme de hacer lo que me dice sin tener que pensar mucho (aunque a veces no puedo evitar ponerme en plan ingenieril jeje) y por supuesto a Sergio, que ha renunciado este año a correr su IM (y a muchas otras cosas) para que yo tuviera la prioridad para entrenar, que el puzzle con el trabajo y la peque ya os podéis imaginar que es todo menos fácil (¡y gracias también a los abuelos por echar un cable!)   


Por si fueran pocas las emociones, encima me encuentro en la portada de un periódico local!!

4 comentarios:

FRAB dijo...

BRUUTAALLLL!!! Enhorabuena!!!!

Ishtar dijo...

Graciaaaaaaaaaaaaaaaaaaas!!!!!!! :-)

Ferran Vila dijo...

Impresionante. Inspiración y ejemplo para todos los ggee frikis de esto. Enhorabuena! Estoy deseando ver la cronica de KONA 2016.

Tania dijo...

Wauuu Esther!! mi más sincera Enhorabuena!!! qué pasada!! lo que has logrado es la mejor recompensa a tantos años de buenos entrenos y constancia! te lo mereces!
bss
Tania