Hartita del invierno

Hartita estoy ya del tiempo. Frío, lluvia, viento, nieve,… ¡así no hay quien entrene!. Y es que el triatlón es un deporte estival, y realmente se disfruta entrenando bajo el solecito, mejor cuanto menos ropa encima (pero sin pasarse, que os veo venir ;-)). Pero, por desgracia, el entrenamiento en esta época es fundamental. Conozco casos de gente que realmente comienza a entrenar cuando empieza el buen tiempo (antes hacen cosillas sueltas y poco más, pero nada serio y consistente) y luego no les va mal, pero debe de ser que tienen calidad para dar y tomar… los que no tenemos esa suerte, pues tenemos que apechugar. Así que no importa el frío, la lluvia, la nieve… hay que entrenar, quizá no lo que quisieras ni como quisieras, pero hay que buscar el modo hacerlo.

Foto: MAE (Navafría)

Como muestra, un botón. El viernes, a las 20h y sin pasar de los 0ºC, allí estábamos en la pista haciendo nuestra técnica de carrera, con cuidado de no pisar las placas de hielo si no queríamos tomar tartán para merendar. Menos mal que luego el agua de la pisci no estaba muy fría (y, aunque lo hubiera estado, con el entrenamiento ya hubiéramos entrado en calor, que se trataba de trabajo de velocidad en series cortas (12x25m o bloques de 25m+transición) seguido de trabajo a ritmo en series más largas (500m), así que nos fuimos calentitos a casa).

El sábado pude sacar 1h20’ de rodillo con un fartlek mexicano (1’f-1’s-2’f-2’s-3’f-3’s-4’f-4’s-5’f-5’s-4’f-4’s-3’f-3’s-2’f-2’s-1’f-1’s) y gracias… complicaíllo el día. Y el domingo, a media mañana y con una temperatura de -1,5ºC, decidimos salir en BTT, que supuestamente se pasa menos frío que con la de carretera y miedito me daba el carril con las placas de hielo. Optamos por la Tapia de Viñuelas… y qué mal rato. Aquello estaba lleno de charcos helados, grietas formadas por ruedas de los coches sobre suelo húmedo y por regueros de agua que se ve que habían bajado por las cuestas y barro como para parar un tren (y buena cuenta di de ello cuando me caí encima de un lodazal y acabé embarrada hasta las orejas… y Sergio partiéndose de risa grrrr). Y, para colmo, nos volvimos a perder y se nos fue a 3 horas el tema… 3 horas de miedito, frío y mucho esfuerzo para avanzar sobre ese terreno. Pero, como dice Sergio, seguro que ha sido un buen entrenamiento, que no nos ha matado, así que seguro que nos ha hecho más fuertes ;-).

Y, tras la nevada del domingo por la tarde y noche, el lunes no nos íbamos a quedar en casa mirando por la ventana ;-), así que, después de una sesión de gim tricantino, fuimos a Alcobendas a las 20:30 a ver qué nos depararía el entreno de esa tarde… y sí, fuimos a la pista, toda blanquita, a correr sobre la nieve: trotecillo, diagonales, cuestas (estas sin nieve) y ritmos moderados. Buen entreno al final.

Y después (sí, sí, después, a las 22h), a la piscinita directos a tocar un poco de agua y probar nuestro nuevo juguetito: el Aquapac. La verdad es que promete, porque no entró ni gota de agua, aunque utilizamos la cámara antigua porque la nueva nos da algo de miedito y tampoco íbamos muy preparados (lo mejor es llevar una tuba para que el que graba no tenga que preocuparse de respirar y una pesita para ayudar a sumergir la cámara). Solo era una prueba, así que ya volveremos a hacer algo más serio y os lo enseñaremos (porque claro, no es lo mismo que te graben nadando 20m que cuando llevas ya 500 o 1000 exigentes, pero ya se ven cositas interesantes… en mi caso, veo que no están tan mal los ángulos como pensaba que podían estar, que el codo va bastante alto en el agarre y que quizá, lo único que sí veo bastante claro es que tengo que intentar no frenarme a mi misma con mi mano en la entrada, pero en general tiene buena pinta, así que me temo que lo mío es una cuestión de adaptación y capacidad física más que algo técnico, pero bueno, veremos qué vamos viendo), pero de momento mirad… ¿a que está chulo? :-)




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