Revisión de calendario

Pues aunque mirando al cielo no lo parezca, ya termina mayo. Hemos podido con un mes que, viéndolo en el planning sobre el papel, hacía que dolieran las piernas ya de por sí. Festrival, Portocolom, Lisboa, Cullera y Madrid, todo seguidito, 2 olímpicos y medio y 1 sprint además de la deliciosa paliza festrivalera. No puedo negar que nos pesa, que estamos cansados, quizá más por tanto viaje que por las competiciones en sí.

Y, para colmo, estoy medio agobiada porque no hemos podido completar ninguna semana de entrenamiento al uso, ya que todas han sido de competición y, salvo la de Cullera que me di un poco más de cañita, todas han sido de descarga. Pero tengo que olvidarme de eso porque, como me dice Sergio, lo que nos pone finos son las competiciones, y de esas hemos tenido unas cuantas :-).

Con esta primera etapa completada, toca revisar el calendario y perfilar lo que queda de temporada. Con la venia del mister Ángel, la cosa queda así:

Algunas aclaraciones:

- El día del triatlón no es competición propiamente dicha. A lo mejor participo en el triatlón de las estrellas, pero lo haría como ”calentamiento” para el Villa de Madrid del día siguiente, que es Campeonato de Madrid y hay que llevar al Ecosport a lo más alto ;-).

- El acuatlón es opcional: depende de cómo pueda entrenar ese día, lo haría como complemento. Es que hacer la natación en una piscina de 130m tan mítica debe de tener su gracia…

- El siguiente objetivo importante es la Liga de Clubes; lo que pille por el camino se meterá con calzador en semanas de carga normal, en modo de entrenamiento de calidad.

- El fin de semana de 26 y 27 de julio es una incógnita: haré el triatlón de Autonomías si tengo la suerte de que me seleccionen por la Madrileña (que me encantaría, porque el año pasado me quedé a las puertas) o el triatlón de Pálmaces si no es así. Pálmaces me encanta y, además, se me suele dar bien (salvo el primer año que pené lo mío), pero es que la experiencia de viajar y competir con la selección es una pasada :-).

- Creo que un año más me perderé el triatlón de Tres Cantos (que ya me vale que siendo de allí no lo haya hecho nunca). Me encantaría hacerlo, pero me haría enlazar demasiadas competiciones, y necesito descansar o no aguantaré.

- La semana de agosto que nos vamos a Asturias de vacaciones, además de mucha bici colina arriba y colina abajo (alguna espero que compartida con Ruth y Jaime, para desgracia de mis patitas ;-)), creo que caerá también el descenso del Navia (que para las chicas creo que son 3000m)

- Como hay que hacer un olímpico en agosto para que Ferrol no se nos haga tan largo después de tanto sprint, en principio tendemos hacia Cuenca (que será el 20º aniversario y promete haber fiestecita ;-)), aunque estamos barajando también Aritzaleku, que siempre hablan muy bien de él y no lo conocemos. Ambos olímpicos sin drafting.

- El Cpto de España de triatlón por relevos en Pulpí tiene muy muy buena pinta, aunque la fecha no es muy buena y el viaje será una paliza, pero estas cosas por equipos me encantan!

- Aps, y no os asustéis, que no me paso a la media distancia ;-). Sanabria solo será en modo “turismo triatlético” como fin de fiesta… tengo dejarme las fuerzas en Ferrol, así que llegaré a Sanabria “con lo puesto” ;-) .

Así puesto, parece que aburrir no nos aburriremos, ¿no? ;-).

Examen de conciencia

Ahora, tres días después, parece que voy asimilando un poco todo. Pienso mucho en la carrera, en cómo lo hice, me evalúo y me examino e intento sacar lo que pueda para pulirme de cara a siguientes citas, especialmente para Ferrol, porque ahí va a ser muy complicado, dado que las que realizarán la persecución será triatletas de primer nivel, triatletas ITU, que es otro mundo. Para mí ya será un premio poder compartir la salida con ellas, y con eso me doy con un canto en los dientes, pero ya que estamos, vamos a intentar hacerlo lo mejor posible, ¿no? ;-).

El sábado no me importaban ni los tiempos, ni las clasificaciones ni nada de nada. Solo cruzar la línea de meta superaba a cualquier expectativa. Pero después de ver las clasificaciones, también tengo que estar contenta.

El año pasado que también competí en Élite, con el mismo circuito pero en sprint (vamos, la mitad), los tiempos fueron:

SWIM - 0:12:45 / T1 - 2:12 / BIKE-0:41:57 / T2 -0:53 / RUN - 0:23:13 / TOTAL - 1:20:57 (puesto 21)

Este año, olímpico (el doble) los tiempos fueron:

SWIM - 0:24:25 / T1- 2:26 / BIKE- 1:24:29 / T2- 0:45 / RUN- 0:47:09 / TOTAL - 2:39:12 (puesto 14)

A lo que voy es que he tardado más o menos el doble de tiempo en cubrir el doble de distancia de un año para otro (aunque también es verdad que el que la natación haya sido con neopreno este año y el pasado sin él, ha disminuido el tiempo de la natación). Nota: en realidad son casi 3’ menos del doble del tiempo, pero hay que tener en cuenta que las transiciones no se doblan.

Yo creo que eso es una mejora importante, y más teniendo en cuenta que el año pasado fui acompañada en la bici y este año me la he tenido que comer solita casi entera.

Pero, aún estando muy contenta con la experiencia y el resultado, hay algunas cosillas que tengo que mejorar:

-Tengo que tener más soltura en el agua. Sé que puedo nadar mejor, pero voy haciendo eses y muchas veces se me escapan pies por torpeza mía o por no estar atenta que no se deberían escapar.

- Tengo que seguir dando caña a la natación. Cuanto antes salga del agua, más posibilidades hay de encontrar a alguna amiguita para la bici que se ajuste a mi ritmo, que no sea demasiado rápida ni demasiado lenta. Otra opción es tener la bici de Ruth ;-), pero para eso me harían falta unos 400 km semanales que, obviamente, me es imposible hacer :-(.

Foto cortesía de Nacho Cembellín (¿se me nota mucho el miedito? ;-)

- Hay que llevar 2 geles. Si luego no me apetece el otro, pues ahí se queda, pero el sábado pasé flojera y el bajón se notó en las 3ª y 4ª vuelta. Nunca he comido más de 1 gel en los olímpicos (2 en Pálmaces), pero imagino que con intensidades tan altas se consume más.

- No me tengo que dejar impresionar por la rueda que sigo. Por ejemplo, no puedo dejar escapar a Eppers mientras pienso: “bueno, es normal que me quede, que es Agnes!”. Tengo que luchar más, sea la rueda que sea, que aunque no aguante la bici entera, todo lo que pueda ir a rebufillo es tiempo ganado. No digo que no luché, ojo, pero creo que con un último apretón de dientes hubiera podido aguantar al menos 1 vuelta más.

Fotaza de Nacho Cembellín

- Vale que me pudo el miedo, pero no puedo salir a lo loco, porque luego me fundo y puedo llegar a pegar un petardazo gordo (que por suerte no pegué, que fue un petardillo solo ;-)). Además, esos primeros 30’ en la bici soltando lactato a lo salvaje luego no me permitieron correr decentemente. Vale que la carrera a pie en estos casos no me importa en exceso, pero si puedo ahorrarme el mal trago de correr con dolor de piernas innecesario, mucho mejor, ¿no?

- Esas transiciones… podiosssss (tengo un poco de justificación, que el neopreno se me enganchó en el chip, pero aun así… y luego encima lo que me costó calzarme, ufff)

- Por enésima vez: tengo que perder el miedo bajando. Es una pena perder bajando lo que gano subiendo, y más si luego encima me tengo que meter un calentón de los gordos en el llano para reenganchar, porque eso me funde.

Me apunto todo esto en un cuadernillo para las siguientes…

¡¡Sobreviví!!!!

Ufff, son tantas emociones que no sé ni cómo empezar… Ya sabíais todo la idea con la que iba: ver un poco cómo me desenvolvía en élite e intentar adivinar cuántas posibilidades podría tener de sobrevivir en Ferrol en Élite, en función de la vuelta en la que me doblaran. Porque sí, iba mentalizada para que me doblaran.

Después de una mañana viendo a la gente de las salidas de las 9h (entre los que estaban Sergio y Carles y Oli, que han pasado el finde con nosotros (¡ha sido un placer!!, cuando queráis ya sabéis donde tenéis vuestra casa madrileña :-)), ir a casa a por los trastos y volver a la CdC, comienzan los nervios. Muchos, muchos nervios. Calentamiento en el agua, cámara de llamadas, todas al pantalán, y ¡¡moc!!, comienza la prueba.

Como me llevé el pulsómetro de Sergio, creo que todo viene reflejado en la gráfica de pulso, así que me basaré en eso al estilo “Bou” para explicaros cómo fue (las franjas de colores son mis zonas de pulso de carrera a pie: en U1 estoy por encima de umbral aeróbico y en U2 por encima de anaeróbico (y 173ppm máximas según la prueba conh cicloergómetro... ¡ja!!).

1) Después de los golpes de la salida, pillo unos pies, pero creo que voy despacito, así que me lanzo a por los siguientes… sin mucho éxito, pero al menos me obligó a forzarme.

2) Salida del pantalán y vuelta al agua… odio ese momento, uffff. Engancho otros pies, aunque los que debería coger se me escapan.

3) Voy tranquila (161 ppm medias), que no hay que machacarse, que la bici decide. Salgo en 17ª posición del agua, en el mogollón... bien, bien.

4) T1: me cuesta quitar el neopreno y, al subir a la bici, se me han vuelto a escapar del “ojal” los velcros de las zapas a pesar de haber hecho un invento para que no pasara. Como cualquiera se pone a subir el teleférico sin calzar, voy muuuuy despacito hasta que consigo abrocharme las zapas… las referencias se me escapan.

5) Tengo que conseguir “amiguitas” para ir en bici como sea… salgo completamente desbocada. Ruth me pasa como un obus… como para seguirla… ni lo intento, claro.

6) Sigo desbocada… suerte que viene Agnes Eppers y puedo hacer una vuelta a su rueda. Se me escapan bajando (vaya novedad), pero consigo reenganchar en el llano, pero me quedo quemadita del esfuerzo y en la siguiente subida se me escapan (ahora creo que quizá tenía que haber luchado más en este momento, pero es dificil saber si hubiera podido...).

7) Me quedo con Amelia y Clara, que prefiero no ir sola. Las fuerzas empiezan a fallar… no puedo aguantar ese ritmo salvaje que me he impuesto en las primeras vueltas motivado por el miedo a ser pillada. Tengo hambre, pero solo llevo 1 gel, así que tengo que aguantar un poco más antes de comerlo o al final me quedaré sin fuerzas.
8) Al final de la 4ª vuelta me como el gel y empiezo a encontrarme mejor.
9) Creo que voy demasiado suelta en este grupo, pero no confío lo suficiente en mí misma como para preferir ir sola… (Sergio me dice después que, tras haber prácticamente mantenido la diferencia con Ana López las primeras vueltas, aquí me empiezan a recortar bastante)

10) Sigo pensando que vamos muy despacio… me entra canguelis con que me van a pillar y decido iniciar una escapada que, gracias a la ventaja que saco subiendo, consigo mantener e ir aumentando. Pero vuelvo a estar sola.

11) Me pillan Chose y Pilar y me uno a ellas. Es un buen ritmo y lo mantengo bien, aunque ya empiezan a doler las piernas. Con ellas paso por boxes tras la 7ª vuelta… ya no me pillan, he sobrevivido, qué alegría!!!

12) Llegamos las 3 a la T2 tras unos 42-43 km (166ppm medias)… ya está hecho, solo queda aguantar el tirón.

13) Empiezo a correr y me nota cansada de piernas, pero voy cogiendo ritmillo poco a poco.

14) Oh, no! El dichoso flato!. Toca bajar el ritmo, intentar respirar bien, apretar el lado contrario fuerte fuerte… cuesta un ratillo, pero al final se pasa. Lástima que he perdido un poco el ritmo.

15) Vuelvo a intentar correr. Recupero bastante el ritmo y me encuentro bien de nuevo (y creo que corro más rápido que esos 5’/km que pone en las clasificaciones… para mi que era larguito larguito)

16) La última vuelta cuesta muchísimo. Me duelen mucho las piernas… mucho, y voy muy agarrotada. Pero es lo de menos… ya lo tengo, veo la meta al fondo.

Entro en meta… no me lo creo… ¡¡qué emoción!!. Lloro, río, levanto los brazos y abrazo a Sergio. No sé si he hecho una buena carrera o no, ni sé los tiempos, pero tampoco me importa. Estoy allí y otras no pudieron (que Ana López iba en plan contrarreloj comiéndose al personal sabiendo además que no correría a pie). Pienso en estos 3 años y medio. En cómo empecé y en lo que he conseguido. Estoy feliz.

Tengo que daros las gracias de todo corazón a todos los que estuvisteis allí apoyándome y animándome, ¡¡menuda cla!! ;-). Sois la caña... no lo hubiera logrado sin vosotros :-).

Y sí: en Ferrol voy a Élite. Las jugadoras serán otras y me lo pondrán mucho más dificil, pero he ahí la gracia del asunto, que si fuera fácil no tendría ninguna emoción. No sé cómo me irá, pero sé que lucharé por lograrlo.

P.D.: no quiero terminar sin felicitar a Ruth por el pedazo carrerón que se marcó, con una natación muy buena, una bici supersónica y una carrera a muy buen ritmo que la libró de unas cuantas perseguidoras ;-). También animar a Bou, que estaba cansadete, y a Sergio, que está de bajón con sus calambres. Y felicitar a Oli por sus buenas sensaciones y por pasarlo tan bien!. De Jaime en Lanzarote no digo nada… con quitarme el sombrero y hacer una reverencia me vale ;-).

Mami, miedito

Ya no queda nada… pasado mañana es el día D… o el día E, más bien. Llevo un par de días con el estómago del revés. Tanto que el martes no pude hacer el entreno en pista (con lo bien que pintaban esos 10 400s), aunque me quité el peso de no entrenar con algo de rodillo a las tantas cuando llegué a casa. Ayer tampoco estaba muy allá, aunque salió un buen entreno en la piscina (fartlek (10x[150 fuerte (a 1’30”/100) + 100 suave] duro, duro) después de hacer algo de rodillo. No sé si serán los nervios, o algo me ha sentado mal o es un virus o qué se yo… sí, puede que sean los nervios.

Sergio me dice que no me preocupe, que haga mi carrera, que no mire hacia atrás. Pero yo sé que eso no será posible. Sólo he tenido una experiencia similar en la CdC el año pasado, pero con eso me vale para saber que correr en Élite es completamente diferente a hacerlo en Grupos de Edad. Pero esa diferencia, lejos de ser algo negativo, es lo que me atrae: una manera diferente de competir, eso siempre es bueno.

Mis compañeros, que son un encanto, me dicen que llegaré seguro. No sé si es que me tienen mucha estima (lo que agradezco) o simplemente es que no han hecho números. Nosotros sí (click aquí) y sabemos que fácil no va a ser. Las posibilidades de ser doblada son muy muy altas, pero tampoco me importa. No es nada grave, si me doblan, me han doblado y ya está, no pasa nada. Si no me doblan y llego a meta, tendré mi plaza en Élite para Ferrol e iremos a Vigo solo por el gusto de competir, que nos encantan los clasificatorios.

Pero lo cierto es que estoy nerviosa a pesar de todo el razonamiento anterior. Lo único que espero es poder juntarme con alguien en la bici, porque hacerlo sola puede ser muy agobiante. A ver si puedo seguir la estela de alguno de los obuses que me vayan pasando en la bici (que no serán mucho porque, no nos engañemos, aunque me encuentro cómoda nadando y me veo rápida, no estoy ni de lejos al nivel de la mayoría de las chicas élite… es lo que tiene la élite, que son “buenillas”).

Bueno, intentaremos no pensar mucho en ello… seguro que la visita de Carles y Oli para pasar el fin de semana y los grititos que iré a dar a los de las salidas de las 9h me distraen un poco. Ya os contaré el lunes.

Para coger un poquito de moral, os dejo algunas fotitos más de Cullera:

¡¡Equipazooo!!!

¡¡Eh!!, ¡parezco buena y todo!! jajaja

Rumbo a la T2

Dedicada a Jaime... nada de correr sentada ¿eh? ;-)

Clasificatorio Cullera

El previo ya lo sabéis, así que no me extenderé mucho. Solo reafirmarme en lo mucho que me gusta Cullera, el ambiente, el full-day-triathlon, las pizzas en el Bariloche, los arrocitos,… Lástima que este año el tiempo no ha dejado disfrutar además de algunos minutillos de playita.

Después de llegar el viernes, probar los neoprenos en el mar, tomar una paellita, recoger bártulos y descansar, llegó el madrugón del sábado, que el pobre Sergio salía a las 8:30 y no me lo podía perder. Ya os contará él, pero tengo que decir que le vi muy bien, saliendo muy adelante del agua, con muchísima soltura en la bici llevando a un grupo enorme y poniendo un lacito de oro con una fulminante carrera a pie. El 19ª de 30-34, casi ná (recordad que el año pasado estaba dudoso de su clasificación, así que la mejora es salvaje).

Además me llevé un alegrón al saber que ganó Juli, ex compi aguaverdiano y triatleta con una calidad desbordante. ¡¡Juli a Élite ya!!! ;-). Espero que todos escucharan mis ánimos (Iván, Raúl, Kike, Emilio diablillo “aistartio” ;-), Antonio del Canal,…), a pesar de tener la cámara de fotos en una mano, los sándwich del desayuno en la otra e ir corriendo de acá para allá intentando no perderme nada ;-).

Vuelta al apartamento corriendo, recogida de bártulos, vestidito de guerra y a por ello!. Tras dejar todo en boxes y saludar a mis compis ecosportianas, toca calentar y, cuando nos queremos dar cuenta, ya estamos en cámara de llamadas. Bocinazo y al agua!!.

Golpes, patadas, puñetazos… ya sabéis. Somos muchas y la gente tiene mucha prisa por llegar a la primera boya, aunque luego muchas se van quedando por el camino. Una vez pasada esa primera boya, la cosa se estira y cada vez voy más sola, así que no hay pies que seguir y toca orientarse. A pesar de hacer alguna “ese” marca de la casa, no me desvié en exceso y salí 7ª del agua. Transición rápida y a pedalear!

Veo a las primeras al final de la recta, así que el objetivo es cazarlas. Lástima que, aunque después del apaño que le hice a las zapas Trivent los pies entraron perfectamente, al no haber ninguna rebaba, las lengüetas se salieron totalmente del enganche, así que costó un trabajito meterlas y cerrarlas, pero suerte que con los pies dentro no se pedalea mal del todo aunque no estén cerradas las zapas y estaba por allí Marta que me sirvió su rueda en bandeja ;-).

Una vez superado, vamos dándonos relevos Marta y yo y, recién empezada la 2ª vuelta, ya estábamos en cabeza. ¡¡¡Cómo mola ir tirando con la moto delante!!!, ¡¡es genial!!!. Seguimos así las 4 vueltas, con algunas chicas pegadas que no dan ni un relevo (ay ay aaaaay). Ángel e Iván me gritan que descanse, que no tire tanto en bici, pero tengo que jugar mis cartas y, como no abra hueco en bici, no sólo me ganan a pie las de mi grupo, sino que seguramente me pillen unas cuantas de atrás. Siempre me pasa igual, así que ya procuro ponerle remedio siempre que me sea posible.

Nos bajamos de la bici y toca correr. De piernas voy fenomenal, ninguna limitación, pero mis bronquios van pitando desde que empiezo a correr (y eso que me había tomado el antihistamínico y el Ventolín…). 5 km es demasiado corto y hay que ir ese puntito más deprisa que en un 10km que hace que mi asma se queje y se queje, así que tengo un límite y, con cierto pitidito puedo ir, pero si corro más rápido me ahogo ya :-(, así que hay que intentar mantener el ritmo. Eso sí, cuando adelantaba a alguien, me miraban las pobres con una cara… ;-))

Voy 4ª y, controlando la carrera por detrás, parece que nadie me adelantará… pero me equivoqué, que me pasó una chica como un sputnik y al final llegué 5ª (Swim-0:11:31 Bike-0:39:18 Run-0:19:36; Total - 1:10:25), que está muy muy bien, y más teniendo medallita de plata en mi grupo de edad (el oro lo ganó Marta, que salió disparada en cuanto se calzó las zapas ;-)).

Y, para poner la guindita, pizzas con los amigos, carrera élite masculina muy peligrosa bajo un chaparrón que nos dejó calados y congelados toda la tarde y carrera élite femenina con muy poquitas chicas y muy desangelada :-(. Aps, y el domingo por la mañana, antes de volver, bañito con neopreno, que hay que aprovechar, que en Madrid no hay mar ;-).

Piscolabis

Mientras preparo crónica ilustrada de Cullera, os dejo algunas imágenes más del magnífico fin de semana lisboeta:

Viendo a las chicas élite

Pasarlo, lo pasamos bien :-)

Viendo a los chicos élite

¿Ande vassss??

A Cullera!!

Rápido, rápido, que nos vamos a la camita ya para salir mañana pronto rumbo a Cullera :-).

Aunque muchos lo sabéis ya, tengo que decir que para mí no es una carrera objetivo, sino que más bien me lo tomo como un buen entrenamiento de calidad y, sobretodo, como una manera de pasar un fin de semana triatlético en un ambiente chulísimo.

En realidad casi estoy más nerviosa por cómo lo hará Sergio que por mi propia carrera, porque sé que con lo que está mejorando en natación, que es el puntito que le falló en anteriores ediciones, va a hacer un carrerón... y ahí estaré para verlo y gritar todo lo que pueda, aunque haya que madrugar ;-).

Lo bueno o lo malo de que no sea un objetivo importante Cullera es que de taperinear nada de nada. Solo descansamos un poco el lunes, con 2000 metrillos de pisci suave, pero el martes, cuando aún teníamos las piernas como palos del Europeo de 2 días antes, Ángel nos obsequió con unas mini-transiciones "a muette" de 4x(5' rodillo + 1000m carrera). Mentiría si dijera que no costaron, pero bueno, podía haber sido peor.

Ayer tocó algo de rodillo (50') y directos a la piscina, que esta vez tocaba regalito de Raúl: sesión de 3700m de natación que incluyeron pirámide invertida de (300+250+200+150+100) rec/30"+ (100+150+200+250+300) rec/20". Machaque total. Eso sí, muy contenta con los tiempos, yendo a ritmo de 1'30/100 en todas las series (menos en el 100 que lo tiré a 1'26") y turnándome con Jesús para tirar. Me encuentro bien en el agua, sí sí.

Y hoy, para no romper ritmo, 70 km de bici recorriendo 3Cantos-Soto-subida hacia Miraflores-Guadalix-Cerro de San Pedro-3Cantos sufriendo mucho en el Cerro con el viento de cara. Menos mal que me acompañaba Rubén, el tricantino de Avilés ;-), que se puso delante a modo de murito y pude subir aunque mis cuádriceps casi estallan. Y, cerrando el círculo, 40' de trote por la tarde rodando a 4'50"/km con demasiado soltura... y es que la pseudodieta parece que funciona y ya estoy en 56,8 kg (de 59,5 kg que pesaba cuando empezó... es que no me he vuelto a pesar entre medias jeje, pero el que se me cayeran los pantalones venía siendo una señal ;-)), y esos kilillos de menos se notan muchíiiiisimo para correr, ufff... qué suerte tenéis los tirillas ;-).

Bueno, no me enrollo más... a dormir :-). Ya os contaremos a la vuelta.

Europeo Lisboa: el meollo

Bueno, nos habíamos quedado en que después de la cenita en buena compañía nos fuimos a dormir…

Bip, bip, bip… suena el despertador. 6:15 de la mañana. Engullo el desayuno en la habitación, me despido de Sergio y rumbo a boxes. Está nublado, sin visos de que vaya a salir el sol, hace bastante viento y mucho frío (unos 10-12 ºC calculo).

Una vez en boxes me encuentro con muchas chicas conocidas (entre ellas Mabel que llega con la hora pegada ;-)) y otras que conocí en ese momento, como Deli, una chica canaria con la que compartí podium en Úbeda (aunque ninguna nos quedamos con la cara de la otra) y compartiría parte de la carrera. Dejamos todo preparado, calentamos apenas 5’ en el agua bastante fresquita y, cuando nos quisimos dar cuenta, ya sonaba la bocina de inicio de carrera.

Salíamos desde dentro del agua y hubo algunas tortas, pero no muchas… o al menos yo no recibí mucho porque empecé a desviarme a la izquierda (para variar), hasta que me di cuenta, rectifiqué y me puse a pies de una chica. “Uhmmm, no se va mal aquí… aunque vaya patada que da esta, que trago 2 litros de agua cada vez que miro hacia delante”. Sigo ahí, pegadita. Creo que puedo nadar más rápido, porque voy demasiado suave (luego vi que tenía 150ppm de media… tocándome los pinrelillos, vamos ;-)), pero veo que el siguiente grupo está demasiado lejos y si adelanto lo único que voy a conseguir es cansarme más (recordaba como salí de Portocolom, ahogada casi con el agobio), desorientarme con mucha probabilidad y sacarlas apenas 20” que, al no haber drafting, no van a ningún sitio. Así que ahí sigo, aún cuando empezamos a adelantar a los veteranos que forman pequeños muros y meten buenas tortas cuando les pasas… sabia decisión.

Salgo del agua y empieza el show. Mis Specialized Trivent vuelven a darme un disgusto. Tras el saltito, no hay quien meta el pie ahí. Lo intento mil veces, me pasa hasta el apuntador. En uno de los intentos, al ir sobre pavé, con las vibraciones se me suelta la cala con el pie sin meter. Única solución: me paro, pie a tierra, meto la zapa y vuelta a subir a la bici. Nota1: intentar hacer un apaño a tira del velcro para poder meter el pie y darles una última oportunidad en Cullera o compraré otras.

Empieza la bici. Hace viento de cara a la ida y encima pica hacia arriba. Pero voy bien, acoplada todo el rato y a buen ritmo (aunque las pulsaciones no suben mucho… rondaba las 163ppm). Empieza a chispear y, con el frío, es bastante molesto. Paso a alguna chica y a algunos veteranos y llegamos al “famoso repecho” que de repecho no tienen nada. Es una cuesta como un piano. Plato pequeño, piñón del 21 y a subir. La vuelta es mucho más favorable y más con el viento de culo.

Llega la hora de dar la vuelta y, segunda cagada del día, tiro detrás de un irlandés que se mete para boxes y yo detrás. Nos gritan, nos damos cuenta, giramos y, al subir la cuestita que tocaba y llevar una cala fuera, casi me escalabro y tengo que desenganchar los dos pies y subir a pasitos con la bici entre las piernas. Nota 2: no hacer caso del que vaya delante y tirar hacia donde yo creo que es (porque aquí sí que había un cartel indicando”Transition area”).

Consigo encalar y empiezo a adelantar de nuevo a gente a la que ya había adelantado en la 1ª vuelta. Me tomo un gel que sabe a gloria porque encima está fresquito. Sigo muy cómoda, acoplada siempre y luchando contra el viento.

Ya casi llegamos a boxes tras 44km de bici. Saco un pie de la zapa y entramos en zona de pavé así que, al tratar de sacar el otro pie, vuelve a saltar la cala. Imaginad el espectáculo al bajarme de la bici con una zapa sí y otra no, quitándome la zapa allí de pie, salió volando, fui a por ella... parecía nueva. Boxes, zapas de correr, gorrita y a por ello.

Al principio me cuesta correr. Voy muy pesada y no cojo ritmo. Normal, es el primer triatlón, siempre pasa. Me adelanta Deli, a la que adelanté en la bici hacia el km 30 y va muy bien, así que intento no perderla mucho de vista, aunque no consigo mantener su ritmo. Pero poco a poco voy despertando y, hacia el km 3 o 4 la adelanto, cuando ella baja un poco el ritmo, y empiezo a encontrarme genial, muy suelta, muy ligera. Empiezo a pasar gente, qué gozada. Llega la hora de dar la vuelta, pero no hay ningún cartel y los voluntarios que veo están de cháchara, así que yo sigo al de delante y a una chica inglesa que creo que es de mi grupo de edad.

Pero, de repente, veo que la chica levanta los brazos.”¡¡Arrrrg!!, ¿esto es meta??, ¿qué hago?, ¿dónde está el giro??”. El pobre Carlos me avisó (a la vez que me hacía la foto de abajo), pero con el barullo no me enteré de nada. Me paro, grito, me dicen que de la vuelta y me enfado tanto que voy dando voces y gritando “¿pero tan difícil es poner un maldito cartel o avisar o algo???” en español y en inglés, para que me entendieran, indignada, cabreada. Después comprobaría que el tramo que hice de más me costó, a ritmo rápido, 40” ida + 40” vuelta (que serían más porque iba dando voces y haciendo aspavientos) + el rato que estuve parada: pongamos mínimo 1’30”, tirando por lo bajo.

Se ve que ese día me dio el “síndrome de Alvarov”, que no es un psicólogo ruso, sino que la v es de Velázquez ;-). Nota 3: empollarme mil veces el circuito y no confiar en mi capacidad de reacción cuando llevo toda la sangre en las piernas y no en la cabeza.

Ya no me apetece apretar. Tanto esfuerzo para nada. Hablo con uno de los ingleses que se equivocaron de camino conmigo (que fuimos por lo menos 6 en ese momento, aunque me comentaron que fueron muchísimos más los que se equivocaron a lo largo de la prueba… lógico si no hay un cartel con flechitas que ponga “2nd LAP – FINISH LINE” o algo similar como en todos los triatlones del mundo mundial grrrrr) y me dice que no me preocupe, que aumente el ritmo, que iba muy bien. Y, bueno, habrá que aprovechar las buenas sensaciones. Aprieto de nuevo y vuelvo a adelantar gente, pero es imposible recuperar tanto tiempo. Veo a Deli delante, que la pobre alucinó cuando desaparecí, que pensó que me había retirado o algo.. Algo le recorté, pero era imposible llegar a su altura.

Faltan unos 500m. Aprieto un poco para que acabe cuanto antes esto y “pataplofff ploff plofff”, trompazo que me di. Tropecé con uno de los adoquines que estaban salientes y al suelo que fui. Lo que faltaba ya. Me miro y estoy bien, no tengo más que arañazos, pero ya entro en bucle de agobio. Sollozo y sigo trotandito hasta meta. No levanto los brazos. No sonrío. Solo quiero ir a recoger mis cosas, abrigarme un poco y ver a Sergio, que seguro que está haciendo una gran carrera (y no me equivocaba) . Soy un desastre… qué manera más tonta de tirar por la borda las buenas sensaciones puramente deportivas que tuve.

Si habéis visto las clasificaciones veis que quedé 9ª de mi grupo de edad. Si no me hubiera metido a meta cuando no tocaba, aún con la que había liado en bici, hubiera quedado 5ª (porque es el puesto en el que quedó Deli). Pero así es esto. No importa lo que hubiera sido, sino lo que fue.

TOTAL: 2:37:58 SWIM-23:30 T1-01:49 BIKE-1:26:07 T2-01:33 RUN-45:02

Pero ahora, en frío, me quedo solo con lo que he aprendido de estas desdichas y con las buenas sensaciones y los buenos momentos que vivimos allí, que es realmente lo que importa :-).

Europeo Lisboa: el previo

Como ha sido un fin de semana intenso y no quiero marearos tampoco, me limitaré a contaros “el previo” al Europeo, que ya tiene bastante miga en sí mismo y, cuando ya tenga clasificaciones (imagino que mañana estarán) os cuento cómo fue la carrera (que podía titularse “una serie de catastróficas desdichas” o “nadar, pedalear y correr bien no es suficiente”. Pero eso lo dejamos para la siguiente entrada.

La aventura comienza el jueves, que no puedo dejar de contaros un entrenamiento que se me hizo muy duro pero que creo que me sirvió para darme chispilla para el domingo. Tras trotar a la pisci (13’), cayeron 10x100 c/1’50” a 1’26”-1’27” (menos el primero y el último que se me fueron a 1’29”). Eso sola y en la pisci tricantina con su ya sabido oleaje es como para salir tostadita (pero contenta :-)), ufff, pero creo que vino genial. Vuelta al trote a casa y a preparar trastos.

El viernes salimos prontito… tan prontito que nos encontramos en la carretera con Sergio que iba a currar como buen hombre de provecho ;-). Llegamos a Lisboa y, claro, como buen fin de semana de turismo triatlético, soltamos trastos, comemos en el albergue y a turistear!!. Calle arriba, calle abajo, sube escaleras, coge tranvía, foto aquí, foto allá,… vamos, lo normal que se hace 2 días antes de competir ;-)).

El sábado madrugón, trote en ayunas, desayuno rápido y rumbo a ver Belem, que es obligatorio.

Eso sí, a partir de ahí, comienza el turno de la parte triatlética del fin de semana y toca ver a nuestras chicas élite (qué os voy a contar que no sepáis :-( ) y comenzamos a encontrarnos con todos los age-groupers conocidos y no conocidos, que es la mejor parte de estas cosas, todo el ambientillo. Tanta gente ilusionada, nerviosa, expectante… ¡¡es genial!!. Toca el turno de ir a recoger las equitaciones que nos ha conseguido la Fetri en colaboración con Finisher y Spiuk… ¡¡¡muchas gracias!!, ¡¡son chulísimas!!!, entregarnos sin coste para nosotros más de 200 equipaciones para todos los age-groupers es digno de tener en cuenta :-).

Y después de compartir comida en un italiano con las máquinas veteranas ecosportianas ;-), a ver a nuestros chicos. También sabéis lo que pasó… el triatlón es tan complejo que ser el mejor, el más fuerte, no es suficiente. Fallos tácticos, de estrategia, te pueden costar una carrera. Pero bueno, esa es la gracia también, y tanto los franceses como Marceau se merecen ese podium porque fueron los que mejor jugaron sus cartas aunque éstas no fueran las mejores.

Y ahora ya toca ponerse nervioso. Hay que dejar las bicis en boxes y es cuando te das cuenta de que pronto llegará nuestro turno. Se ven bicis chulas, pero todo es menos espectacular que en el Mundial el año pasado, así que parece que el nivel será menor. Con el lío del las bicis no llegamos a la foto de grupo :-( (es que vaya hora para ponerla, en mitad del chek-in), pero después sí vamos a la reunión técnica. Ya os enteraréis en la siguiente entrada de por qué pongo esto, pero os aseguro que presté atención a los detalles de la carrera que nos contó Cristina Azanza, de verdad…

Tras el mini-piscolabis, cenita italiana con Montse, Carlos y Llorenç, unos míticos de los Age-Groupers internacionales con un montón de vivencias a sus espaldas ;-)... ¡un placer veros de nuevo!!, ¡¡sois geniales!!. Y a dormir, que bendito madrugón hay que pegarse mañana y estamos agotados de tanto andar de acá para allá…

(continuará)

Nos vamos para Lisboa!

Mañana a estas horas ya estaremos en Lisboa… y aún quedan algunas cosas por cerrar en el curro y, lo que es aun peor, mucho que hacer esta tarde.

La primera será arreglar el desaguisado que tengo en la bici. La verdad es que el mecánico al que la he llevado es de mi total confianza, pero se ve que se le ha ido completamente la pinza y, sin aún entender cómo no se ha dado cuenta, ha colocado mis bielas en un ángulo de uno 150º en lugar del 180º reglamentario. Tendríais que verme ayer en mi intento de salir con la bici intentando pedalear sin que esto fuera posible y, lo que es peor, sin saber por qué. A ver qué cara pone cuando se la lleve y vea el percal…

Después algo habrá que entrenar, ¿no? ;-). Un poquito de agua y, si me apetece, algo de trotecillo (pero poco, que en Lisboa trotar es de lo poquito que podremos hacer mañana). Ayer ya hicimos un poco de todo, así que por esta semana ya casi está. Y eso que sigo notando las piernas muy cansadas a pesar del masaje del martes, pero confío en que la cosa vaya mejorando según se acerque el domingo.

Y eso por no contar con preparar todos los trastos, que la idea es salir mañana muy prontito. Me hubiera gustado pasar por la pisci del club, que me encanta ir, ayer u hoy, pero con este trajín no ha sido posible :-(.

A ver qué tal se da en Lisboa, porque las sensaciones están siendo buenas. En el Festrival cogí mucha confianza con la bici, porque veo que aunque esté cansada, aguanto bien. La carrera a pie sigue sin darme muchas alegrías, pero las series de 3x3’ r/1’ + 6x2’ r/1’ del martes no estuvieron mal del todo para llevar la pesadez de piernas que llevaba. Y el agua, pues bien, ya sabéis. Ayer estuve liebreando a Sergio (y a Antonio Alix por unos metros ;-)) en sus 2x750 (que yo ya hice el martes) y la verdad es que, a pesar de ir a buen ritmo (1’35”/100) iba muy cómoda, frenándome además para que luego no se me quejara mucho ;-)… y eso que la piscina tricantina es horrible y más cuando se crea un auténtico maremoto con epicentro en las calles de los waterpolistas. Así que bien por Sergio también por aguantar ese ritmo :-).

Pero, a pesar de eso, sé que ese circuito no es muy apto para mí. Sé que me van a pasar como motos en la bici. Pero yo a lo mío y a intentar mantener unas 170ppm en la bici, a ver si soy capaz. Y a ver cómo corro después de eso. Todo incertidumbre… es lo que tiene que sea el primer triatlón de la temporada.

Bueno, ya os contaremos a la vuelta y pondremos fotitos :-). ¡¡Hasta el lunes!!!

Festrival 2008

Son tantas y tantas cosas las que podría contaros de esta magnífica semana que no sé muy bien por dónde empezar ni cómo hacerlo. Para no aburriros con parrafadas, os dejo unas pinceladitas de algunos momentos estelares festrivaleros:

- La semana de entrenamientos comenzó el mismo domingo con una sesión piscinera (que incluyó un 10x100 a 1’30” c/2’ en los que Sergio, a pesar del lloriqueo, no me soltó los piececines) y un paseo en bici de 53 km y culminó con el Triatlón de Portocolom, que enmarcaron unas 19 horas de entrenamiento que se notaron, tanto por volumen como por intensidad (todo el día con el gancho, madre mía). Creo que lo que más me pesó fueron las 6 sesiones de bici con 312 km en total que, excepto la salida larga de 75km que fue más tranquila, muy suaves como que no fueron, glups.

- Aprendimos aún más truquines, especialmente de natación en aguas abiertas, que para los peces de interior nunca viene mal.

- Volvimos a ver a nuestros compis del Festrival07 y conocimos algunos nuevos. Sin duda la gente es lo mejor de todo.

- El despliegue de la organización en las mini-competis que hacíamos fue espectacular!. Carretera cortada tanto para las minitransiciones como para la contrarreloj por equipos (que, al romper el tándem Piopo-Ishtar, ninguno pudimos ganar ;-)… el año que viene, si consigo vencer el miedo a sufrir tantísimo durante los 10km, a ver si repetimos fórmula jeje, aunque tengo que decir que estar en el equipo de Clemen y Marcel fue un lujazo y aprendí un montón :-)) además de los boxes y boyas en la natación… ¡¡alucinante!!

- Los profes han sido de 10. Vir cuidando de todos en las salidas en bici, Jaime y Uge acollejándonos con la técnica en la pisci, Cesc enseñándonos su clase natatoria, Piopo quitándonos de nuevo el miedo al saltito al subir en la bici, Alix regañándonos por ser unos torpes ciclistas ;-), Marcel marcando el “ritmo suave” en la bici , y destaco especialmente la capacidad didáctica de Clemen que seguro que sería (o será ;-)) un entrenador fantástico y la paciencia de Xavi Llobet estando siempre muy encima de nosotros para intentar pulirnos al menos un poquillo ;-). Ni que decir tiene que ha sido un orgullo compartir con ellos esta experiencia.

- De la organización poco puedo decir que no se englobe en un “todo perfecto”. Cuando se organizan las cosas con tanto cariño, lo que se respira es fantástico. Sé que no hace falta que lo diga porque ellos ya lo saben, pero tengo que agradecerles todo su esfuerzo y sus mimos: Dani, David, Jesús, Iñaki, Silvi… ¡¡gracias!!!.

- Como buenos empollones que somos ;-), no nos perdimos las ponencias, que estuvieron interesantísimas. Así aprendimos a salvar vidas de manos de Javato, a cómo no desentrenarnos gracias a Iñigo Mújica, comprendimos un poco mejor cómo va eso de los watios con la charla de Jaime (que además me dejaron probar el Power Tap y es una pasada!), algo de nutrición y suplementación con Emilio (médico de la Fede) y la gente de Powerbar, autoestiramientos con Tricas y Orosia y nos enteramos un poco de “cómo es eso de ser pro” gracias a Marcel y a Xavi.

- Unos italianos invadieron la cafetería por las noches, pero eso no nos frenó… ¿qué mejor que unas sesiones de karaoke cortesía de Carles y Oli? ;-).

- Como os dije, el fin de fiesta fue un semi-triatlón de Portocolom. En resumen, en el agua fui muy bien hasta la boya de giro, porque tenía referencias, pero al dar la vuelta me desorienté totalmente, ya que iba sola y el grupo delantero lo llevaba demasiado lejos como para que me sirvieran de referencia, así que tenía que parar a cada rato para saber dónde estaba :-(. Pero bueno, un buen entrenamiento de orientación en aguas abiertas. En la bici, el viento y el dolor de piernas por toda la semana y, en particular, por los 44km supuestamente suaves del día anterior (que nos apuntamos a esa salida en vez de a la más cortita para la gente que competía, que había que aprovechar) persiguiendo a Marcel y Álvaro V. y pegándome un calentón bueno al final dándome relevos con Inma para engancharles (bueno, relevos después de que ella me diera un palo como un castillo de grande al principio jeje). Estuve torpe y me retiré en T2 antes de pasar por la alfombrilla del chip, que estaba a la salida de boxes, así que no tengo parcial oficial, pero el parcial fue de 1h31 (incluye las dos transiciones y los 44km de bici).

Prometo poner más fotos en cuanto vaya teniendo…