Creo que el carril-bici tricantino ya me saluda cuando me ve. Hemos compartido unos cuantos entrenamientos ciclistas, empezando por el primero y terminando con el último (por ahora).
Hace unos 2 años y medio, cuando aún vivía en Tres Cantos, decidí que, ya que estaba medio corriendo e intentando no ahogarme en la piscina un par de veces por semana, no estaría mal empezar a coger la bici para probar eso del triatlón. Me compré una bici de Nª mano de tropecientos kilos de peso y cambios en el cuadro y empecé a salir con ella. Al tercer día de bici ya estaba haciendo el duatlón de Rivas... pero eso ya es otra historia que poco tiene que ver con mi amigo el carril.
Como una era bastante paquete, por lo general no quería salir en grupo, porque siempre he llevado muy mal lo de ralentizar a la gente hasta el extremo. Sergio tampoco quería salir conmigo demasiado, porque también se aburría rodando a 20 km/h. Así que, la mayor parte de los entrenamientos ciclistas de mi primer año triatlético fueron en solitario... carril arriba, carril abajo, cuando solo existía el tramo Tres Cantos-M40, que en total, ida y vuelta, creo que tiene unos 26 km.
Desde entonces muchas han sido las ocasiones en las que hemos entrenado allí y, desde hace no demasiados meses, es aún mejor con la ampliación hasta Soto (puedes hacer más de 60 km sin salir del carril, sin cruzarte con coches, sin más peligro que el de los ciclistas despistados, que alguno hay). Eso sí, nadie ha dicho que sea fácil: yendo de sur a norte es duro, picando siempre hacia arriba, rompepiernas y, muy a menudo, bastante ventoso. Eso sí, a la vuelta se vuela.
Lo que tiene de bueno este carril respecto a otros es que no ves a muchos paseantes o corredores (aunque alguno hay y, como estoy en público, tampoco voy a comentaros lo que me dan ganas de hacer cuando me cruzo con alguno). Por suerte la mayoría de la gente es responsable y no pone en peligro su propia integridad y la de los ciclistas.
Una de las cosas particulares del carril son las especies que habitan en él. Por un lado están los ciclistas aficionados, esos que salen un par de días a la semana, por amor al deporte pero que, claro, muy entrenados no están. Esos son muy divertidos. Cuando ven que les adelanta una chica (sobretodo si voy sola), inmediatamente se pegan a la rueda. Y ahí empieza el juego... a ver si consigo descolgarle :-). A veces lo consigo y otras no, claro, que tampoco soy una gran ciclista, pero la diversión está asegurada.
Hay otra especie que son los ciclistas algo más experimentados, que generalmente además van en grupeta. Estos son más divertidos aún. Van en grupo, a su ritmillo, de paseo, ocupando casi todo el carril. Cuando oyen una vocecilla desde atrás pidiendo paso, te miran con los ojos como platos y, cuando les pasas a buen ritmo (si es acoplada, aun mejor) inmediatamente dejan su ritmillo de paseo y empiezan perseguirte hasta que te pasan uno tras otro como sputniks. Lo más divertido del asunto es que muchas veces les ves de nuevo cuando, algunos kilómetros más adelante, han retornado a su ritmillo paseante de nuevo (y, claro, si puedo volver a pasarles otra vez, mejor aún ;-)).
La verdad es que es divertidísimo ver cómo se pican... bueno, yo también me pico, pero ahí está la gracia, ¿no?. Bueno, el caso es que, entre unas cosas y otras, siempre voy con el gancho en la bici... estoy por hacer una pancarta reivindicando una excursión sobre ruedas de vez en cuando, porque vaya temporada que llevo. El miércoles, carril-bici tricantino, Sergio tirando, yo aguantando como podía, 29 km/h de media en 46 km.
Y si le sumamos los entrenos natatorios suaves y variaditos (aún con el frío de las piscinas de verano), las series de carrera de 500 del martes y el rodaje a buen ritmo de 57' de ayer (tocaban 40' suaves, pero para un día que tengo buenas sensaciones corriendo, no lo íbamos a malgastar, ¿no? ;-)), no está yendo mal esta semana.... A ver cómo va el broche del finde semana...
Hace unos 2 años y medio, cuando aún vivía en Tres Cantos, decidí que, ya que estaba medio corriendo e intentando no ahogarme en la piscina un par de veces por semana, no estaría mal empezar a coger la bici para probar eso del triatlón. Me compré una bici de Nª mano de tropecientos kilos de peso y cambios en el cuadro y empecé a salir con ella. Al tercer día de bici ya estaba haciendo el duatlón de Rivas... pero eso ya es otra historia que poco tiene que ver con mi amigo el carril.
Como una era bastante paquete, por lo general no quería salir en grupo, porque siempre he llevado muy mal lo de ralentizar a la gente hasta el extremo. Sergio tampoco quería salir conmigo demasiado, porque también se aburría rodando a 20 km/h. Así que, la mayor parte de los entrenamientos ciclistas de mi primer año triatlético fueron en solitario... carril arriba, carril abajo, cuando solo existía el tramo Tres Cantos-M40, que en total, ida y vuelta, creo que tiene unos 26 km.
Desde entonces muchas han sido las ocasiones en las que hemos entrenado allí y, desde hace no demasiados meses, es aún mejor con la ampliación hasta Soto (puedes hacer más de 60 km sin salir del carril, sin cruzarte con coches, sin más peligro que el de los ciclistas despistados, que alguno hay). Eso sí, nadie ha dicho que sea fácil: yendo de sur a norte es duro, picando siempre hacia arriba, rompepiernas y, muy a menudo, bastante ventoso. Eso sí, a la vuelta se vuela.
Lo que tiene de bueno este carril respecto a otros es que no ves a muchos paseantes o corredores (aunque alguno hay y, como estoy en público, tampoco voy a comentaros lo que me dan ganas de hacer cuando me cruzo con alguno). Por suerte la mayoría de la gente es responsable y no pone en peligro su propia integridad y la de los ciclistas.
Una de las cosas particulares del carril son las especies que habitan en él. Por un lado están los ciclistas aficionados, esos que salen un par de días a la semana, por amor al deporte pero que, claro, muy entrenados no están. Esos son muy divertidos. Cuando ven que les adelanta una chica (sobretodo si voy sola), inmediatamente se pegan a la rueda. Y ahí empieza el juego... a ver si consigo descolgarle :-). A veces lo consigo y otras no, claro, que tampoco soy una gran ciclista, pero la diversión está asegurada.
Hay otra especie que son los ciclistas algo más experimentados, que generalmente además van en grupeta. Estos son más divertidos aún. Van en grupo, a su ritmillo, de paseo, ocupando casi todo el carril. Cuando oyen una vocecilla desde atrás pidiendo paso, te miran con los ojos como platos y, cuando les pasas a buen ritmo (si es acoplada, aun mejor) inmediatamente dejan su ritmillo de paseo y empiezan perseguirte hasta que te pasan uno tras otro como sputniks. Lo más divertido del asunto es que muchas veces les ves de nuevo cuando, algunos kilómetros más adelante, han retornado a su ritmillo paseante de nuevo (y, claro, si puedo volver a pasarles otra vez, mejor aún ;-)).
La verdad es que es divertidísimo ver cómo se pican... bueno, yo también me pico, pero ahí está la gracia, ¿no?. Bueno, el caso es que, entre unas cosas y otras, siempre voy con el gancho en la bici... estoy por hacer una pancarta reivindicando una excursión sobre ruedas de vez en cuando, porque vaya temporada que llevo. El miércoles, carril-bici tricantino, Sergio tirando, yo aguantando como podía, 29 km/h de media en 46 km.
Y si le sumamos los entrenos natatorios suaves y variaditos (aún con el frío de las piscinas de verano), las series de carrera de 500 del martes y el rodaje a buen ritmo de 57' de ayer (tocaban 40' suaves, pero para un día que tengo buenas sensaciones corriendo, no lo íbamos a malgastar, ¿no? ;-)), no está yendo mal esta semana.... A ver cómo va el broche del finde semana...
4 comentarios:
Como carril-pique lo denominan por ahí. La verdad es que es un lujo. Curvas ciegas aparte es una pasada los 62kms que se pueden hacer sin coches saliendo desde mi casa. 62kms que se pueden hacer duros a poco que uno le dé al plato grande.
Cuando la parte de 3C a Colmenar no estaba hecha la subida era mucho más cómoda, a la par que peligrosa, pero con el carril se han inventado repechos de la nada y como vayas un poco justito o frío llegas a la marca del km12(la del km0 está a la altura de 3C)con el pulso desbocado.
Y por último... ¿qué me dices del famoso ciclista del carril que va en pelotas? yo le he visto una vez...
qué pasada casi 60 km de carril bici??? cerca de mi casa con esas características solo tengo 6 km y poco más entre ída y vuelta...a qué ahora Sergio ya no se aburre contigo y quiere salir más a menudo??? métele más caña hombre!!
Si es que no existe el sitio perfecto... aqui tenemos playa ;-) pero lo que es carriles bici... de esos de 2km con cortes en cada esquina para pasear con la btt y los niños aun... pero de ahí no pasa.... disfrutadlo vosotros que podéis!!!!
Pues sí, la verdad es que ese carril es un lujo :-). El nuevo cinturón ciclista no es tan idílico, sino que se parece más a lo que decís vosotros: señoras paseando, carritos, perros, tramos de tierra, cruces con carreteras,... y, claro, eso sirve para pasear un poco en BTT y poco más :-(. Pero el carril bici de Colmenar es una gozada... y además te lleva casi hasta el inicio de los dos puertos más emblemáticos de la Comunidad: Morcuera y Canencia :-).
Y, además, como dice Sergio, de vez en cuando te encuentras espectáculo incluido!! ;-)). Por cierto, hace mucho que no veo al ciclista-nudista...
Robert y Carles, estáis invitados cuando queráis :-) (eso sí, dejadnos que acabemos la mudanza, que la casa nueva es más grande para que quepan 1 ó 2 bicis más ;-).
Besicos a todos!
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