Nueva competi y nueva
crónica, esta vez del Short del Villa de Madrid Santander Triathlon
Series en la Casa de Campo. Es un “olímpico” sin drafting. En realidad
950m-40km-10km, ya que se aprovechan los circuitos
del “Half” de ese mismo día. Los motivos para correrlo, como todo este
año, han sido fundamentalmente logísticos (puedo ir y competir como si
fuera cualquier entrenamiento, contando esa mañana con los abuelos, pero
comiendo ya todos juntos en casa) y además
tenía buenos recuerdos, ya que hace 2 años, cuando Iria tenía 9 meses,
también corrí y lo gané, lo que para mí fue una sorpresa y una alegría.
Pero hasta la noche
antes tuve mis dudas. El Oceanlava de Aranjuez me dejó muy tocada,
imagino que por ir muy justa de entrenamiento y porque, al acabar muy
mal del estómago, apenas pude comer después, y eso
ralentiza mucho la recuperación, así que durante la semana siguiente
estuve como alma en pena, sin fuerzas ni energías. Además, cada vez que
salía a correr acababa volviendo andando a casa, con las piernas como de
hormigón. Tras el masaje del jueves ya me
encontraba algo mejor, pero las dudas estaban ahí.
Además la organización
publicó los listados de salidas en tandas cada 2’ con una configuración a
la que no encontraba ni pies ni cabeza, con las chicas dispersas por
los distintos grupos, así que no veía el factor
competitivo nada claro, pero como ya tenía toda la logística preparada,
pues decidí ir y que me sirviera al menos como un entrenamiento de
transiciones de calidad. Así que esa era la mentalidad.
Ya en la Casa de Campo y
tras pensármelo mucho, me meto al agua a calentar y, desde que salgo
hasta que dan la salida, me quedo pajarito. ¡Qué frío!. Ya nos toca a la
primera tanta… suerte que me ha tocado en
esa y no tengo que sufrir otra gymkana natatoria. Dan la salida y, como
siempre, la gente sale a tope!!. Yo soy un desastre para eso, así que
luego me toca ir remontando, pero me encuentro bien y voy avanzando por
el lateral hasta que encuentro mi sitio, en
lo que era el primer grupo después de un José Alix que iba escapado.
Salgo del agua bien
situada (luego ya vi que hice el tiempo más rápido de todas las chicas) y
a la bici!. El circuito son 2 vueltas de 20km con un tramo por la Casa
de Campo que incluye la subida a Garabitas
y uno exterior por la carretera de Castilla. Lo que en la natación era
una ventaja, el salir en el primer grupo, en la bici se convierte en
desventaja, ya que voy prácticamente sola, sin referencias y chupándome
viento de pleno, así que decido que voy a picarme
con el Joule para intentar que el IF no baje de 0.9, que creo que sería
un gran registro para esta distancia. Así que en eso me centro.
Por la carretera de
Castilla se rueda bien, aunque con algún sustillo con el viento, pero lo
de la Casa de Campo es lamentable. El asfalto está que da pena, hay
tierra en las curvas y domingueros montando en
bici en mitad del circuito sin ninguna consideración. Por suerte los
cruces estaban bien controlados por la organización, pero aún así
controlar al 100% la Casa de Campo es imposible. No sé ni el tiempo que
estaré perdiendo con mi canguelismo clavando frenos
por ahí, pero no me juego el tener una caída, que eso complicaría el
camino al verdadero objetivo, así que más vale extremar la precaución,
con lo cual yo sigo ahí centrada en mi 0,9IF y el resto no me importa.
En el bidón, 226ERS ISOTONIC de limón. Con eso y un gel en la carrera a pie, para poco más de 2 horas es suficiente
Por otro lado, aunque
ya os digo que yo no lo viví por el punto de la carrera en el que
estaba, pero por detrás parece que hubo un drafting descarado, que si ya
lo hay cuando hay jueces, si encima saben que no
los hay, pues apaga y vámonos. Con lo tramposa que es la raza humana,
no tiene sentido hacer una competición sin drafting y no tener a nadie
que lo controle. Quizá este fue el único punto en el que se echó en
falta la presencia de oficiales.
Llego a T2 con el
objetivo de watios logrado (y 180w medios) y me bajo a correr con miedo a
la respuesta de mis piernas después de esas 2 semanas de penurias que
llevaba, pero de momento me encuentro bien… y
así sigo, a buen ritmo, con buenas piernas y con energía.
Pero en un giro veo que
Anna Jördens me viene pisando los talones, habiendo salido 2’ más tarde
que yo, y considerando que es una gacela empiezo a pensar que me pilla
seguro, pero me propongo luchar todo lo que
pueda, porque además más atrás no sé quién pudiera venir (es imposible
controlar la carrera con esto de las tandas, así que hay que limitarse a
ir a todo lo que se pueda hasta el último metro), ya que hay chicas
“peligrosas”… mi compi ecosportiana Conchi,
Enara, Yolanda,… miedito me dan!. Así que a apretar los dientes y a
sufrir!.
Foto: Raúl Yenes
Y con buenas
sensaciones de principio a fin, ya cruzo la meta en primera posición y,
poco más tarde se confirma que con el mejor registro (con el 2º parcial
de carrera a pie, tras el de Anna), así que 2 años
después vuelvo a ganar y a compartir ese pódium con mi pequeña, que lo
hace muy muy especial!. Aprovecho para felicitar a Anna y a Conchi por
sus carrerones, que son duras duras!
Y con esto cerramos el
ciclo de entrenamiento enfocado más en la intensidad que en el volumen,
como parte de la periodización inversa, y, tras una semana un poco
regenerativa, empezamos ya con el entrenamiento
específico de Ironman, que nos quedan 16 semanitas y se huelen ya los
hibiscos :-)