Así, una semana que pretendía que fuera de carga, se me ha complicado más de la cuenta, primero porque tenía curso por las tardes después del curro además de reuniones varias, y segundo porque la alergia me ha tenido KO toda la semana. Lo primero tiene un pase, porque al final te las ingenias para sacar ratitos de debajo de las piedras para poder entrenar, pero lo segundo ha sido más complicado. No recordaba una semana tan mala de alergia desde el año pasado en Ruidera. La semana ya la empecé flojilla, pero a partir del miércoles ya fue horrible (que además, tremenda paliza piscinera la del miércoles, con un porrón de series rápidas de hasta 200m), con mucho asma que me obligaba a tirar de Ventolín cada 4 horas y que no me permitía dormir sin despertarme a cada rato con los pitiditos, y con sensación de fiebre constante y una flojera que me obligó a abandonar varios entrenamientos.
Sin ir más lejos, el jueves a mediodía me tuve que salir del agua a los 30’, momento en el que descarté por completo cualquier intento de trote por la tarde. El viernes también abandoné la idea de hacer rodillo y/o gim antes de la piscina y lo cambié por ayudar a Sergio con las medidas de su cabra y completar con un buen rato de sofá más tirada que tirada. Por suerte, en la piscina pude salvar el 4x750 (impares a ritmo de competición y pares técnicos) con la ayuda de Jaime S., al que pude seguir a pesar de temer que empezara a salir vapor del agua, y no sé si decir “a pesar de Sergio”, que en la 3ª serie casi nos revienta al tirarnos solo los 250m primeros a ritmo infernal.
El sábado ya fue peor. Hasta Colmenar llegué con la bici y media vuelta, que no podía respirar y hasta me mareaba. Completamos con 1 horita de rodillo en el salón, que es más seguro que el carril, con alguna serie de (2’ atrancada + 1’ fuerte + 2’ suave) para castigar las piernas. Amago de trote con unos cuantos interruptus por la tarde y hasta aquí hemos llegado. Cena a base de la típica pizza pre-competi (que Sergio corrió el Villa de Madrid el domingo y tenía que coger fuerzas... y yo, a una pizza siempre me apunto jeje) y mañana será otro día.
Vamos, que algo hemos salvado este fin de semana, pero sigue siendo un desastre. Yo no sé si casi preferiría no apuntar los entrenos ni ver esas gráficas que no tienen para nada la pinta que me gustaría que tuvieran, que tengo un caos de cargas y descargas, voluntarias e involuntarias, que pa qué… Pero ahora, lo que más me preocupa, es que el domingo que viene los niveles de polen hayan bajado, porque si no no voy a poder ni con el primer Teleférico…