Duatlón carnaval de Águilas

Pues ya estamos de vuelta de nuestro fin de semana duatlético por tierras murcianas. La verdad es que un viaje así en febrero me descuadra un poco, que mi mente ya se entona como si estuviera en época de competición y nada más lejos de la realidad, que para eso quedan ni más ni menos que 3 largos meses. Así que digamos que ha sido el entrenamiento de chispa del mes de febrero, un calentón bien grande así a lo tonto y la confirmación de que, si bien en febrero no se puede estar bien, tampoco va tan mal la cosa (y más teniendo en cuenta las dificultades para entrenar que estamos teniendo gracias al inviernito madrileño).

Momentos antes de la salida, pues ya os imagináis: “que qué hago yo aquí”, “no me tenía que haber apuntado”, “si pomponeando hubiera estado mucho más a gusto”, “y encima en élite… ¡si voy a quedar la última”. En fin, para qué os cuento… por lo menos hace calorcito…

Suena la bocina y aquí salen todas como salvajes. Yo no sé cómo se puede correr tan rápido. Así que poco más que me quedo casi la última, pero cuando lo más parecido a una serie que has hecho es el test de Cooper del martes pasado (con un magnífico resultado de 2800m :-P) y la prueba de esfuerzo del miércoles (que ya os contaré), pues tampoco se puede pedir más.

Por suerte, como viene siendo habitual, voy de menos a más y algo parece que voy remontando. Llego a la T1 la 16ª… cómo corre la gente. Cojo la bici y toca tirar p’alante.

Por suerte voy con Mabel, que ya me había hecho a la idea de que iría sola, así que genial!, no se puede tener mejor compañía, sobretodo en la bici :-). En este circuito es complicado remontar ya que, si bien no es llano sino más bien todo toboganes, las cuestas no son ni tan largas ni tan duras como para que a la gente le paso factura, pero aún así veo que tenemos un grupo no muy lejos, así que hay que cazarlas… y lo logramos!.

Pero en duatlón no vale con eso, porque sabes que todas esas corren más que tú (en triatlón casi también lo tengo casi asegurado, pero no es tan obvio ;-)), así que la estrategia en bici es tratar de que se descuelguen y sacarles una ventaja suficiente o, al menos, intentar cansarlas todo lo que sea posible. Así que hay que seguir tirando. Y así hacemos, junto a una chica murciana que también iba fuerte sobre las dos ruedas, y las demás, pues ahí a ruedita, sin descolgarse y parece que sin cansarse demasiado, pero al menos había que intentarlo…

6º parcial ciclista (contando con mi patética transición) y a correr. Las piernas no responden mucho (¿y cómo van a responder si no he entrenado aún las transiciones?), pero bueno, parece que van entrando en calor, aunque tampoco lo suficiente como para remontar más que 1 puesto, así que entro la 15ª que no está demasiado mal teniendo en cuenta las circunstancias… Al menos estuvimos ahí, que no es poco (como bien dijo Alba, que la tía es una luchadora) y pudimos correr, que ya es bastante (dedicado a Bea, que podrá con ello seguro seguro).

Después tocaba animar a los ecosportianos, que corrían todos en élite y, en especial, a Sergio, que se había lanzado a la aventura. Y no puedo decir más que estoy orgullosa de él, siempre, porque lo luchó desde el principio hasta el final, y eso es lo fundamental, es la base de todo. Es pronto aún para él, pero yo creo que puede conseguirlo… es más, estoy segura de que lo hará si se lo propone.

Y luego, pues ya sabéis lo que toca… a recuperarse. Un poquito de proteína buena…

… agüita fresca para las piernas…

… y sesión de compras+cine (Sherlock Holmes) por la tarde.

Y el lunes, que nos cogimos de vacaciones, pues la idea era entrenar por allí, unas 3 horitas de bici bajo el sol murciano en buena compañía… pero va a ser que no, que para 10 veces al año que llueve en Águilas, pues una nos pilla a nosotros :-(. Pero aquí el amigo se emperró en salir y unos 30km fue lo que aguantamos bajo la incesante lluvia y sobre el asfalto mojado. Eso sí, la rutita que con nos enseñó Pedro Mª (que no se puede ser más amable y más salao… ¡¡mil gracias!!) tiene que ser chulísima con solecito (Don Miguel -Cabo Cope – El Pocico – Don Miguel), así que tenemos que volver a quitarnos la espinita ;-). Eso sí, acabamos de esta guisa:

¿Ciclocross en el País Vasco?, ¡no!, bici de carretera por Murcia ;-)