Una de duatlones

En la anterior entrada me preguntaba Carlos (loscar) que por qué no hacíamos duatlones, con lo que cuesta estar desde octubre 6 meses entrenando sin competir nada hasta que empiecen los triatlones. Esto no es 100% cierto, porque siempre alguno cae: el año pasado el de equipos de Medina (que bastante fue, que en esa época aún andaba recuperándome del bicho), el anterior el de Alcobendas (que fue Cpto de Madrid) y, de propina, el de Autonomías, el año anterior también el de Alcobendas y no recuerdo si el de Rivas o Alcorcón…

Pero el caso es que no, no me gustan nada :-). Sí que es verdad que no viene mal hacer alguno antes de los tris, aunque solo sea por recordar cómo funcionan esto de las transiciones, la competición, el material que hay que preparar,…, así que no es un mal entrenamiento, pero ocurren varias cosas. Ya sabéis que, cuando me pongo un dorsal, por muy fuerte que presione el botón de “training mode”, al final acabas exprimiéndote bastante más que en un entrenamiento, y con esto hay que tener cuidado porque te puede dejar tostadillo para próximos entrenamientos y, sobre todo, te puede poner en forma demasiado pronto si no te controlas. Es verdad que hay gente que se tira compitiendo desde enero hasta septiembre con buenos resultados, pero en la mayoría de los casos, los que están en forma demasiado pronto, se suelen dar de bruces con el muro de la temporada tarde o temprano. Esto es algo que he aprendido con mucha claridad observando a mi alrededor en estas 5 temporadas que llevo compitiendo. Además, conozco mi cuerpo y mi mente, y si normalmente en agosto ya estoy pidiendo la hora aún controlándome, como para empezar antes…

Otro motivo es que, competitiva que es una, me llevan los demonios al ver cómo me pasan por encima chicas que en esta época están mucho más en forma y, por más que intente que no se me escapen, mi lento y aún redondito cuerpo no responde (y más teniendo en cuenta que si los corro los meto a piñón en una semana normal, toque carga o más carga ;-), sin descansar nada) y, por mucho que esté mentalizada para esto, pues tampoco es plato de gusto, que las competiciones se disfrutan mucho más cuando las sensaciones acompañan :-). Además, ya sabéis lo bien que se me da correr cortas distancias a altas velocidades, y más como se corren los duatlones, que es saliendo a muerte y a ver quién va petando por el camino…

Y, un motivo más es el clima que hace en esta fecha. Te puede hacer frío, nieve, lluvia, viento,… vamos, que lo raro es que haga bueno, y eso multiplica mi factor de sufrimiento por 20 por lo menos.

Y, después de ponerme en modo plañidera, solo deciros que el próximo 7 de febrero, sin comerlo ni beberlo, correré el duatlón de Águilas. No sé cómo he llegado a estar en la lista de inscritas… bueno, sí lo sé ;-). El caso es que Sergio decidió apuntarse para ver si consigue una plaza en Gijón en élite después de asustarse un poco con los giros de 180º del circuito de Rivas, y, ya que le acompaño y por supuesto me llevo la bici :-), pues así puedo entrenar algo sin agobiarme por compaginar animación+logística+supporting. Es sí, entre que voy con mentalidad de entrenamiento y encima voy y me apunto a élite, pues voy a llegar en el furgón de cola, pero es lo que hay a estas alturas con los súper 100km de bici semanales de media que llevo (que el 80% es de rodillo) y mis al menos 3 kilillos de más. Pero bueno, no hay dolor… :-)

Eso sí, aprovechamos para quedarnos hasta el lunes y ver si podemos hacer una salidita en bici con más de 10ºC de temperatura… esperemos que al menos no llueva…