lunes, 13 de junio de 2016

Medio Ironman Oceanlava Aranjuez

Antes de que se me haga muy tarde sin ser capaz de encontrar un hueco en este bucle de actividad constante en el que estamos metidos, vamos a por un resumillo rápido de lo que fue el Oceanlava Aranjuez en distancia medio ironman.
 
Como ya viene siendo costumbre, os muestro el panorama:
 
 
  
Esto es, en las últimas 20 semanas no llegamos ni a las 9 horas de entrenamiento. Esto no es un lamento, ni mucho menos, sino una presentación del contexto para que se entiendan algunas cosas y también un llamamiento a todos los que dicen que para hacer media y larga distancia hay que dedicar un mínimo de 16-20h a la semana. Vale, pues ni tanto ni tan calvo, pero está claro que con constancia y paciencia, se pueden hacer muchas cosas por difíciles que parezcan.
 
También añadiría que el entrenamiento no es solo volumen. Este año, para tratar de sacar partido al hecho que ya sabíamos de que iba a poder sacar muy pocas horas, estamos haciendo un bloque de intensidad con la filosofía de la periodización inversa. Esto es, poco volumen, sí, pero todos los días son fiesta. Vaya, que me he hartado de hacer series de 200-300-400 en la pista, 100s en la piscina y series de 2-4’ a VO2 en la bici. Obviamente lo mejor para sacar partido a esto hubiera sido hacer un sprint o un olímpico, pero bueno, me apetecía poder probarme en un medio y considerando factores logísticos y demás, pues allí estaba.
 
Se da la salida en el Tajo en un aberrante Rolling Start en el que nos colocan a las chicas las últimas, por lo que teniendo en cuenta que de salir todos juntos hubiera salido entre los 10 primeros, pues os podéis imaginar. Eso no fue natación, fue una gymkana. Patadas de bracistas en la cara que me saltan las gafas, empujones, abrirme al lateral del río y comerme todas las ramas… pues así 1900 metros. En fin. Salgo 2ª del agua y, tras una penosa T1 en la que con la bici a cuestas me tengo que quitar zapas y calcetines para quitarme una piedra del pie, ya estoy en la bici.
 
 
 
Tras el tramo de enganche en el que voy cogiendo ritmo, llegamos a la R4 y pronto me coloco 1ª. Una vez giramos en la punta extrema del circuito (tras subir más de lo que parecía en el perfil), veo que llevo muy cerca a otra chica y a Ruth, así que, aunque imagino que tarde o temprano me iban a pillar, lucho porque sea “más tarde que temprano”. Voy rodando bien, a buenos watios, bien acoplada y con buenas sensaciones. Adelanto a bastantes chicos y es también me hace sentir bien, que normalmente es al revés.
 
Llego al siguiente giro (km 60 aprox) y veo a la otra chica que no conocía (Enara) bastante cerca, pero sigo 1ª, así que sigo en la misma línea. Ya en el km 70 me empiezan a pesar los kilómetros (con 130kms de media a la semana y creo que habré pasado de 3h en dos salidas…. en fin, bastante aguanté), me duele el cuello y la espalda de ir acoplada tanto rato y un poco tensa con el viento, así que bajo un pelín el ritmo… y en el km75-80 ya me pilla Enara, pedaleando fuerte y acoplada en su cabra. Y sin perder a Enara vista, llegamos ya a la T2 con el Joule marcando 165w medios, lo que es mi mejor número en un Half.
 
Zapas, visera y a correr. Y parece que las piernas responden!. No tengo ni idea del ritmo (para entrenar no me quito el Garmin ni para dar un paseo, pero compitiendo me gusta correr por sensaciones), pero voy cómoda y ágil.
 

 
 
Lo que para mí fue toda una sorpresa viendo cómo dolían ya las piernas al final de la bici. Sigo a buen ritmito y hacia el km 4 ya cojo a Enara y vuelvo a estar en cabeza de carrera. Sigo corriendo, hace calor y llevamos un rato sin avituallamiento. Creo que han tenido un problema con el camión, así que me paso unos 6-7kms sin agua… así que cuando llega el siguiente avituallamiento, me bebo hasta el agua de los floreros. Sé que no debo hacer eso, pero no pude evitarlo… y ya imagináis, pecera estomacal al canto.
 
Voy aguantando el ritmo pero, hacia el km 14, llega el que en ese momento creo que después de ese avituallamiento ya no estará el otro hasta casi el final, así que me fuerzo a tomar un gel aunque el estómago no estaba en condiciones, así que me sienta como un tiro. Y de ahí hasta meta penando, sin parar, pero pasándolas canutas. No sabía si me pilarían por detrás o no, así que mi lucha era por no pararme.
 
 
 
Y así llegué a meta, levantando la cinta, en primera posición, sin saber ni cómo, en unos segundos por debajo de las 5h.
 
 
Al final, con todo y con eso, marqué el primer parcial de carrera a pie, lo que os puede dar una idea de que fue un día duro para todas y un terreno complicado para correr por el firme muy irregular.
 
Enhorabuena a Ruth y a Enara… un placer compartir este momento con vosotras!.
 
Tras la meta llegaron varios minutos de naúseas, mareos y estómago revuelto, y aún hoy, 5 días después, me encuentro muy vacía, lo que imagino que fue consecuencia de no haber podido comer apenas después de la competición hasta la cena y de llegar justísima de entrenamiento… que al final, correrlo, lo corres, pero la diferencia se nota en la recuperación. El miércoles después de Gales estaba como una rosa y hoy apenas puedo arrastrarme en los entrenamientos. Pero bueno, me doy con un cantazo en los dientes y ahora poquito a poco a recuperar y a comenzar el siguiente bloque de entrenamiento, este ya más enfocado al IM.
 
Casi 4 meses por delante para llegar a Kona lo suficientemente fuerte como para disfrutar a tope de la gran fiesta y guardar un recuerdo bonito, que es mi objetivo :-).
 
P.D.: Gracias como siempre a Carlos Asensi por las fotazas!

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