Por lo demás, pues aprovechando todo lo que se puede tanto para hacer las cosas que normalmente no da tiempo a hacer, como para ir de comilona a comilona y tiro porque me toca, como para intentar entrenar lo que se pueda teniendo en cuenta el tiempo tan agradable que está haciendo en Madrid (vamos, que el día que pueda salir en bici a la calle igual necesito ruedines para no caerme).
Y, entre otras cosas, ayer cayó el crono-acuatlón que organizaban los chicos del A6. La cosa consistía en 400m en piscina de 25m por tandas y, después, con tiempo para secarse y cambiarse, un 3000 ratonero en el parking del gimnasio. El resultado: 4ª tras remontar hasta el 3º puesto (y perder el 2º por el sputnik-Ruth ;-)) siendo sobrepasada a unos 300m de meta por Teresa Arribas en modo keniata ;-). Las sensaciones: horribles. La conclusión: participar en competiciones invernales cuando una está gorda, lenta y encima anémica perdida es muy desagradable.
Pero vayamos por partes:
El 400: salgo en la 2ª tanda, rodeada de delfines, así que a lo que aspiro es a que no me doblen las primeras. Y lo consigo por los pelitos, marcando un 5:50 que no está demasiado mal pero que me costó demasiado para lo que fue, ya que a partir del primer 100 noté que me quedaba sin fuerzas y me costaba mucho avanzar. Lo achaqué a que salí demasiado fuerte (1:20 el primer 100) y a que el día anterior me había metido una sesión de pesas maja de tren superior seguida de un entrenamiento de piscina exigente (3700m con 3x(200f+50s+250f+50s+300f) - aletas/aletas+palas/crol)).
Pero no. La excusa no me vale porque Sergio, en las mismas circunstancias va y se casca 5:35... salvando el detalle de que él iría menos cascado que yo porque el entrenamiento de pisci del sábado lo hizo siguiendo mis pies... al igual que toooooodos los entrenamientos de natación que hacemos juntos grrrrrr. Me parece a mi que a alguien se le va a acabar el chollo... ;-).
El 3000: vale que era un circuito ratonero con una cuesta puñetera. Vale que estamos en invierno. Vale que lo más que he corrido ha sido a trote y sin gota de calidad (porque no toca). Vale que me pesa el panderete. Vale que había hecho un par de sesiones de carrera largas y algo durillas esa semana. Vale. Pero ¿alguien me explica cómo puedo correr un 3000 practicamente al mismo ritmo que corro el 10000 de un triatlón en septiembre?, (a 4:20/km, vamos) ¿tanta diferencia puede haber entre estar o no en forma?.
Conclusión: soy una paquete. Por suerte al final me libro un poco porque curro, soy constante y disciplinada, hago lo que debo y entreno como debo, y al final las cosas salen algo mejor, pero mi pobre cuerpo tiene menos calidad que un boniato. O eso o no tengo ni media fibra rápida en el cuerpo. Pero es lo que hay y con esas cartas tengo que jugar, así que tampoco me quejo, que al menos puedo jugar la partida.
Y, después de las conclusiones (y de la penitencia, que la sesión de 1h25' de rodillo con "fartlek mejicano"de por la tarde fue divertida), toca plantearse qué hacer para mejorar.
Para la carrera a pie... pues básicamente correr, que eso lo dará la propia evolución de la temporada con mi propósito de no racanear en las sesiones de carrera a pie aunque sean las que más me cuestan. De aprender a correr bien no sé si darme por vencida, porque la técnica de carrera me sale estupendamente, pero luego corro más feo que un elefante cojo. Intentaré no deprimirme mucho con las inminentes Sansil Alcobendense y 15km tricantinos, porque auguro un resultado digamos "bajillo".
Para la natación: premio para el que me diga qué hago tan mal, porque yo no lo encuentro.
Yo veo un par de fallitos (quizá voy algo plana y la mano derecha se levanta un poco al deslizar, pero tampoco es tan grave como para que afecte tanto al avance, aunque estoy intentando corregirlo), pero está claro que la clave está en los ángulos subacuáticos, así que tengo que hacerme un vídeo pero ya).