Luz

Bueno, pues ya es hora de asomar la cabecita, esta vez con una sonrisa, aunque aún sea una sonrisa tímida, pero las cosas ya van para arriba. Y es que el sol, esa vitamina D que nos aporta, es vida y para los triatletas, que somos especies de aire libre, es fundamental. Y es que cuando enlazas muchos días compartiendo piscina con, ya no nadadores, sino multitud de bañistas, saliendo a correr con el buff hasta las cejas con ese sudor frío de cuando rondan los 0ºC, y apalizándote en casa con el rodillo en vez de salir a la calle (que, aunque estoy convencida de que es un entrenamiento ya no aceptable, sino buenísimo, no te quedas con la misma sensación al terminar que cuando desgastas el asfalto), hay muchos momentos en los que te preguntas por qué amas este deporte… pero cuando la cosa empieza a cuajar, todo encaja y disfrutas de buenos entrenos con buena compañía, buen tiempo y buenas sensaciones, solo te hace falta una milésima de segundo para que tengas claro el porqué :-).

Foto: Ruidera por MAE

Así que la cosa va mejor, estamos más tranquilos aunque seguimos enfollonados hasta las orejas con mil historias (entre ellas la organización del Campeonato de España de Duatlón Contrarreloj por equipos por parte de Ecosport, que estamos currando sin descanso para que lo disfrutéis a tope, pero intentándonoslo tomar con más filosofía y, cómo no, seguimos entrenando, cumpliendo el plan todo lo escrupulosamente que podemos (que hasta el coach nos dice que no seamos tan cuadriculados jeje). La única pega es el tobillo, que no acaba de arreglarse… me preocupa, pero estoy segura de que no es más que una pequeña sobrecarga que a base de hielo, antiinflamatorio y fisio perderé de vista en breve. Trato de suplir la falta de carrera a pie con la elíptica, pero para una mala corredora como yo, eso no es suficiente, aunque por el momento no queda más remedio…

Y, fruto de que ya empezamos a ver la luz, es que ya me dan hasta ganas de competir (pero pocas, ¿eh?, que ahora es época de duatlones y ya sabéis lo que me gustan jeje). Será Sergio el que rompa el hielo este domingo, en el duatlón de Rivas y, el fin de semana siguiente, iremos juntos a quitarnos la carbonilla al acuatlón del A6, que el año pasado nos divertimos mucho a pesar de lo agónico que resulta. Eso sí, con tranquilidad, que seguro que voy con “resaca” de canapés de la Gala del Triatlón ;-). Y, pocas semanas después, y ya como pistoletazo de la temporada oficial, viajamos a Avilés para ver a unos amigos y, ya que estamos, corremos un duatlón que dicen que hay por ahí… ;-).

A ver si llegan pronto ya las competis, que son como olas que te rompen en la cara y te espabilan pero bien, y hacen que la motivación suba como la espuma, ya sea porque ves cómo la cosa va funcionando o porque te das cuenta de lo mal que estás y ves que tienes que ponerte las pilas… ;-)