miércoles, 11 de abril de 2007

Natación


La natación es posible que sea el deporte más complejo de las disciplinas que componen el triatlón.

Su primera complejidad es la técnica que implica. Aquí, por fuerza bruta, no suele llegarse muy lejos. Tampoco entrenar y entrenar, metros y metros, suele llevar a buen puerto si no hay un trabajo técnico detrás y lo único que se conseguirá es incidir en los propios errores. El agua, tan desagradecida… pocos días sin tocarla y lo paga arrastrándote hacia el fondo e impidiéndote avanzar hasta que vuelve a sentirse mimada de nuevo. Tal vez sea la disciplina en la que más necesaria sea la continuidad, el no saltarte una sesión; mejor 4 días de media hora que un día 2 horas.

La segunda complejidad es su fuerte dependencia de las sensaciones. Todo son sensaciones… o las tienes buenas o no hay nada que hacer. Sentir el agua en la yema de los dedos del brazo extendido en el avance, sentir el rolido alrededor de un eje central de nuestro cuerpo, sentir el agarre del agua en el interior del dedo meñique, sentir cómo deslizas, sentir la aceleración en el tirón,… Sentir.

Otro punto fundamental es el entrenamiento. Entrenar la natación sólo en una piscina pública es como entrenar la bici en un velódromo sorteando niños en triciclo, coches de caballos que ocupan 2 calles y personas caminando en zigzag. No digo que no se pueda, pero aquí es donde más se nota el entorno a la hora de entrenar. Tener calle reservada para compartir entrenamiento con compañeros con los que compartes planificación y ritmos similares (o, mejor dicho, acotados dentro de un margen amplio pero no excesivo), no tiene precio y las mejoras son continuas y notables, tanto por la libertad para realizar el entrenamiento, como por esos entrenamientos de series forzando ritmos a pies de otros nadadores.

El punto del que todo el mundo habla es el historial acuático: o nadas desde pequeño, o la limitación es bien clara. Si has nadado de pequeño y has tenido un parón de años, en cuanto toques el agua 2 días estás al nivel que alcanzará un novato en años de preparación. Pero eso no debe pararnos, no… los límites están ahí, pero luchando se pueden lograr resultados más que dignos (siempre que no pretendas ir a las Olimpiadas, claro).

Por último, en triatlón nos encontramos con la dificultad de las aguas abiertas. La orientación, aguantar los golpes, los cambios de ritmo tratando de sobrevivir a los primeros 150m a tope, la picardía para elegir unos buenos pies que seguir, el saber manejar las olas,… todos estos factores entran en juego en nuestro deporte, lo que hace la natación más atractiva si cabe.

Cómo me gusta nadar... pero hay que ver lo complicado que es...


10 comentarios:

robert mayoral dijo...

tienes razón complejo porque no se desarrolla en el tipo de agua que entrenas, normalmente se nada en piscina para entrenar, con corcheras y "parando" cada 25-50 metros, en triatlón, peleas los primeros metros, más cambios de ritmo, esquivas de golpes, oleaje en caso del mar, y la primera referencia (boya) a muchos más metros que 25-50, pero eso es lo que lo hace emocionante, no crees?
de todas maneras tu nadas muy bien, por o que veo, estás hecha una mákina!
cuidat crack

Gorka dijo...

Que razón tienes.

Es tal como lo comentas.

Besiko!!! Kaña!!!

Jaime Menendez de Luarca dijo...

Fantastico resumen

xavidal dijo...

Pues si, así es, que animaladas de horas en la piscina para un poco de alegrias, aunque a mí, la verdad es que me encanta, no se porque, ya que se me da muy mal, pero tiene su rollo el tema de desplazarse-deslizarse por el agua que lo hace muy atractivo.
Y cada vez mas ex-nadadores en el triatlon.
Besets

Ishtar dijo...

Claro que es mucho más emocionante lo de las aguas abiertas, Robert!. Aún me queda casi todo por aprender sobre cómo manejarme en las competiciones dentro del agua, pero aprenderá, aprenderé :-).

Gorkita y Jaime, después viene la bici y la carrera a pie, así que sigan atentos a sus pantallas!! (y cualquier comentario/rectificación/colleja virtual será bienvenido :-).

Xavi, los ex-nadadores se podrían dedicar a otra cosa, que si no cada vez saldremos más atrás en los triatlones!! ;-))

Besicos!

Ruth Gómez Álvarez dijo...

Pues sí... que complicado es.
Por mucho que sepas exactamente qué hay que hacer, yo debo tener roto el cable que conexiona la neurona con mi cuerpo.

Kevin "lotioplanxa" dijo...

Cuanta verdad Ishtar, y que difícil que es nadar, pero cuanta satisfaccion te da una pequeña mejora.

Sobre las aguas abiertas, también hay mucho que entrenar, a muchos de los que empiezan les entra panico cuando nadan entre tanta gente

estoy esperando ya el post del ciclismo y la carrera a pie

Ishtar dijo...

Sí, duele la natación...

Ayer hicimos 3x3x100/1'/2' entre 1'17" y 1'22" (a pies, claro) y casi me da algo.

De hecho, en un 100 "a muerte" que teníamos después de las series me dió un ataque de asma a los 75m y lo pasé realmente mal :-( (nunca me había dado en el agua... corriendo y en la bici sí).

Pero bueno, los que se quedan en el borde o ni se meten en el agua seguro que no sufren, pero ellos se pierden esas pequeñas satisfacciones que tienes cuando te lo curras ;-).

Besicos!!

P.D.: a ver si saco un ratico hoy para actualizar el blog con el siguiente capítulo...

Jaime Menendez de Luarca dijo...

Conexiona???

No sera conecta???

irotante dijo...

De acuerdo en todo y demás opiniones, pero la odio y soy mal nadador hay algo que me invita a volver, haze unos vente años lo savia que seria mi punto débil pero estoy demasiado enamorado como para dejarlo... "ya saldré del agua tarde o trenprano" como vos envidio cuando decís que tenéis esa sensaciones las mías son de no volver, ja.ja...
Saludos Tante