sábado, 22 de junio de 2013

...y desarrollo.


Pues llega la hora de meterse en harina. Aunque ya lo he dicho en las anteriores entradas, esto solo es el resultado de mi experiencia con mis circunstancias. Cuando una ya no es una sino dos, siempre hay que contar con el conocimiento y el consentimiento de un profesional teniendo en cuenta cada situación. Como ya os he comentado, mi embarazo no está teniendo ninguna complicación, yo me encuentro estupendamente (o todo lo estupendamente que una puede encontrarse cuando parece un botijo) y la peque se está desarrollando fuerte y sana.

Pues vamos a ir disciplina a disciplina, porque cada una tiene su evolución y además va cambiando según avanza el tema.

NATACIÓN

Durante el primer trimestre, apenas cambiaba nada. Yo acompañaba a Sergio en todos sus entrenamientos (incluyendo aquel famoso 80x50 jeje) e incluso le ayudaba con las series (salvo si eran explosivas, porque es importante que las pulsaciones no suban de más, pero en general en el agua esto no suele pasar).



Apenas de 8 semanitas y ya abotijada!!

Según fue avanzando la cosa, ya no me encontraba yo tan a gusto a ritmos altos y seguía tirando en paralelo alguna serie, pero me ponía las palas, que me cuesta menos. Esto es porque según aumenta la panza, se presiona el diafragma y hace más difícil respirar, así que te fatigas antes. Además imagino que también voy perdiendo forma física, así que también hace que me canse un poco más según avanza el tema.

Ahora ya que la panza es importante entrando en el tercer trimestre, me sigo encontrando relativamente cómoda a ritmos medios, pero ya prefiero no forzar, así que como mucho me pongo a sus pies o hago mi entreno suave. Las sensaciones en el agua, al cambiar el centro de flotación, son muy diferentes, así que no hago ejercicios de técnica para no interiorizar sensaciones que no tendrán nada que ver cuando recupere mi cuerpo. Solo hago remadas (que el agarre es el agarre) y piernas, pero nada más. Simplemente nadar 2000-2500m incorporando juguetitos para no aburrirme (tuba, goma en los tobillos, palas pequeñitas, aletas,.. el pull no me hace falta, que lo llevo incorporado ;-)). Esto espero mantenerlo hasta el último día porque, además, sé que me ayuda a tener mi pequeña hernia cervical controlada, y eso ahora es fundamental.



 PanzoteSwimming powered by Triluarca ;-)

CICLISMO


Al principio sí que salía en bici, pero entre el viento que ha hecho este año, que me hacía pasar miedo muchas veces, y que en el carril bici tricantino es difícil no forzar (y en cuanto me despistaba, como las piernas iban de maravilla, me ponía a 200w sin darme cuenta), pronto decidí que mejor me quedaba en el rodillo tranquilita (aunque me consta que hay gente que ha podido salir en bici hasta los 5 meses, que si las circunstancias son otras y te sientas cómoda se puede hacer sin problema).



Así que desde entonces han caído unas cuantas sesiones entre 1h y 1h30’ con un buen ventilador y adaptando la posición según avanza el bombo. Lo malo es que apenas puedo ya echarme sobre el manillar y paso mucho tiempo incorporada, así que el pandero sufre un poquito de más, pero ahí vamos…



Esta es de ayer mismito... PanzoteCycling de >6 meses

CARRERA A PIE

Esto es lo que en principio parece más delicado y en lo que he encontrado información más heterogénea. Mi decisión fue no correr durante el primer trimestre y esperar a que aquello agarrara bien, así que lo más parecido que hice era algo de elíptica. Hacia a semana 13, una vez pasado el cribado del primer trimestre, ya me sentí cómoda y empecé a meter ratitos de trote alternando con ratos de marcha. Así, desde entonces hasta la semana 25-26, he ido alternando marcha y trote (muy suave y solo en terreno llano) en sesiones de 1h-1h30’, en las que el total de trote no superaría los 20-30’. Los llamaría CaCos, pero más que Caminar es marcha a buen ritmo (a poco más de 8'/km) y más que Correr es trotar, así que los he rebautizado como MaTros (MArcha+TROte), que le viene a pelo ;-), y tengo que decir que los he disfrutado muchísimo (sobretodo viendo la cara con la que me miraba la gente al pasar a su lado trotando tan pichi por el parque con mi bombo jeje).

Pero ya en la transición al tercer trimestre y con una graaaan panza, he dejado de estar cómoda trotando (y lo principal es escuchar al cuerpo), aún llevando una faja, y he decidido volver a la elíptica, así que alternaré la marcha con unos 20 minutillos de elíptica mientras el cuerpo aguante.

Último día de PanzoteRunning (6 meses)

OTROS

Al principio metía alguna sesión de gimnasio, pero el tema de los hierros no lo tengo muy controlado y a veces leía artículos que me hacían dudar y no tenía muy claro qué podía hacer y qué no, así que opté por un cambio de estrategia y, pensando en fortalecer el transverso (tanto para facilitar el parto como para la recuperación posterior), el suelo pélvico (que es muy muy importante en el embarazo y en el post-parto, y más si se está trotando porque los rebotes maltratan el suelo pélvico y hay que compensar por otro lado) y contrarrestar los efectos negativos que produce el embarazo en la columna (por la hiperlordosis lumbar y el peso frontal) y a nivel articular (por aumento de la laxitud), me apunté a Pilates para embarazadas. Estoy yendo 1 hora a la semana a clases particulares en las que me meten buena caña y creo que me están viniendo genial, así que lo recomiendo sin dudarlo.

Preparada para el machaque pilatiano

También he hecho algunas pateadas por el monte aprovechando que un compañero de trabajo tiene un grupillo que sale por la Pedri los miércoles. Al final salían unas 3 horas de pateo a buen ritmo en plena naturaleza que sentaban de maravilla. Aunque la última vez que fui hace unas tres semanas en La Barranca nos hizo viento, frío, lluvia y hasta nos nevó!. Toda una experiencia...

En la foto no se aprecia pero estaba nevando en la Barranca!! casi en junio!!!

Total, que al final me sale de “entreno” entre 50’ y 1h30’ diarios (casi nunca doblo sesión, que tampoco hay que pasarse ;-), y si alguna vez no me apetece hacer nada, pues no lo hago, aunque tengo que reconocer que de estoy días ha habido muy pocos), lo que salen de media unas 8-9 horas semanales (a veces más) que no es moco de pavo y seguro que van a ayudar a que esté fuerte en el parto y a que pronto esté dando guerra de nuevo (aunque sin prisa, que habrá que ir con cautela), pero lo que ya hacen es que esté llevando un embarazo estupendo, con las endorfinas a tope y disfrutando muchísimo de esta etapa tan bonita de mi vida.

Y con esto y un bizcocho… estamos ya en el tercer trimestre a menos de 3 meses del día D!!!.  Veremos qué tal se da el verano (que una vez catado, aunque solo haya sido 1 semana, ya os digo que será duro, que teniendo un horno interno, cualquier cosa por encima de 25ºC se hace muy cuesta arriba)… y sobretodo cómo es eso de animar en un Ironman con una panza de 7 meses, ¡glups!!. 

domingo, 2 de junio de 2013

Investigación

Cuando estás acostumbrada a ocupar gran parte de tu tiempo de ocio en el deporte y te quedas embarazada, casi lo primero que piensas es, ¿y ahora qué?, ¿qué puedo hacer y qué no?. Así que, ese día, como buena mente analítica, comenzó mi investigación basada en tres frentes:
 
  1) La consulta a mis ginecólogos (aún sabiendo que los médicos muchas veces no alcanzan a comprender del todo lo que significa “hago triatlón”… y menos según pasan los años y se va popularizando, porque eso puede significar un amplio abanico de niveles de dedicación)
 
  2) Las preguntas a mis amigas y compañeras igual de “vigoréxicas” que yo que han tenido a sus bebés sanos y preciosos y luego se han recuperado para seguir dando guerra en su deporte y ser un gran ejemplo para sus hijos y para todos (y esas mujeres, con permiso de los/as “pros”, son mi verdadera inspiración y contribuyen en gran modo a mi motivación)
 
  3) La información objetiva y científica que internet pone a nuestra disposición. Hablo de objetividad porque, aunque algún foro o blog te puede aportar grandes ideas, he intentado centrarme en artículos y libros (con la ayuda de Google Books, porque en España no hay mucha cosa).
 
  En la primera línea, lo que me dijeron los ginecólogos fue “tú sigue haciendo tu vida normal”. “¿Mi vida normal??.... verá, es que mi vida normal es un poco “extrema”…”, y es cuando les cuentas lo del triatlón y tal y sabes que tampoco están comprendiendo realmente lo que es y a lo que contestaron, “vale, sin matarte, con tranquilidad, pero tu vida normal”. Lo que, sinceramente, me dejó un poco fría. Cada vez que voy les sigo diciendo “y sigo haciendo deporte”, a lo que me contestan “ah!, muy bien, muy bien…”. Genial.
 
En la segunda línea de investigación… pues hay un poco de todo. Gente que en el embarazo paró completamente, otras que corrieron hasta que su cuerpo lo permitió, todas parecen coincidir en que en natación no hay problemas,… En fin, como cada embarazo es un mundo, pues es normal que cada una se adapte a sus circunstancias. Tengo que decir que el mío hasta el momento está siendo estupendo: ni naúseas (bueno, un par de semanas revueltilla estuve, pero nada que ni tan siquiera me impidiera comer y mucho menos vomitar), ni dolores, ni molestias, un poco de sueño en el primer trimestre pero sin que afectara a mi día a día (eso sí, en cuanto me sentaba en el sofá me quedaba frita),… vamos, de lujo.
 
  Y ya en la tercera, leas casi donde leas hablan de los múltiples beneficios del deporte en el embarazo, tanto para la madre (mejoras en la circulación y en la tensión arterial, menos dolores musculares, corrección postural, ayuda a controlar el aumento de peso, reduce la retención de líquidos, protección frente a la diabetes gestacional, disminuye las molestas digestivas, reduce el estreñimiento, reduce la fatiga, aumenta el bienestar, facilita las labores del parto reduciendo además el número de cesáreas, permite una mejor recuperación post-parto, etc) como para el bebé (además de que propiamente un mejor embarazo beneficia también al bebé, los bebés de madres deportistas son más "magros", demuestran mejores habilidades motoras en el primer año, se fortalece también  el corazón del bebé, etc),  siempre y cuando sea un embarazo sin complicaciones. Eso sí, en la mayoría de libros genéricos, cuando se meten en harina, el deporte significa 30’ de caminar diarios. ¿En serio?, eso no es que para alguien como nosotros no signifique deporte, sino que ni siquiera podríamos cuantificarlo como “descanso activo”. Lógicamente esto está pensado para gente normalmente sedentaria, así que hay que investigar un poco más, porque es obvio que el criterio debe ser diferente según el nivel de partida.
 
Lo primero que hace es buscar en la bibliografía patria. Y aquí no hay mucha cosa en cuanto a estudios y demás. Algunos artículos en Runners, Sportilife o similar y poco más (aunque lo que hay, bien está, que hay que tomarlo en consideración). Pero cuando pasas a USA, lo del deporte en el embarazo es algo tan extendido que, no solo hay miles de artículos y múltiples libros orientados a ello, sino que hasta puedes encontrar ropa de deporte especial para embarazadas!! (http://www.fitmaternity.com/) (esto aquí sería impensable).
 
Y ya como empieces a mirar blogs o foros te encuentras mujeres con unos bombos impresionantes corriendo carreras (hasta de medio maratón) e incluso triatlones, que a mí eso ya me parece una locura por lo peligroso del asunto (golpes en la natación o posibles caídas en bici), así que ni tanto ni tan calvo, pero está claro que allí está visto como algo normal y natural, mientras que aquí tendríais que ver las caras con las que me mira la gente cuando voy yo tan pichi trotando con mi panzota por el parque…
 
 
 
 
  Así que, con toda esta información y siempre siempre escuchando a mi cuerpo, me dispuse a pasar mi embarazo disfrutando de lo que para mí es una vida normal, que es además la que he elegido y me hace feliz. Pero los detalles, serán en el siguiente capítulo ;-).