Ya han pasado 5 meses
desde que nació mi pequeña y lo celebramos con la vuelta a la rutina.
Una rutina diferente, más exigente aún, pero rutina al fin y al cabo.
Reconozco que lo necesitaba. Necesito saber a qué atenerme cada día,
aunque sea un puzzle con las piezas encajadas con calzador, pero es mi
puzzle y es así como me cunden los días. Estos meses, al “ir sobre la
marcha”, al final del día te das cuenta de que no has hecho
prácticamente nada. Bueno, sí, estar al 100% con Iria, que es lo que
había que hacer esos meses y que es exigente tarea, así que bien está,
pero ahora hay que emprender un nuevo camino y estoy segura de que a las
dos nos vendrá genial y nos adaptaremos enseguida.
De
momento ella es la reina de la guardería, la disfruta muchísimo y hace
disfrutar a los demás, y en casa está más relajada porque ya viene con
parte de su infinita energía gastadita. Y yo de nuevo en el trabajo que,
si queréis que os diga la verdad, al segundo día ya me sentía como si
nunca me hubiera ido, así que adaptación lograda.
Y
ya en esta nueva y estable situación, toca poner negro sobre blanco los
objetivos de esta temporada, porque parece que si no los dices en alto
es como si no existieran, y que existan, siempre sirve de motivación.
Como
imaginaréis, el principal objetivo de esta temporada no es más que el
volver a competir. No sé a qué nivel y aún no sé en qué pruebas. Sólo sé
que me encanta sentirme triatleta y la competición forma parte de eso.
Sé que no estaré en mi mejor momento de forma precisamente, entre los
cambios en mi cuerpo, la lactancia, el poco tiempo para entrenar y el
maravilloso mundo de los virus de guardería que ya hemos empezado a
explorar, pero no me importa. No tengo presión. Sólo quiero pasarlo bien
y divertirme.
Así
que elegiré pruebas que me apetezcan, que me hagan ilusión. Además
estamos limitados con la logística, por lo que tampoco podemos irnos muy
lejos, pero ahora hay tantas que es fácil encontrar competiciones
interesantes cerca de casa.
Tenemos
un calendario de las “apetecibles” y, según como vaya viendo que va la
cosa, me iré apuntando a unas u otras. Ahora mismo el pensar a muchos
meses vista me da un poco de vértigo y pudiera llegar a agobiarme un
poco, así que prefiero ir sobre la marcha.
Iria y yo estudiando el calendario en la Finisher
Ahora
mismo lo único que pudo afirmar es que tengo dos inscripciones hechas:
una al Triatlón de Oropesa a primeros de mayo olímpico sin drafting), que es muy pronto pero
nos viene bien porque nos pilla en Benicassim, y otra a Ecotrimad (que
este año es Campeonato de España de Media Distancia), porque es al lado
de casa y otros años no lo hecho por no encajarme en el calendario. La
duda es si lo haré en élite o en GGEE, que veré cómo estoy en el
momento, porque imagino que habrá un nivel bastante alto y entrar en el
corte puede ser complicado.
Eso
respecto a esta temporada. Pero si todo va bien y vamos amoldándonos a
la nueva situación, en 2015 me gustaría volver a esa distancia que, no
sé sabe por qué, te engancha el corazón: el Ironman. Y como a Sergio le
pasa lo mismo a pesar de jurar y perjurar tras la meta de Roth que
“nunca más”, teníamos que buscar una solución que fuera lo menos
traumática posible tanto para nosotros como para la peque y optamos por
separar nuestros IMs al menos 3 meses y, así, cada uno tiene su
temporada específica en la que tiene prioridad para entrenar, y no
acabamos tirándonos de los pelos ;-), que si tenemos que hacer los dos 5
horas de bici el mismo día a ver cómo nos apañamos…
Y,
con esto, aún de manera muy provisional porque queda mucho, como dije
en la entrevista tan chula que me hicieron los compañeros del Programa Finisher de Onda Marina, parece que el Ironman de Lanzarote 2015 será el elegido para
reencontrarme con la distancia, por fecha, emplazamiento y por
referencias. Eso sí, tendremos unos cuantos muros extra contra los que
luchar: el clima de Madrid para entrenar durante los meses de invierno,
el perfil de ciclismo de no es el que mejor me viene (más que por las
subidas, por las bajadas!) y la alergia que suele darme mucha guerra en
esos meses. Pero lo superaremos… o al menos, como siempre, pondremos
toda la carne en el asador para intentarlo.