Si os acordáis de la odisea de la Sansil Vicalvareña en la que nos dimos de bruces contra un cartel de “dorsales agotados”, recordaréis que como penitencia nos apuntamos inmediatamente a los 15 km de Tres Cantos del día 11 de enero para purgar nuestro despiste. Pues bien, así lo hicimos y, además, con gran fortuna, porque justo coincidió con el fin de semana de la gran nevada y así nos sentiríamos menos culpables por estar un domingo zapateando en lugar de pedaleando, que es lo que toca. Bien, la cosa fue más o menos así:
- Hey!, hola, Pilu!... ¿qué?, ¿calentar?, no no, paso de calentar, si total, vengo a trotar un rato, como excusa para correr más de 1 hora sin morirme de aburrimiento, así que ya caliento poco a poco los primeros kilómetros.
- Entonces, Miguel, Kike, ¿venís conmigo?, pero que yo voy a salir a 5’15”/km o así y luego, si acaso ya subiré el ritmo poco a poco, pero tranqui, tranqui.. ¿Sí?, ¿os cuadra?, vale vale.
- Uy, parece que hemos salido algo rápido… ¿no?, a mí me da esa sensación, pero me puedo equivocar, claro, que ahora mismo no tengo pillados yo los ritmos aún…
- ¿¿¿Primer kilómetro a 4’20”??, ¿a 4’20”???. Hala, hala, tirad, que yo paso... (serán cabrrrrr…).

- Hala, a bajar ritmo… pero esto es horrible, que me está pasando hasta el apuntador!!. Vale, normal si salgo disparada al principio… va, controlando, controlando… recuerda, vamos a por los 5’/km…
- Y venga cuesta, y otra cuesta, y para abajo, ya arriba otra vez… ¿pero aquí no hay llano?, pues no, no lo hay, si lo sé de sobra, que llevo viviendo aquí desde los 6 años… Eso sí, qué bonito todo nevadito y con el solazo que hace hoy.

Ya podrá correr el tío con esas piernas... uffff
- Ahí va Pablo… lleva cara de estar sufriendo lo suyo, pero es que vaya tela de nivelazo que hay hoy aquí…
- 174 ppm, baja un poco, que hay que rondar el umbral. (NOTA: supuestamente tendría que tener la gráfica de los pulsos, pero mi pulsómetro se ve que tenía hambre y se la comió… a saber qué botoncito toqué)
- No hay manera de coger el ritmo… me controlo, pero luego me animo demasiado y para abajo otra vez… km 7.5, parece que este grupillo que va con la chica del Triguada van a un ritmo majo… aquí me quedo.
- km11… acaba la cuesta del puente, no queda nada… subimos un puntito, pero ni miro el reloj, que ya paso de tiempos, de ritmos y de tó.

Lenta soy un rato, pero ¿a que se me ve muy digna ahi corriendo estirada? ;-))
- Ahí está la meta… qué larga se hace la dichosa recta, que sé que no es nada, pero parece eterna… uffff, ya llego, ya llego… ¡y llegue!!
Os mentiría si os dijera que no llegué fundida. Psicológicamente se me hizo menos largo de lo que pensaba, pero mis pies no opinaban lo mismo y ahora tengo una ampolla del tamaño de Cuenca en mi pie derecho (y eso que usé las zapas con las que corro los tris olímpicos sin calcetines) y los gemelos acabaron como piedras, además de llevar los bronquios bien cerraditos por el frío, claro. No sé ni el tiempo que he hecho, pero me da igual. Luego vi que fueron 1h09’, a 4:38/km de media… y yo que pretendía ir a 5’/km… siempre igual… ¡¡picada!!! ;-).
Me visto de persona lista para salir pitando a llevar a Sergio al aeropuerto rumbo a Munich, que en ese momento estaba ya en casa arreglándose y cogiendo las maletas y envío a mis padres a cotillear las clasificaciones y… ¡¡2ª local!!! Y, lo que aún es mejor y más alucinante, ¡¡Sergio 3º local!!! (claro que, su “trote de entrenamiento alegre” a 3:40/km bien se merece una copita :-)). Para haber sido un entrenamiento, no ha estado mal jeje



En ese momento hubiera estado bien haber quedado 3ª yo también :-))
En resumen, que una carrera muy bonita, ya que se corre por lugares bastante céntricos (dentro de lo céntrico que puede ser algo en Tres Cantos), con bastante animación (y eso que hacía un frío que pelaba), muy buen ambiente, perfil muy entretenido y muy buena organización. Merece la pena que la probéis alguna vez… además, estaba lleno de triatletas ;-).